Las enfermedades y problemas médicos más comunes que puede causar un fuerte sol en épocas de verano

Mientras millones de personas buscan disfrutar del verano y las vacaciones al aire libre, se deben tomar precauciones adicionales para protegerse contra una serie de enfermedades y problemas médicos relacionados con la exposición al sol.

Los problemas médicos más comunes

Golpe de calor: Los días calurosos y soleados pueden provocar golpes de calor, una condición potencialmente mortal que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura interna. Los síntomas incluyen mareos, náuseas, confusión y piel enrojecida y caliente. Los grupos más vulnerables son los niños pequeños, los ancianos y las personas con problemas de salud crónicos.

Quemaduras solares: Aunque parezca obvio, las quemaduras solares son una de las principales consecuencias de la exposición prolongada al sol sin protección adecuada. La piel puede quemarse en cuestión de minutos, y además de ser dolorosas, aumentan el riesgo de cáncer de piel a largo plazo.

Deshidratación: Las altas temperaturas pueden llevar rápidamente a la deshidratación, especialmente si uno no bebe suficiente agua durante el día. La deshidratación puede causar fatiga, dolor de cabeza y desequilibrios electrolíticos peligrosos.

Insolación: La insolación es una condición grave que puede ocurrir cuando el cuerpo se sobrecalienta debido a la exposición excesiva al sol. Los síntomas incluyen confusión mental, piel roja y caliente, pulso rápido y dolor de cabeza intenso.

Agravamiento de enfermedades crónicas: Aquellas personas que padecen enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares o respiratorias, pueden experimentar un empeoramiento de sus condiciones debido al estrés adicional que el calor extremo ejerce en el cuerpo.

Para evitar estas enfermedades y disfrutar de un verano seguro, los expertos en salud recomiendan seguir estas pautas

• Permanecer en la sombra durante las horas pico de sol

• Usar ropa ligera, transpirable y de colores claros que cubra la piel expuesta.

• Aplicar protector solar de amplio espectro con un SPF adecuado y volver a aplicarlo cada dos horas o después de nadar o sudar.

• Mantenerse hidratado bebiendo agua regularmente, incluso si no se siente sed.

• Evitar actividades físicas extenuantes durante los días más calurosos.

• Proteger a los niños y las mascotas del calor, nunca dejarlos en vehículos cerrados.