Opinión

Innovación en salud: una inversión de futuro

«En los próximos años veremos el advenimiento de nuevas terapias que van a permitir una verdadera explosión de la medicina personalizada»

"El beneficio es claro: por cada euro que Europa invierte en salud, obtiene más del doble en beneficios económicos"
"El beneficio es claro: por cada euro que Europa invierte en salud, obtiene más del doble en beneficios económicos"DREAMSTIMELA RAZÓN

Vivimos tiempos cambiantes en nuestro sector, y quienes trabajamos para seguir haciendo avanzar la innovación en salud nos enfrentamos a retos apasionantes que nos motivan para seguir trabajando día a día.

El inicio de año siempre es una buena época para hacer balance de lo vivido y explorar la nueva página por escribir que tenemos ante nosotros. En mi caso, este balance va irremediablemente unido a mi llegada a España tras mis primeros meses en Johnson & Johnson Innovative Medicine Iberia asumiendo la responsabilidad de liderar la organización y puedo decir que me siendo afortunada de vivir en este tiempo y en esta compañía.

En J&J aspiramos a liderar el rumbo de la Medicina, y no podemos hacerlo en una época más apasionante que la actual, en la que sin duda afrontamos la llegada de innovaciones médicas, científicas y técnicas como nunca antes en la historia. En los próximos años veremos el advenimiento de nuevas terapias que sin duda van a permitir una verdadera explosión de la medicina personalizada al servicio de un sistema de salud más individualizado, sostenible, equitativo y accesible.

Pero este entorno dinámico y cambiante, rodeado de un panorama geopolítico complejo y en el que Europa afronta innumerables retos si no quiere perder el tren de la innovación, nos obliga también a ajustar nuestra perspectiva sobre muchas cuestiones. El futuro de la salud en Europa depende, sin duda, de nuestra capacidad para llevar estas innovaciones a los pacientes que las necesitan con urgencia.

Sin esos ajustes, la evaluación tradicional de tecnologías sanitarias, centrada en coste-efectividad a corto plazo, corre el riesgo de ignorar los beneficios significativos que esta revolución médica trae consigo a más largo plazo. Esto no implica solo beneficios clínicos directos, sino también ventajas sociales y económicas, como el aumento de la productividad de los pacientes y cuidadores, así como ahorros en el sistema de asistencia social. El beneficio es claro: por cada euro que Europa invierte en salud, obtiene más del doble en beneficios económicos.

La terapia génica o las terapias avanzadas son un buen ejemplo de ello y de cómo el futuro no siempre encaja en un marco regulatorio pensado para una época que no se ajusta a la actual. Es necesario entre todos apreciar esta innovación como una inversión, especialmente para una población que envejece muy rápidamente y que demandará tratamientos innovadores para enfermedades más complejas de tratar.

En la Unión Europea se prevé que el porcentaje de personas mayores de 65 años crecerá de un 20,2% en 2019 al 31,3% en 2100, lo que incrementa la carga en los sistemas sanitarios, haciendo aún más crucial la inversión en innovación para gestionar estas tendencias demográficas.

En este sentido, es crucial que revisemos entre todos estas metodologías y enfoques para poder apreciar en toda su magnitud los beneficios a corto, medio y largo plazo que la innovación aporta, no solo al paciente que se beneficia de ella a título individual, sino considerando los beneficios que conlleva para toda la sociedad en su conjunto.

Afrontar este debate con todos los agentes del sistema implicados garantizará que nuestras decisiones tengan un impacto positivo duradero, reconociendo la inversión en salud como una apuesta común y colectiva hacia un futuro sostenible y saludable para todos; donde la innovación llegue en tiempo y de manera equitativa y accesible a las personas que lo necesitan; venciendo barreras que impiden su adopción.

La salud de las comunidades en las que vivimos y el éxito de nuestros sistemas sanitarios dependen de ello.