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Salud
Confirman qué probióticos alivian la depresión y cómo
Publicado uno de los primeros ensayos en población occidental que demuestra los efectos positivos de los suplementos probióticos sobre la salud mental
La depresión es la principal causa de discapacidad en el planeta. Se la conoce como la enfermedad del siglo XXI, ya que aproximadamente 280 millones de personas en el mundo la sufren, según la OMS. En España, la padece el 5% de la población, aunque algunos informes apuntan que alrededor del 20% de los españoles refieren síntomas relacionados con ella.
Este trastorno emocional, que puede causar gran sufrimiento a la persona afectada y llevarla al suicidio, se trata normalmente con antidepresivos. Sin embargo, entre el 15 y el 30% de las personas con depresión no responden a este tipo de medicamentos.
Aunque la relación entre la alimentación y nuestra salud mental es compleja, algunos estudios científicos han demostrado que la dieta puede agravar los síntomas de la depresión o, por el contrario, atenuarlos. Puede sorprender a muchos, pero la flora intestinal (los trillones de bacterias y microbios que viven en nuestro tracto digestivo) puede afectar al padecimiento de esta enfermedad. Son muchos los expertos que sostienen que tener una microbiota sana es fundamental para un cerebro sano.
Ahora, un nuevo estudio publicado en JAMA Psychiatry, afirma que las personas con trastorno depresivo mayor que tomaron suplementos probióticos que contenían 14 cepas de bacterias demostraron una reducción de los síntomas de depresión y ansiedad.
El ensayo, doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo, de ocho semanas de duración, fue realizado por investigadores del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres, en colaboración con ADM Protexin. Los investigadores querían explorar la conexión entre la mejora de la salud intestinal -específicamente, el uso de suplementos probióticos- y su efecto sobre la salud mental.
Examinaron a 50 pacientes ambulatorios diagnosticados con depresión mayor que obtuvieron una puntuación superior a 13 en la Escala de Calificación de la Depresión de Hamilton (HAMD-17). En el transcurso del estudio, los participantes tomaron antidepresivos durante seis o más semanas y recibieron instrucciones de no hacer cambios.
Los 49 adultos con trastorno depresivo mayor que no respondieron a los antidepresivos recetados recibieron un suplemento probiótico con una mezcla de 14 cepas o un placebo idéntico. En total, 24 participantes tomaron el probiótico. ¿Los resultados? Aunque ambos grupos mostraron mejoras en sus síntomas durante el estudio, se observaron mejoras más significativas en el grupo probiótico a partir de la cuarta semana.
"Este estudio es uno de los primeros ensayos en una población occidental que demuestra tanto la buena tolerabilidad de los probióticos como sus efectos positivos sobre la salud mental en adultos con depresión que toman antidepresivos en la actualidad", explica la Dra. Viktoriya Nikolova, autora principal del trabajo.
"Un hallazgo particularmente interesante fue el cambio en las puntuaciones de ansiedad, que rara vez se han explorado en estudios de probióticos en la depresión", añadió, la también profesora del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres, en declaraciones a Medical News Today.
Los prometedores resultados han dado lugar a la planificación de un ensayo de seguimiento más amplio. "Dados los interesantes resultados obtenidos en este ensayo, el profesor Stone, investigador principal del estudio, está planeando un ensayo de seguimiento más amplio, pero aún no se ha confirmado", añadió la doctora.
Cómo afecta el microbioma intestinal a la salud mental
Nuestra comprensión del microbioma intestinal y su impacto en la salud mental está aún en pañales, pero sabemos que los microorganismos que viven dentro de nuestro intestino afectan a la digestión, el metabolismo y la inflamación; y sabemos que el cerebro y el sistema digestivo se comunican a través de señales neuronales y hormonales, denominadas colectivamente eje intestino-cerebro.
Parece casi seguro que, aunque son sistemas independientes, se influyen mutuamente a través de una serie de vías fisiológicas y bioquímicas, como las hormonas, el sistema inmunitario y los sustratos metabólicos que produce la microbiota.
"Este estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencia sobre el vínculo entre el microbioma intestinal y la salud mental y es un importante paso adelante en la comprensión de cómo los probióticos pueden ser utilizados para apoyar la salud mental", concluye Nikolova. La mayor limitación de este estudio fue el pequeño tamaño de la muestra y que no todos los probióticos son iguales.
Hay diferentes especies y cepas que probablemente tenga un impacto distinto en cada organismo. Existen numerosos alimentos ricos en probióticos que las personas pueden incorporar a su dieta para mejorar su salud intestinal, como el yogur, el chucrut, el miso, el tempeh y el kéfir. También se pueden encontrar cepas probióticas en cereales fermentados, legumbres, maíz, mijo perla y sorgo.
Buenas fuentes de prebióticos (alimentos ricos en fibra que favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas) son los cereales integrales, las manzanas, los plátanos, las cebollas, el ajo, los espárragos y las alcachofas. Otros alimentos lácteos que pueden ayudar son el suero de leche cultivado, el queso, el natto (del que hablamos en LA RAZÓN de forma reciente) y los encurtidos.
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