Salud
Cada vez más cerca de una cura para la diabetes
Aprovechar y acelerar la capacidad regenerativa del páncreas es ya una prometedora investigación que se suma a la revolución farmacológica
A pesar de que socialmente pueda malinterpretarse como «benévola», lo cierto es que la diabetes es una enfermedad crónica de graves consecuencias para la salud. Una amenaza con la que conviven más de cinco millones de adultos en nuestro país, cifra que se ha incrementado en España en un 42% desde el año 2019.
Por fortuna, y por un incansable trabajo médico y científico, cada vez hay más buenas noticias para las personas con diabetes, tal y como se ha puesto de manifiesto esta semana durante la celebración del XXXVI Congreso Nacional de la Fundación de la Sociedad Española de Diabetes (FSED). Prueba de ello es que ya no resulta descabellado hablar de la cura de la diabetes, gracias, por ejemplo, a la capacidad innata que tiene el páncreas de regenerarse, incluso décadas después del debut diabético. Es la estrategia que sigue el grupo de investigación del profesor Juan Domínguez Bendala, director del Laboratorio de Regeneración Pancreática y Células Madre del Instituto de Investigación de Diabetes en la Universidad de Miami, que ya arroja resultados prometedores y que pasa por potenciar un mecanismo natural del páncreas.
«Trasplantar células beta (ya sean islotes de un donante o células madre diferenciadas) es un enfoque prometedor, que muy probablemente va a dar lugar a terapias efectivas a corto plazo. Pero no deja de ser una aproximación de fuerza bruta al problema», afirma el investigador, quien defiende que «si aprovecháramos la capacidad regenerativa natural del páncreas, acelerándola de manera controlada, el resultado se parecería mucho más a la idea de una cura». Así, el desarrollo de estrategias orientadas a acelerar este proceso podría dar lugar a la recuperación funcional de las células beta en pacientes insulinodependientes (especialmente en diabetes tipo 1).
Capacidad regenerativa
En concreto, este grupo de investigadores ha encontrado células progenitoras en el páncreas con capacidad de regenerar islotes tanto en pacientes recién diagnosticados como en aquellos que han tenido diabetes durante décadas. En principio, las estrategias que están desarrollando deberían ser aplicables a todos los pacientes que carecen de una masa funcional suficiente de células beta. El trasplante de islotes obtenidos de donantes ya ha sido aceptado por la FDA (el organismo regulador de los EE UU), y los trasplantes de islotes generados a partir de células madre están en fases avanzadas de ensayos clínicos. «Estos avances en terapias celulares van a tender un puente hacia terapias regenerativas como la que estamos desarrollando (aún en fase de investigación), que no precisarían trasplante de ningún tipo. El impacto de estas terapias en la calidad de vida de pacientes puede considerarse transformador», reconoce Domínguez Bendala.
La clave está en el empleo de un factor de crecimiento que lleva usándose décadas en la práctica clínica, y que se ha mostrado seguro y eficaz para otras aplicaciones. «Se trata del factor de crecimiento óseo 7, BMP-7 por sus siglas en inglés, capaces de activar selectivamente la proliferación controlada de las células progenitoras del páncreas y su diferenciación a células beta. Y todo ello dentro del órgano, estimulando el mismo proceso que dio lugar a su desarrollo y que se reactiva naturalmente en situaciones de estrés pancreático», explica el investigador, quien reconoce que «queda por establecer si las nuevas células regeneradas de este modo serán rechazadas también por el sistema inmune, ya que hay argumentos a favor y en contra, pero esto se podrá esclarecer en otras fases de investigación. Sin embargo, asumiendo el peor de los escenarios, nuestro enfoque podría combinarse con estrategias que reducen la virulencia del ataque autoinmune».
Aunque queda trecho por recorrer, hay consenso a la hora de entender este tipo de avances como una prometedora revolución. «La regeneración del páncreas endocrino es una cuestión que todavía está a nivel experimental, pero hay motivos para ser optimistas», reconoce Francisco Javier Ampudia Blasco, presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED). Una idea que también defiende Alfredo Michán, médico internista y coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), quien apunta a que «esto puede llegar a cambiar la historia natural de la enfermedad».
