Residencias
La denuncia de lesiones graves de un anciano de 92 años en una residencia de Toledo: «A mi padre le agredieron»
Félix fue ingresado en el hospital con heridas y una cadera rota. La residencia apunta que por una caída, pero la hija del paciente ha puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil
Moratones y heridas por todo el cuerpo, en los pómulos, la frente, las muñecas, los brazos y una cadera rota. Así ingresó Félix, un hombre de 92 años, en el Hospital de Toledo el pasado 18 de abril, según relata su hija Julia, que ha denunciado la situación ante la Guardia Civil. Según el personal de la residencia, en la localidad de Bargas (Toledo), las heridas se debieron a una caída. Sin embargo, el propio Félix contó a su hija que había sido agredido por un compañero dentro del complejo.
Félix ingresó en la residencia de DomusVi en febrero, desde hacía aproximadamente un mes y medio. Desde entonces, su hija cuenta que su estado no ha hecho más que empeorar. «Mi padre entró caminando, no llevaba pañal, se hacía su comida, se lavaba su ropa y ahora está sentado en una silla de ruedas», relata la familiar en el programa Mañaneros 360 de RTVE, donde cuestionó públicamente la versión oficial de la residencia.
El día en que su padre ingresó en el complejo hospitalario, Julia cuenta que recibió una llamada, de madrugada, por parte de la residencia. En ella le comunicaban que su padre se había caído y se había roto la cadera. Cuando se presenta en el hospital se queda completamente «atónita» al comprobar el estado de Félix y ver cómo las heridas «no cuadran» con la versión del centro, relata el reportero. Según informa, hasta cuatro partes médicos contradicen esta versión. «Lo de la agresión, posible agresión, nos lo dijeron los médicos en Urgencias», añade.
La versión del centro
La residencia sostiene que Félix padece deterioro cognitivo y se reafirma en la explicación de la caída como causa de las lesiones. «Tiene picos», reconoce la hija, refiriéndose a los episodios de confusión o pérdida cognitiva del anciano, que fueron los que la empujaron a que ingresara en una residencia.
Fernando, de 92 años, sufrió graves golpes. Su hija ha denunciado a la residencia
"La forma de ganar dinero en una residencia para los fondos de inversión es ahorrando en personal y dando mala alimentación", dice Manuel rico, especialista en lo que pasa y pasó en los geriátricos pic.twitter.com/eRaN3nzqMy
— Malas Lenguas (@MalasLenguasLa2) May 7, 2025
Al intentar recabar una versión oficial, RTVE afirma haber podido contactar con la residencia, que es de gestión público-privada. Ellos afirman que se activó el protocolo de caídas, que se atendió al paciente, que se le trasladó al hospital y se avisó a la familia. Cuando Félix y Julia dicen que parece una agresión, la residencia se remitió a la caída.
Mientras tanto, la familia ha solicitado el traslado inmediato de Félix, sin éxito. Julia insiste en que «yo lo que quiero es llevármelo de aquí», expresando la urgente necesidad de alejar a su padre de ese entorno. Además, señala que ella reside en Talavera de la Reina, a 80 kilómetros del centro.
La denuncia ante la Guardia Civil ya está presentada, que investiga si se produjo una agresión en el centro.
Expertos alertan sobre problemas estructurales en las residencias
El caso ha suscitado reacciones en expertos en el sector. Manuel Rico, especialista en Geriatría y autor del libro Vergüenza, lamenta en el programa Malas Lenguas de la televisión pública que sucesos como este sigan ocurriendo. También apunta que «la inmensa mayoría de los trabajadores de las residencias hacen un trabajo absolutamente abnegado y que yo creo que despierta la admiración de cualquier persona que lo conozca».
Rico advierte que el problema no es solo un posible agresor, sino un contexto más amplio: «Estamos hablando de alguien que es un delincuente en una residencia y que probablemente es un delincuente en cualquier otro sitio. Pero el testimonio de su hija sí que introduce un elemento muy importante que es que cuando entró caminaba y ahora le han puesto un pañal, está en una silla de ruedas».
Este cambio drástico en la condición física de Félix «conecta con la falta de personal absoluta que hay en la práctica totalidad de las residencias». Además, señala que DomusVi es «un grupo hegemónico en España», controlado por un fondo de inversión.
Según Rico, «Los fondos de inversión, en residencias o en cualquier otra actividad, vienen a ganar dinero y hacer negocio. La forma de ganar dinero en una residencia es ahorrando en personal precisamente y dando una mala alimentación».
El especialista advierte que esta situación «sí que es un elemento estructural que debería abordarse en serio en toda España porque afecta a la calidad de vida de las personas mayores». Añade que «es completamente indigno que esto esté pasando» y recuerda que en el país hay aproximadamente 400.000 personas viviendo en residencias.
«No todas hay residencias que funcionan excelentemente bien, pero en muchas residencias que se dejan en manos de este tipo de empresas que solo vienen a lucrarse con los cuidados de los mayores. Y eso es completamente inaceptable e indigno en un estado como el nuestro que se define como estado de bienestar», concluye.
Mientras continúan las investigaciones sobre el caso de Félix, la denuncia ha puesto en el foco el debate sobre la calidad y supervisión de las residencias de ancianos en España, y la necesidad urgente de proteger a una población vulnerable frente a posibles abusos y negligencias.