Por qué no deberías tomarte la primera taza de café nada más levantarte: este es el momento perfecto

Se estima que cada día se preparan más de tres mil millones de tazas de café en todo el mundo, lo cual convierte a este producto en uno de los más comercializados a nivel global. No obstante, el café no solo tiene una gran importancia para la economía mundial, sino también para la salud pública. Esto ha motivado que se hayan puesto en marcha multitud de estudios en las últimas décadas para explicar las reacciones que se producen en nuestro organismodespués de tomar café.

Con estas investigaciones, ha sido mucho lo que hemos podido aprender sobre el café y sobre cuál es la forma ideal de consumirlo, para maximizar sus beneficios y minimizar los efectos negativos de su consumo excesivo o erróneo. Una de las preguntas más comunes acerca del consumo del café es cuándo debemos tomarnos la primera taza.

¿Cuándo debemos tomarnos el primer café?

La cafeína, el ingrediente activo del café, desencadena varias respuestas fisiológicas en nuestro cuerpo. La principal es la liberación de una hormona llamada cortisol en la corteza prefrontal de nuestro cerebro, que nos despierta y nos llena de energía.

Además, la cafeína minimiza los efectos de la somnolencia, lo que la convierte en un recurso esencial para muchas personas en las primeras horas del día. De hecho, la primera taza de café del día empieza a hacer efecto unos 20 o 30 minutos después de su ingesta, ayudando a las personas a despertarse y arrancar el día.

Sin embargo, algunos expertos sostienen que el hábito de tomar café inmediatamente después de despertar puede no ser tan beneficioso como pensábamos. Según explican, durante la mañana, nuestro cuerpo libera cortisol de forma natural, la misma hormona que se libera con la cafeína. Este aumento natural de cortisol nos ayuda a despertar y nos prepara para enfrentar el día con las pilas totalmente cargadas.

Pero si tomamos café justo después de despertarnos, estamos interrumpiendo este proceso natural y causando más estrés en nuestro cerebro. Según esta teoría, sería mejor esperar un poco de tiempo después de despertar para tomarnos esa primera taza de café. De esta manera, permitimos que nuestro cuerpo se active de manera natural y escalonada, sin la interferencia de la cafeína.

Por norma general, el cortisol que produce nuestro cuerpo al despertar permanece entre una hora y una hora y media en nuestro organismo. Así que, lo ideal es esperar ese tiempo o incluso un poco más para tomarnos el primer café. De esta forma, permitiremos que nuestro cuerpo se active de forma natural y, a la vez, permitimos que nuestro cuerpo conserve su capacidad natural para reunir energía después de una larga noche de descanso.

Esperar entre una hora y media y dos horas para tomarnos el primer café de la mañana también maximiza los beneficios del café, que es rico en antioxidantes como los polifenoles y los ácidos hidrocinámicos, cuyas propiedades pueden protegernos contra enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes e incluso Alzheimer.

¿Cómo puedo saber si me estoy pasando?

En un estudio realizado en 2020 por la Universidad de Baréin, se identificaron cinco manifestaciones físicas y psicológicas que revelan un consumo excesivo de cafeína. Los investigadores analizaron los hábitos de consumo de cafeína de 727 estudiantes universitarios, encontrando que el 98% de los estudiantes consumía cafeína en diferentes cantidades. El consumo medio diario era de 268 mg de cafeína, aunque la cantidad era ligeramente más alta en hombres que en mujeres. En general, la mayoría de los estudiantes consumía una cantidad de café considerada aceptable, pero hubo algunos que consumían mucho más de lo recomendado.

En el grupo de estudiantes que consumía más de 400 mg de cafeína al día, se encontraron cinco síntomas físicos y psicológicos significativos que los distinguían del resto de los estudiantes que consumían cantidades moderadas de cafeína. Estos síntomas eran: dolores de cabeza, ataques de pánico, sentirse atrapado, preocuparse demasiado y tener sentimientos de inutilidad.

Existen otras causas que podrían explicar estos síntomas, como el trastorno de ansiedad generalizada. Sin embargo, si experimentas estos síntomas con frecuencia y consumes mucho café, podría ser una señal de que estás consumiendo demasiada cafeína. En este caso, sería recomendable reducir tu consumo de cafeína y ver si los síntomas mejoran.