Investigación
Estos hábitos típicos del verano aumentan el riesgo de sufrir apnea del sueño
Trasnochar, beber y fumar más potencian los patrones de sueño irregulares
En el periodo estival solemos cambiar los hábitos de vida. Distintos horarios, planes diferentes, más tiempo para el ocio... algo que, durante el año, solemos hacer solo los fines de semana. Entre esas actividades más propias del tiempo libre se encuentran, en el caso de las personas jóvenes y de mediana edad, dormir más, beber más alcohol y, en algunos casos fumar más.
Unos hábitos que, mantenidos en el tiempo, pueden llevar a desarollar un trastorno del sueño afecta a más de siete millones de españoles, una cifra que ha aumentado un 45% en la última década.
Hablamos de la apnea obstructiva del sueño (AOS), la segunda enfermedad respiratoria más frecuente y el segundo trastorno del sueño más prevalente.
Esta es la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad de Flinders, que han denominado a este tipo de AOS "apnea social". A través de un estudio internacional, que analizó datos de más de 70.000 personas en todo el mundo, los científicos han demostrado que la apnea social es una nueva tendencia en la medicina del sueño, que ayudaría a explicar porque los síntomas se agravan despues de fines de semana de noches más largas, patrones de sueño irregulares y elecciones de estilo de vida menos saludables.
La investigación evidenció que los participantes tenían un 18% más de probabilidades de tener AOS de moderada a severa los fines de semana (sábados) en comparación con mitad de semana (miércoles). Dormir 45 minutos adicionales o más los fines de semana aumentó el riesgo de padecer apnea del sueño más grave en un 47 %. Los hombres tenían un 21% más de probabilidades de verse afectados, en comparación con un aumento del 9% en las mujeres.
Los adultos más jóvenes (menores de 60 años) tenían un riesgo 24% mayor los fines de semana, en comparación con el 7% de los de 60 años o más.
“La apnea del sueño ya es un importante problema de salud pública, pero nuestros hallazgos sugieren que su verdadero impacto puede estar subestimado”, afirma la autora principal e investigadora Lucía Pinilla de FHMRI Sleep Health. En España, se estima que hay unos 2 millones de personas sin diagnosticar. “La mayoría de las pruebas de diagnóstico clínico se realizan en una sola noche, generalmente entre semana, evitando el efecto del fin de semana que ahora llamamos apnea social”.
La experta explica que este aumento de trastornos respiratorios del sueño durante el fin de semana puede aumentar el riesgo de sufrir graves problemas de salud, como enfermedades cardíacas, depresión, demencia, fatiga extrema y accidentes automovilísticos y de otro tipo.
"Aún no sabemos exactamente por qué, pero el consumo de alcohol, un sueño más ligero y un uso menos constante de terapias para la AOS probablemente influyan", señala Danny Eckert , director de Salud del Sueño del FHMRI y autor principal del artículo, publicado en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
Aumento estacional
La apnea obstructiva del sueño tiende a empeorar durante el verano y el invierno, y su gravedad aumenta entre un 8 y un 19 % en comparación con la primavera y el otoño. Este aumento estacional se explica en parte por las temperaturas más altas, que interrumpen el sueño y provocan fases de sueño más ligeras, lo que se asocia con un peor SAOS. En invierno, dormir más y despertarse más tarde aumenta el tiempo de sueño REM, lo que también se relaciona con una mayor frecuencia de episodios de apnea.
Estos hallazgos se alinean con el concepto de "apnea social" y resaltan la necesidad de evaluaciones del sueño durante varias noches y enfoques más personalizados para el diagnóstico y el tratamiento.
"Basar en un estudio del sueño de una sola noche puede pasar por alto variaciones importantes, lo que lleva a un subdiagnóstico o una clasificación errónea de la gravedad de la AOS", afirma Bastien Lechat , autor principal de un artículo independiente recién publicado en la prestigiosa revista Nature's Communications Medicine, que señala que mecanismos similares pueden impulsar la variabilidad estacional en la gravedad de la AOS.
Para combatir la “apnea social”, Eckert recomienda mantener una rutina de sueño regular (asegurando dormir entre 7 y 9 horas), tener una hora fija para despertarse y usar la terapia prescrita para la AOS, incluso los fines de semana