
Salud
Por qué las mujeres deben dormir más que los hombres, según la ciencia
Factores hormonales, emocionales y biológicos explican por qué ellas necesitan más tiempo de descanso para mantener un bienestar integral

Dormir bien no es un lujo, sino una necesidad vital para la salud física y mental. Y aunque la regla general señala que los adultos deben dormir entre siete y nueve horas diarias, la ciencia ha descubierto que las mujeres, en general, podrían necesitar más horas de sueño que los hombres. ¿La razón? Un conjunto de factores biológicos y psicológicos que impactan directamente en la calidad y duración de su descanso.
Un estudio llevado a cabo por la Clínica Cleveland, en Estados Unidos, revela que las mujeres necesitan dormir, en promedio, 11 minutos más que los hombres cada noche. Aunque la diferencia pueda parecer menor, refleja una realidad más compleja: las mujeres no sólo tienen un descanso más interrumpido, sino que también enfrentan un mayor número de factores que lo alteran.
El motivo por el que las mujeres necesitan dormir más que los hombres
Según la doctora Michelle Drerup, experta en trastornos del sueño, estas diferencias se deben a tres grandes áreas: fluctuaciones hormonales, salud mental y mayor prevalencia de trastornos del sueño.
Las mujeres atraviesan cambios hormonales significativos a lo largo de su vida, desde la adolescencia hasta la menopausia. Cada ciclo menstrual puede provocar variaciones en el sueño debido al impacto de hormonas como los estrógenos y la progesterona. Durante fases como el embarazo o la perimenopausia, es común que aumenten los despertares nocturnos, el insomnio o la dificultad para entrar en fases de sueño profundo.
Especialmente en la menopausia, los efectos sobre el descanso son más marcados. Las mujeres tienden a tardar más en quedarse dormidas, a despertarse con más frecuencia y a experimentar un sueño menos reparador. Además, otros problemas derivados de esta etapa, como la tiroides o los sofocos nocturnos, pueden agravar la situación.
Por otro lado, la salud mental juega un papel importante en el sueño. Las estadísticas son claras: las mujeres tienen el doble de probabilidades de padecer ansiedad o depresión en comparación con los hombres. Estas afecciones están íntimamente ligadas con el insomnio y la mala calidad del sueño. Pero también sucede a la inversa: no dormir bien puede empeorar el estado de ánimo y aumentar la vulnerabilidad emocional.
Según la Fundación del Sueño (Sleep Foundation), el 80% de las personas con depresión experimentan insomnio, y un 15% desarrollan hipersomnia (la necesidad de dormir en exceso). Por eso, es clave detectar si el cansancio es solo físico o si encubre un problema emocional mayor.
Dentro de que las mujeres tengan mayor predisposición a desarrollar ciertos trastornos relacionados con el descanso, esa probabilidad aumenta con la edad. Por ejemplo, aunque la apnea del sueño se diagnostica más en hombres, tras la menopausia el riesgo se iguala. El problema es que, en muchas mujeres, esta afección se presenta con síntomas menos evidentes, como ronquidos suaves o fatiga persistente, lo que complica su detección.
¿Cómo saber si estás durmiendo lo suficiente?
No se trata sólo de contar las horas en la cama. Dormir lo suficiente implica levantarse con energía, mantener la concentración a lo largo del día y sentirse emocionalmente equilibrado. Si el cansancio persiste pese a dormir lo que parece “lo normal”, conviene prestar atención a las señales del cuerpo y consultar a un especialista. Descansar mejor también depende de los hábitos diarios. Algunos consejos avalados por expertos son:
- Mantener un horario regular, incluso los fines de semana.
- Evitar cafeína y alcohol a partir de las cuatro de la tarde.
- Crear un entorno adecuado: oscuro, fresco y libre de pantallas.
- Hacer ejercicio diario, idealmente por la mañana.
- Gestionar el estrés con técnicas como la meditación o la escritura.
- Optar por siestas cortas (no más de 20 minutos) para no alterar el ciclo nocturno.
- Ventilar la habitación a partir de las diez de la noche, especialmente ahora en verano.
Las mujeres deben permitirse dormir más si su cuerpo lo necesita. El descanso es una herramienta de salud, y entender sus particularidades según el género es clave para vivir mejor. Porque descansar no es rendirse: es cuidar(se).
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