La realidad es que se trata de un proceso largo, pero hay motivos para ser optimistas. «El trasplante de células madre, aunque todavía quede un poquito más tiempo de lo que creíamos, se va a convertir en una terapia contra la diabetes muy, muy efectiva. Llegaremos al punto en el que los pacientes reciban un trasplante cada cierto número de meses y se olviden de la insulina ese tiempo. Mi esperanza es que, cuando llegue la famosa curación en forma de que el páncreas regenere su propia célula beta y de que no se rechace por el sistema inmune, eso sea solo un avance incremental a todo lo conseguido por el camino, porque creo que estamos afinando mucho», destaca Domínguez Bendala.
Progresos
Lo cierto es que los progresos en el campo de la diabetes a lo largo de la última década han sido apabullantes. «Desde un punto de vista tecnológico, avances en las bombas de insulina y los circuitos cerrados han llevado a los pacientes a tener un control de la enfermedad mejor que nunca. Además, este último año se ha introducido la primera inmunoterapia (anticuerpos monoclonales anti-CD3) contra la DT1, que ha demostrado retrasar el debut hasta dos años», detalla Ampudia Blasco, quien hace hincapié en el «carácter multidisciplinar que tiene este congreso, pensado para todos los especialistas que abordan la diabetes de forma integral».
Otras novedades importantes que están marcando el devenir de la enfermedad son cuestiones como la llegada de las insulinas semanales, «algo que, sin duda, va a mejorar mucho la calidad de vida de los pacientes. Otro campo importante es el mayor conocimiento sobre los aspectos inmunológicos en diabetes tipo 1, y, sin duda, lo más disruptivo es el desarrollo de los nuevos fármacos que actúan sobre la secreción de insulina. Con todo ello, por primera vez asistimos a algo que hace 20 años era impensable, que es la regresión de la diabetes», confiesa Michán.
Otras patologías
Está demostrado que la diabetes aumenta la probabilidad de desarrollar insuficiencia cardiaca (IC), disparando así el riesgo de mortalidad. Por ello la SED, junto a la Sociedad Española de Cardiología, han coordinado una investigación que revela una prevalencia de IC del 37% en personas con diabetes y confirma el alto riesgo de IC conferido por la presencia de enfermedad renal crónica (ERC). «Por ello, es aconsejable realizar un cribado de esta complicación», asegura José Antonio Gimeno, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza). Además, también se han difundido nuevos resultados del estudio Diamond-2 que confirman que casi el 70% de los pacientes con diabetes tipo 2 presenta algún componente añadido del síndrome cardiovascular renal metabólico, mientras que solo un tercio presenta control conjunto de peso y de hemoglobina glicosilada. A tenor de estos resultados, «es evidente que necesitamos actuar de forma conjunta sobre el control glucémico y de peso», solicita Domingo Orozco-Beltrán, médico de familia del Centro de Salud Docente Cabo Huertas (Alicante), quien aconseja «emplear en mayor medida fármacos que aportan beneficios como los iSGLT2 o arGLP1».
Aplicación de la inteligencia artificial
La inteligencia artificial (IA) está llamada a transformar el abordaje clínico de muchas patologías y la diabetes no se queda atrás. «De hecho, es una realidad cotidiana para una proporción significativa, aunque insuficiente, de personas con diabetes tipo 1. En este caso, los sistemas híbridos que combinan sensor de glucosa e infusión continua de insulina enlazados por un algoritmo proporcionan un valor indudable al manejo diario de estas personas», asegura Dídac Mauricio, presidente electo de la SED, quien apunta que «la IA se perfila como una herramienta clave para mejorar la eficiencia, la precisión diagnóstica y pronóstica, y el empoderamiento y autonomía de la persona con diabetes.
Mientras todo esto se hace realidad, los expertos insisten en la necesidad de prevenir con hábitos de vida saludable y anticiparse a los primeros síntomas de la enfermedad.