Tu enfermera responde

¿Cómo evitar el abuso de las pantallas?

El 3,5% de los españoles de entre 15 y 64 años hace un uso compulsivo de internet

Las principales asociaciones pediátricas aconsejan evitar la exposición a las pantallas antes de los 18-24 meses
Las principales asociaciones pediátricas aconsejan evitar la exposición a las pantallas antes de los 18-24 mesesDREAMSTIMELA RAZÓN

Según el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, un 3,5% de la población de 15 a 64 años realizó un posible uso compulsivo de internet en 2022. En este artículo mostraremos algunas pautas para evitarlo.

1. ¿Qué es el bienestar digital?

Mantener una relación saludable con la tecnología.

2. ¿Cuáles son las consecuencias psíquicas y físicas del uso prolongado de las pantallas?

La presencia continua del teléfono móvil produce estrés y ansiedad. Las personas permanentemente conectadas a las redes sociales pueden sentir la necesidad de verificar frecuentemente los «likes», o de compararse con la supuesta felicidad de otros. ¿Quién no se ha sentido «desnudo» si sale de casa sin su teléfono o tiene que separarse de él? A este hecho se le conoce como nomofobia. Es habitual también el miedo a perderse algo o «FOMO» (fear of missing out), que ocurre cuando dejamos todo lo que estamos haciendo por una notificación de nuestro teléfono. Esto puede deteriorar las relaciones sociales y propiciar el aislamiento y la depresión. Este tiempo de conexión se resta a otras actividades como el ejercicio físico, factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Además, la luz azul de la pantalla altera nuestro ritmo circadiano y nos produce trastornos del sueño. Otras consecuencias físicas son los problemas de visión (ojo seco, miopía), posturales (dolor lumbar), lesiones del dedo pulgar y riesgo de accidentes por falta de atención.

3 ¿Cómo sabemos que tenemos un problema de adicción?

Al igual que en las adicciones a sustancias, la de los dispositivos se manifiesta con una pérdida de control sobre la conducta, por l sustitución de otras actividades que antes se disfrutaban y la persistencia a pesar de estar sufriendo consecuencias (pérdida de relaciones, trabajos...). Estos casos deben ser valorados y tratados por profesionales.

4 ¿Cómo podemos actuar cuando hemos detectado que tenemos dependencia excesiva de nuestros dispositivos?

Es necesario identificar cuáles son las aplicaciones, redes sociales o juegos que nos resultan problemáticas y establecer límites de lugares, momentos y tiempos para su uso, y priorizar las notificaciones para que sólo las importantes nos interrumpan. Existen en los propios dispositivos formas de configurar estas medidas.

5 ¿Los niños pueden exponerse a las pantallas? ¿A qué edad se recomienda que tengan un «smartphone»?

Las principales asociaciones pediátricas recomiendan evitar la exposición a las pantallas antes de los 18-24 meses de edad. Dicha exposición se ha relacionado con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y con problemas para el desarrollo del reconocimiento de la expresión facial y la empatía. Usar los dispositivos para calmar al niño o para entretenerlo evita que aprendan estrategias más saludables para manejar su frustración o su aburrimiento. Para el desarrollo de la creatividad, además, es necesario dejar aparecer el aburrimiento. No hay una edad recomendada para el uso de un teléfono inteligente, los padres deben asegurarse de que el chico/a tiene madurez suficiente para entender los riesgos de internet y deben establecer unas normas claras sobre el uso del mismo. Los adultos deben ejemplificar con una conducta saludable hacia sus propios dispositivos y monitorizar el uso de los de sus hijos mediante controles parentales.

6 ¿Son todos los aspectos relacionados con ellas negativos?

Se han desarrollado numerosas aplicaciones de monitorización de nuestra salud, que nos motivan a mantener rutinas saludables conocidas como m-health. Otras tecnologías han demostrado ser beneficiosas para el entrenamiento cognitivo, el desarrollo de la memoria a corto plazo, la atención visual y el tiempo de reacción.