Salud

Confirman que esta infección vaginal muy común en las mujeres es en realidad una ETS

Un estudio revela que la vaginosis bacteriana se transmite por vía sexual y que los hombres también deberían tratarse con antibióticos

Vaginosis bacteriana o vaginitis
Vaginosis bacteriana es un tipo de vaginitisFreepik

En la actualidad, sólo las mujeres reciben tratamiento para una infección vaginal muy común llamada vaginosis bacteriana. Hoy por hoy se considera "un problema de mujer", por lo que sus parejas sexuales no reciben tratamiento, especialmente si son hombres. Ahora, un nuevo estudio señala que estamos cometiendo un gran error, ya que en realidad se trata de una enfermedad de transmisión sexual (ETS) y las personas con las que se tienen intercambios sexuales también deberían tratarse.

La vaginosis bacteriana (VB) es un tipo de vaginitis. Se trata de una infección vaginal corriente, pero potencialmente peligrosa que afecta a casi 1 de cada 3 mujeres en todo el mundo y que debe ser considerada una enfermedad de transmisión sexual, tal como indica esta investigación liderada por investigadoras australianas y publicada en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine.

«Empecé a tener vaginosis bacterianas de forma bastante recurrente. Iba al médico y me trataba con antibióticos, y casi siempre volvía a aparecer», explica Hanae, una mujer que participó en el ensayo clínico sobre VB realizado en Melbourne (Australia), cuyo apellido no fue revelado por los autores del estudio para proteger su intimidad. «Ni siquiera me merecía la pena ir al médico», afirma. Ahora, gracias a este estudio, sabemos por qué las vaginosis bacterianas tienen una recurrencia tan alta: en realidad son una ETS.

¿Los hombres pueden tener bacterias de la vaginosis?

En la mitad de las mujeres con vaginosis bacteriana, la infección reaparece tras una semana de antibióticos. Hasta ahora, no se sabía bien por qué. A pesar de ello, los antibióticos son el tratamiento médico preferido para la vaginosis bacteriana, indica la primera autora Lenka Vodstrcil, investigadora del Centro de Salud Sexual de Melbourne de la Universidad Monash y una de las autoras del estudio.

«Nuestro trabajo reconfirma que las bacterias que causan la VB pueden localizarse en los hombres, especialmente en la piel del pene y también en la uretra», señala Vodstrcil en un comunicado de prensa. «Esto sugiere que la VB probablemente se transmite por vía sexual, y por eso tantas mujeres la vuelven a contraer después del tratamiento», explica.

Cuando la vaginosis bacteriana se trató como una enfermedad de transmisión sexual, con ambos miembros de la pareja recibiendo antibióticos orales y los hombres usando cremas tópicas, la tasa de recurrencia se redujo a más de la mitad, según los resultados de la investigación.

«Nuestro ensayo ha demostrado que la reinfección de la pareja es la causa de gran parte de la recurrencia de la VB que experimentan las mujeres, y aporta pruebas de que la VB es en realidad una ITS (infección de transmisión sexual)», manifiesta la autora principal y profesora del Centro de Salud Sexual de Melbourne, Catriona Bradshaw, en declaraciones a la CNN.

Síntomas de una infección potencialmente peligrosa

Los síntomas de la vaginosis bacteriana pueden incluir picor, dolor al orinar, un olor extraño y un flujo vaginal fino y blanco. Para algunas mujeres, sin embargo, la VB es un depredador silencioso, que ataca sin esos síntomas reveladores.

Si no se trata, la vaginosis bacteriana puede aumentar el riesgo de contraer el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, según la Organización Mundial de la Salud. Las mujeres con VB también pueden desarrollar una infección en las trompas de Falopio, los ovarios o el útero denominada enfermedad inflamatoria pélvica. Según los expertos, estas infecciones pueden provocar infertilidad más adelante.

«Observamos cambios muy significativos en una serie de marcadores inflamatorios, células inflamatorias y enzimas y productos bacterianos que dañan el epitelio, el revestimiento del tracto reproductivo», explica Bradshaw. Además, la vaginosis bacteriana es especialmente peligrosa durante el embarazo. Según la OMS, puede provocar partos prematuros, abortos espontáneos y bajo peso del bebé al nacer.

Hora de cambiar el tratamiento de la vaginosis bacteriana

El ensayo clínico aleatorizado de 164 parejas monógamas se llevó a cabo en varios centros de Australia. En 81 de las parejas, ambos miembros fueron tratados con antibióticos orales durante siete días. Durante ese tiempo, el varón también utilizó un antibiótico tópico en el pene dos veces al día. De acuerdo con el tratamiento recomendado actualmente, sólo la mujer de las otras 83 parejas fue tratada con un antibiótico oral.

Aunque el estudio sólo trató a parejas heterosexuales, es «importante señalar que las mujeres en relaciones del mismo sexo también se transmiten la bacteria de la VB entre ellas durante las relaciones sexuales, y que estas parejas del mismo sexo en relaciones monógamas tienen tasas muy altas de concordancia para la vaginosis bacteriana», dice Bradshaw.

El ensayo debía durar 12 semanas, pero los investigadores lo interrumpieron antes de tiempo al comprobar que el tratamiento de ambos miembros de la pareja reducía la incidencia de la VB en un 60%.

Considerar una infección vaginal tan común como una enfermedad de transmisión sexual supondría un «cambio de paradigma» y exigiría que los médicos animaran a la pareja masculina de la mujer a compartir la responsabilidad de la transmisión y el tratamiento, según un editorial publicado junto al estudio.

«También será necesaria la voluntad de la pareja masculina de comprometerse a tomar medicamentos orales y tópicos, una vez que su pareja femenina le notifique que tiene vaginosis bacteriana y que probablemente se transmite por vía sexual», escribieron la Dra. Christina Muzny y el Dr. Jack Sobel, que no participaron en la nueva investigación.

Según el estudio, los hombres no tuvieron problemas para completar el tratamiento con antibióticos orales y tópicos, y los efectos secundarios fueron escasos o nulos. «Ya hemos utilizado esta medicación en cerca de 300 hombres y no hemos tenido ningún informe de que los efectos secundarios de la medicación les impidieran tomarla», afirmó Bradshaw.

Por el momento, el Centro de Salud Sexual de Melbourne ya ha cambiado sus protocolos y ahora están tratando a ambos miembros de la pareja cuando se detecta vaginosis bacteriana. «Los cambios en las directrices de tratamiento nacionales e internacionales siempre llevan su tiempo, así que nos sentimos en la obligación de proporcionar información precisa en línea y descargable», concluye la investigadora.