Entrevista

«La obesidad está vinculada al mieloma múltiple»

Entrevista a Paula Jiménez Fonseca, oncóloga experta en Nutrición

Paula Jiménez Fonseca
Paula Jiménez FonsecaHugo Alvarez Garcia(c)Hugo Alvarez

1.- ¿Qué es un mieloma múltiple?

El mieloma múltiple es un tipo de cáncer que afecta a las células plasmáticas, un tipo de glóbulo blanco que se encuentra en la médula ósea, el tejido situado en el centro de la mayoría de nuestros huesos. Las células plasmáticas son esenciales para nuestro sistema inmunológico porque son las responsables, entre otras funciones, de producir anticuerpos, las proteínas que nuestro cuerpo usa para combatir las infecciones.

Cuando las células plasmáticas se vuelven cancerosas, crecen descontroladamente, dañando el tejido óseo lo que suele causar dolor en los huesos y debilitando el sistema inmunológico, lo que hace que sea más difícil para el cuerpo combatir las infecciones.

A pesar de su gravedad, existen varios tratamientos disponibles, incluyendo quimioterapia, radioterapia y trasplante de células madre y la elección de uno u otro dependerá de la etapa y características del mieloma y del estado general de salud de cada paciente.

2.- ¿Por qué es tan importante la dieta en el caso de padecer mieloma múltiple?

La dieta juega un papel crucial en la salud general y en el bienestar de las personas que padecen un cáncer y esto es extensible a pacientes con mieloma múltiple.

En primer lugar, una dieta equilibrada contribuye a mantener un peso saludable y fortalecer el sistema inmunológico, esenciales para combatir el mieloma y tolerar los tratamientos.

En segundo lugar, aunque los nutrientes que aporta una dieta saludable por sí solos no pueden combatir el mieloma, si ayudan a mejorar el estado general del paciente y complementan la eficacia de los tratamientos.

En resumen, una buena nutrición puede ayudar a las personas con mieloma múltiple a sentirse mejor, tolerar mejor el tratamiento y recuperarse más rápido, especialmente si se combina con ejercicio físico adaptado.

3.- ¿Cuál sería la dieta y los alimentos más indicados para las personas que sufren esta enfermedad?

La dieta adecuada para una persona con mieloma múltiple debe ser balanceada y adaptada a las necesidades individuales de cada paciente, considerando sus síntomas y la tolerancia a ciertos alimentos. Esto siempre debe ser discutido con el médico.

Sin embargo, es crucial destacar la importancia de las proteínas, tanto de origen animal como vegetal, en la dieta de estos pacientes, ya que ayudan a reparar los tejidos y células dañados por el cáncer y sus tratamientos.

Los alimentos ricos en proteínas vegetales como las legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, guisantes, soja), cereales (quinoa, avena, trigo sarraceno), semillas (de girasol, calabaza, chía, lino, sésamo), frutos secos y ciertas verduras como espinacas, brócoli y champiñones, aportan además otros nutrientes esenciales y deben formar parte de la alimentación diaria de estos pacientes.

4.- ¿Una dieta saludable puede contribuir a prevenir el mieloma múltiple o solo ayuda a poder convivir con él?

Una dieta saludable y equilibrada puede jugar un papel importante tanto en la prevención como en la convivencia con enfermedades como el mieloma múltiple. Aunque no puede prevenir directamente el mieloma, seguir una dieta balanceada puede ayudar a mantener un peso saludable, lo que es relevante ya que la obesidad ha sido vinculada con un mayor riesgo de este tipo de cáncer.

Una dieta balanceada y rica en nutrientes es esencial para mantener un sistema inmunológico fuerte y tolerar mejor los tratamientos. Por ejemplo, frutas y verduras proporcionan vitaminas, minerales y fibra; los cereales integrales ofrecen energía y fibra; mientras que las carnes magras, pescados, huevos, lácteos y legumbres son excelentes fuentes de proteínas. Además, las grasas saludables, como las provenientes del aceite de oliva y los pescados azules, ayudan a mantener un peso adecuado y proporcionan energía.

Es importante también mantener una buena hidratación. Beber suficiente agua y otros líquidos no azucarados, como infusiones, ayuda a mantener los riñones funcionando correctamente y a contrarrestar algunos efectos secundarios de los tratamientos, como la deshidratación.

Por último, hay que recordar que cada paciente es único, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Es esencial discutir la dieta y la nutrición con el médico para adaptarla a las necesidades individuales.

5.- ¿Qué alimentos se recomienda evitar a un paciente con un mieloma?

Cada paciente es único, y ciertos alimentos pueden no ser recomendables dependiendo de su situación individual. No obstante, en términos generales, se aconseja limitar el consumo de alimentos procesados y aquellos con altas cantidades de sal, azúcar y grasas saturadas.

Los alimentos con altos niveles de azúcar, como refrescos, dulces, pasteles, mermeladas y ciertos cereales de desayuno deberían consumirse con moderación. Lo mismo aplica para los alimentos ricos en grasas saturadas, que incluyen ciertos productos cárnicos procesados, mantequilla, crema y comidas rápidas.

Los alimentos procesados, como las pizzas congeladas y las patatas fritas, a menudo contienen niveles altos de sal, grasas y azúcares, por lo que es mejor limitar su consumo. Finalmente, leer las etiquetas de los alimentos puede ayudar a identificar y limitar aquellos con contenido elevado de sal, azúcares y grasas saturadas.

6.- ¿Qué aspectos destacaría en la dieta diaria de un paciente con mieloma?

La alimentación de un paciente con mieloma debería priorizar la facilidad de ingestión y la digestibilidad. En ese sentido, es importante que alguien asista al paciente en la preparación de las comidas si es necesario.

Se recomienda realizar unas cinco comidas al día con alimentos de textura suave y de fácil digestión. Ejemplos de esto son los purés de verduras con patata, carnes y pescados blancos a la plancha, tortilla francesa, frutas, yogures, y batidos de frutas y verduras. Estos alimentos aportan nutrientes esenciales sin ser demasiado pesados para el sistema digestivo.

El mantenimiento de una buena hidratación es esencial. En caso de que el paciente tenga dificultades para beber agua, puede optar por infusiones digestivas como la menta poleo, el jengibre, la manzanilla, el hinojo, el regaliz o el anís.

7.- ¿Durante los tratamientos quimioterápicos requeridos en algunos casos de esta enfermedad, que debilitan el organismo, puede una dieta saludable contribuir a reforzar el sistema inmune?

Durante el tratamiento del mieloma múltiple, es posible que los pacientes experimenten efectos secundarios que pueden interferir con su nutrición, como cambios en el apetito, alteraciones del sabor de los alimentos, náuseas, vómitos, lesiones en la boca, diarrea y dificultad para tragar. Estos problemas pueden contribuir a la desnutrición, lo que a su vez puede causar un mayor

cansancio y debilidad, agravando la fatiga provocada tanto por la enfermedad como por los tratamientos.

Una dieta saludable y equilibrada puede ayudar a contrarrestar estos efectos, asegurando que el paciente obtenga suficientes calorías y nutrientes para mantener su energía y fuerza. Además, el ejercicio físico adaptado y supervisado puede ser de gran ayuda para mejorar la tolerancia al tratamiento.

También existen estrategias dietéticas específicas que pueden aliviar algunos de estos síntomas. Si los alimentos saben metálicos, se pueden macerar las carnes con especias y utilizar cubiertos de plástico para ayudar a minimizar este problema. El jengibre puede ser beneficioso para manejar las náuseas y los vómitos y la harina de algarrobo puede contribuir a combatir la diarrea.