Bienestar
¿Tienes dolores? Comprueba si estás usando el calzado adecuado
Cuando optamos por un zapato que no es apropiado, este puede distorsionar la manera natural en que caminamos
El calzado es un elemento fundamental en nuestra vida diaria. No solo nos permite proteger nuestros pies y desplazarnos, sino que también puede ser una expresión de nuestra personalidad y estilo. Sin embargo, es crucial entender que la elección del calzado adecuado va mucho más allá de la estética o de la simple practicidad.
La elección incorrecta del calzado puede dar lugar a muchas consecuencias negativas para la salud de nuestros pies y para nuestro bienestar general. Cuando optamos por un zapato que no es apropiado, este puede distorsionar la manera natural en que caminamos, lo que a su vez genera una carga excesiva en las estructuras de nuestros pies y de nuestro tren inferior. Estas sobrecargas, a lo largo del tiempo, pueden resultar en lesiones, dolores y hasta cambios permanentes en nuestra postura y movimiento corporal.
Es particularmente frecuente experimentar dolores musculares y sobrecargas en la pantorrilla y en la espalda como consecuencia de llevar un calzado inadecuado. Otros problemas comunes incluyen dolor en las rodillas y en la planta del pie, hinchazón en los tobillos, uñas encarnadas, deformidades en los dedos del pie, acortamiento del tendón de Aquiles, juanetes, metatarsalgia y fascitis plantar.
Es fundamental recalcar que cada uno de estos problemas no solo puede afectar nuestra comodidad diaria, sino también nuestra calidad de vida en general. Por lo tanto, aprender a elegir correctamente nuestro calzado se convierte en un asunto esencial:
Una elección más allá de la estética
Aunque todos tenemos una idea más o menos acertada de cuál es nuestro número de calzado, la realidad es que el sistema de tallas puede ser impreciso. En ocasiones, los fabricantes asignan diferentes números a tallas que, en realidad, son idénticas. Por lo tanto, es altamente recomendable consultar las tablas de tallas proporcionadas por cada marca y fabricante. Además, los tallajes no son iguales en todo el mundo. En Estados Unidos, en Europa o en Japón, por ejemplo, tienen diferentes sistemas de marcar la talla de sus zapatillas. Y aún dentro de una misma marca, el tamaño de una zapatilla puede no coincidir en dos modelos distintos, incluso si son de la misma talla.
Por lo tanto, la mejor manera de elegir la zapatilla correcta es conocer las medidas de tus pies. Esto te permitirá identificar la longitud y la anchura de tu pie, y si necesitas una horma especial. Es importante medir tus pies en el momento adecuado, preferiblemente por la tarde o después de un entrenamiento, cuando tus pies están hinchados. Para hacerlo, simplemente pisa una hoja en blanco y marca la puntera y el talón con un rotulador, así como el extremo derecho y el izquierdo.
Con estas medidas, podrás consultar tablas de conversión entre diferentes sistemas de tallaje y, más o menos, conseguir un zapato adecuado. Ahora bien, también es importante recalcar que la talla no lo es todo. Es posible que un zapato que corresponde a nuestra talla no sea cómodo si su diseño no es adecuado para la forma de nuestro pie. Hay zapatos que, debido a su diseño, son especialmente estrechos o anchos. Otros factores, como el material del que están hechos o la altura del tacón, también pueden influir significativamente en la comodidad y en la elección de la talla correcta.
Para asegurarnos de que hemos seleccionado la talla perfecta, es aconsejable probar los zapatos caminando con ellos durante un rato. Un ejercicio muy útil para verificar si el zapato es de la talla correcta consiste en empujar el pie hacia la puntera del zapato e introducir el dedo índice en la parte del talón. Es importante realizar este ejercicio con los cordones desatados y, si es posible, hacerlo al final del día, momento en el que nuestros pies suelen estar más hinchados.
Asimismo, se recomienda probar los zapatos con los calcetines que solemos usar, ya que ambos deben ser considerados como una única unidad a la hora de elegir la talla del calzado. En definitiva, con un poco de cuidado y atención, es posible seleccionar zapatos que no solo sean estéticamente agradables, sino que también sean cómodos y beneficiosos para la salud de nuestros pies. Al fin y al cabo, una elección informada es una elección saludable.
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