Faringitis y laringitis: estas son claves para cuidar tu garganta en verano

Con la llegada del verano y las altas temperaturas, es importante prestar especial atención a nuestra salud, incluyendo el cuidado de la garganta. La faringitis y la laringitis son dos afecciones comunes que pueden afectar nuestra voz y causar molestias significativas. Para evitar complicaciones y disfrutar plenamente de la temporada estival, es fundamental seguir algunas claves para cuidar adecuadamente nuestra garganta.

La faringitis, caracterizada por la inflamación de la faringe, y la laringitis, que afecta la laringe o cuerdas vocales, suelen ser más comunes durante los meses más cálidos debido a diversos factores. El consumo excesivo de bebidas frías, el abuso vocal, la exposición prolongada a aires acondicionados y el contacto con el agua clorada en piscinas pueden contribuir al desarrollo de estas afecciones.

Para evitar la faringitis y la laringitis, los expertos en salud recomiendan seguir estas claves durante el verano

Hidratación adecuada: Beber abundante agua a temperatura ambiente para mantener la garganta lubricada y evitar la sequedad.

Evitar cambios bruscos de temperatura: Al salir de lugares con aire acondicionado o al ingresar a piscinas, es importante permitir que el cuerpo se adapte gradualmente a la temperatura ambiente.

Moderar el consumo de bebidas frías y helados: Aunque pueden ser refrescantes, su consumo excesivo puede irritar la garganta. Es mejor optar por alimentos frescos como frutas y ensaladas para mantenernos hidratados.

Cuidar la voz: Evitar gritar, hablar en tonos muy altos o forzar la voz en entornos ruidosos. Si es necesario hablar mucho, es recomendable hacerlo con moderación y descansar la voz cuando sea posible.

Evitar el contacto con personas enfermas: La faringitis y la laringitis pueden ser contagiosas, por lo que es importante evitar el contacto cercano con personas que presenten síntomas, como tos o dolor de garganta.

Realizar gárgaras con agua tibia y sal: esta solución ayuda a aliviar la irritación y reducir la inflamación de la garganta.

Si a pesar de seguir estas recomendaciones se experimenta dolor de garganta persistente, dificultad para tragar o cambios en la voz, se recomienda acudir a un médico para recibir un diagnóstico adecuado y el tratamiento correspondiente.