
Investigación
Tienes el intestino irritable y no puedes comer gluten, ¿seguro o es por el efecto nocebo?
Un estudio encuentra que el trigo, la cebada y el centeno son alimentos seguros para muchas personas con síndrome del intestino irritable y alertan del efecto nocebo

Restringir el gluten por elección, porque inflama, engorda..., no es una decisión saludable. Al quitar el gluten se restringen los hidratos de carbono, por lo que en principio uno puede adelgazar pero después tendrá falta de nutrientes (vitamina B, magnesio...), lo que puede derivar en atracones. Y no solo si es por decisión propia.
Investigadores de la Universidad McMaster, en Canadá, han descubierto que muchas personas con síndrome del intestino irritable (SII) que creen que son sensibles al gluten o al trigo pueden no reaccionar realmente a estos ingredientes.
El estudio, publicado recientemente en la prestigiosa revista "The Lancet Gastroenterology and Hepatology", incluyó a participantes con diagnóstico clínico de SII que aseguraron sentirse mejor llevando una dieta sin gluten.
Los investigadores dieron a estos individuos barritas de cereales que contenían gluten, trigo integral o ninguno de los dos, sin saber cuál era cuál, en un orden aleatorio.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores diseñaron un ensayo cruzado, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo con 29 participantes. Esto significa que ni los participantes ni los investigadores sabían qué barrita consumían en cada momento. Tras cada prueba, los participantes informaron de sus síntomas y se analizaron muestras de heces para medir objetivamente la ingesta de gluten.
Aunque la mayoría de los participantes afirmaron haber consumido las barritas de gluten o trigo, las pruebas de laboratorio mostraron que muchos no lo hicieron. Según el estudio, solo alrededor de un tercio siguió la dieta según las instrucciones, lo que sugiere que algunos podrían haber omitido las barritas para evitar los síntomas.
En concreto, los investigadores descubrieron que la cantidad de personas que experimentaron síntomas peores fue similar en los tres grupos, incluido el placebo sin gluten, lo que sugiere que las expectativas y creencias, más que los ingredientes en sí, pueden estar impulsando los síntomas en muchos casos.
Es decir, por el efecto nocebo, un fenómeno psicológico en el que una persona experimenta efectos adversos o empeoramiento de sus síntomas porque cree que una sustancia o medicamento, aunque sea un placebo, les causará daño o efectos negativos.
"No todos los pacientes que creen tener una reacción al gluten la tienen realmente. Algunos realmente tienen sensibilidad a esta proteína alimentaria, pero para muchos otros, es la propia creencia la que desencadena sus síntomas y las consiguientes decisiones de evitar los alimentos con gluten", incide el autor principal, Premysl Bercik, profesor del Departamento de Medicina de McMaster, en un comunicado.
Y es que cada vez son más los que aseguran tener intolerancia al gluten sin que un médico haya diagnosticado eso.
Cuando posteriormente se les indicó a los participantes qué barritas les causaban síntomas gastrointestinales, la mayoría no cambió sus creencias ni su dieta.
Bercik asegura que los hallazgos sugieren que algunos pacientes con el síndrome del intestino irritable podrían beneficiarse, además de la orientación dietética, del apoyo psicológico y la atención personalizada.
Lo que necesitamos mejorar en el manejo clínico de estos pacientes es trabajar más con ellos, no solo decirles que el gluten no es el desencadenante y pasar página, señalan los investigadores.
Muchos de ellos podrían beneficiarse del apoyo psicológico y la orientación para ayudar a desestigmatizar el gluten y el trigo y reintroducirlos de forma segura en su dieta.
El estudio arroja luz sobre por qué muchas personas con síndrome del intestino irritable evitan el gluten, incluso cuando no sea la verdadera causa de sus síntomas. Es, como decíamos antes, por el efecto nocebo, que es en esencia el efecto opuesto al placebo, donde las expectativas positivas conducen a la mejoría.
Según los investigadores, el efecto nocebo, en el que las expectativas negativas por sí solas pueden desencadenar síntomas reales, podría ser en parte la razón.
"Internet tiene una fuerte influencia. Muchos pacientes publican lo mal que se sienten con el gluten. Por supuesto, esto influye en los demás", advierte Bercik, que añade que, para algunas personas con síndrome de intestino irritable evitar el gluten es una forma de controlar su situación. Continuar con una dieta sin gluten puede proporcionar a los pacientes un método para intentar controlar sus síntomas, aunque esto implique seguir restricciones dietéticas que en ellos resultan innecesarias.
De hecho, en la actualidad ya se sabe que no es necesario eliminar el gluten de la dieta de todas las personas con síndrome del intestino irritable. Si bien algunos individuos pueden experimentar alivio de sus síntomas al reducir o eliminar el gluten, no es una recomendación general para todos los pacientes. Sin embargo, muchos eliminan el gluten pese a no haber recomendación médica.
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