
Salud
Estos son los primeros síntomas de la parálisis facial por estrés
Reconocer los primeros síntomas y acudir al médico a tiempo puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y una complicación más grave

El estrés, una de las principales causas de enfermedades en el mundo moderno, afecta tanto a la mente como al cuerpo. Aunque muchos conocen sus efectos en la salud mental, pocos saben que el estrés también puede desencadenar problemas físicos graves, entre ellos la parálisis facial, un trastorno que está cobrando relevancia en la sociedad actual. Conocida como parálisis facial por estrés o parálisis de Bell, esta afección afecta la capacidad de los músculos faciales para moverse correctamente, y aunque no suele ser mortal, puede ser muy desconcertante y preocupante.
Los primeros síntomas de la parálisis facial por estrés pueden ser sutiles y no siempre son reconocidos de inmediato, lo que hace que muchas personas no busquen ayuda a tiempo. Entre los primeros signos que podrían indicar la presencia de este trastorno, destacan los siguientes:
- Debilidad o caída de un lado de la cara: Uno de los síntomas iniciales más comunes es una sensación de debilidad o dificultad para mover un lado de la cara. La persona puede notar que el lado afectado no responde bien a las expresiones faciales, como al sonreír o al levantar las cejas.
- Dificultad para cerrar el ojo en un lado de la cara: El estrés puede afectar los nervios responsables del control de los músculos faciales, y una de las primeras señales de alarma es la incapacidad para cerrar completamente un ojo, lo que puede generar molestias, sequedad ocular o incomodidad al parpadear.
- Asimetría facial: A menudo, los pacientes comienzan a notar una pérdida de simetría en su rostro. El lado afectado de la cara puede mostrar una expresión menos natural, haciendo que la persona parezca tener una "cara caída" o distorsionada.
- Dolor o incomodidad en la zona facial: En algunos casos, las personas pueden experimentar dolor o sensibilidad en el área de la mandíbula, la oreja o incluso en los músculos faciales. Este dolor puede ir acompañado de una sensación de rigidez en el rostro, especialmente al intentar moverlo.
- Cambios en la percepción del sabor o el gusto: Aunque menos comunes, algunos pacientes han reportado alteraciones en el gusto en el lado afectado de la lengua debido a la afectación de los nervios faciales.
El estrés prolongado o excesivo es la principal causa de este tipo de parálisis facial, aunque también pueden influir otros factores como infecciones virales o traumas en la cabeza. A pesar de que la parálisis facial por estrés puede ser reversible, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para evitar complicaciones a largo plazo.
En la mayoría de los casos, la afección mejora con el tiempo, pero es importante que el paciente reciba un seguimiento médico adecuado. Los tratamientos incluyen la administración de medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia para mejorar la movilidad facial y, en algunos casos, ejercicios para fortalecer los músculos faciales.
Además, se recomienda implementar cambios en el estilo de vida para reducir el estrés, como practicar técnicas de relajación, meditación o yoga, y asegurarse de mantener un equilibrio saludable entre trabajo y descanso.
Los expertos subrayan que la parálisis facial por estrés es una señal de que el cuerpo está sobrecargado, por lo que no debe ser ignorada. Reconocer los primeros síntomas y acudir al médico a tiempo puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y una complicación más grave. Es esencial cuidar nuestra salud mental y aprender a gestionar el estrés para evitar que problemas como la parálisis facial se conviertan en una preocupación mayor.
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