Alimentación
El pescado típico en España que protege contra el cáncer y la mortalidad, según un estudio japonés
El investigador principal descubre una relación entre estos pescados y un menor riesgo de morir por todas las causas: «Ahora se los doy a mis hijos para comer»
Comer de forma saludable y equilibrada puede suponer la diferencia entre estar sano o enfermar. La alimentación juega un rol muy relevante en el desarrollo de algunas enfermedades. Seguir una dieta rica en azúcar, sal y alimentos ultraprocesados puede aumentar el riesgo de mortalidad por enfermedad oncológica. Por el contrario, estudios anteriores han relacionado el seguimiento de una dieta saludable, como la dieta mediterránea, con un menor riesgo de morir de cáncer. Ahora, la ciencia está interesada en afinar un poco más y concretar, a través de estudios científicos, qué alimentos concretos pueden protegernos del cáncer.
Ahora, un estudio liderado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nagoya, en Japón, revela que comer pescados pequeños enteros puede reducir el riesgo de muerte por cáncer o cualquier otra causa en las mujeres. El autor principal analiza varios tipos de pescados pequeños. Estos, dice, son un componente esencial de las dietas tradicionales japonesa y mediterránea, ambas promocionadas por favorecer la longevidad y el envejecimiento saludable.
«Estudios anteriores han revelado el efecto protector de la ingesta de pescado sobre los resultados de salud, incluidos los riesgos de mortalidad», explica Chinatsu Kasahara, el investigador principal del trabajo. «Sin embargo, pocos estudios se han centrado en el efecto de la ingesta de pescado pequeño específicamente en los resultados de salud. Me interesó este tema porque tengo la costumbre de comer pescado pequeño desde la infancia. Ahora se los doy a mis hijos».
Publicado de forma reciente en la revista Public Health Nutrition, el estudio analizó los datos de un cuestionario de frecuencia de alimentos realizado a más de 80.000 participantes (34.500 hombres y 46.000 mujeres). Tenían entre 35 y 69 años de edad, y residían en Japón. Los científicos anotaron la frecuencia con la que los sujetos comían pescado pequeño entero e hicieron un seguimiento de los participantes durante una media de 9 años. Durante este tiempo, murieron unos 2.400 participantes, de los cuales cerca del 60% de las muertes se atribuyó a cáncer.
Al concluir el estudio, los científicos descubrieron que se había producido una reducción significativa de la mortalidad por cáncer y por todas las causas entre las mujeres que habitualmente comían pescado pequeño entero. La relación se mantuvo cuando cuando los investigadores tuvieron en cuenta los hábitos de vida que pueden influir en el riesgo de mortalidad, como el tabaquismo y el consumo de alcohol.
¿Qué pescados pequeños se relacionaron con una disminución del riesgo de cáncer?
Según los investigadores, en Japón es habitual comer pescado pequeño. Entre ellos enumeran algunos como jureles pequeños, pescadillas, eperlanos japoneses y sardinas. Por entero los investigadores entienden que debe incluir los órganos, las espinas y la cabeza.
Los peces pequeños tienen la ventaja de ser sostenibles, ya que normalmente no son objeto de sobrepesca como los peces más grandes y suelen tener niveles más bajos de mercurio. Es por ello que muchos nutricionistas y expertos en salud recomiendan el consumo regular de pescado pequeño. A la hora de pensar en pescados de agua fría que contengan menos mercurio, metales pesados y otros contaminantes, se suele animar a consumir sardinas, caballa, anchoas, salmón y arenque.
Los pescados pequeños, además de ser una fuente de proteínas saludables, también aporta una serie de beneficios nutricionales. Son muy ricos en ácidos grasos omega-3, que protegen la salud cardiovascular. Además, contienen micronutrientes como el calcio que fortalece los huesos, así como vitamina A, hierro, zinc y vitamina B12.
Este estudio se suma a las pruebas existentes sobre el consumo de pescado y la mortalidad por cáncer. Hemos visto en estudios anteriores que el consumo regular de pescado se asocia con un menor riesgo de cánceres gastrointestinales, además de ser un beneficio potencial para los supervivientes de cáncer que tienen dietas ricas en pescado azul. Dado que a muchos jóvenes se les está diagnosticando cáncer, sobre todo colorrectal, es importante que los investigadores sigan encontrando nuevas formas de proteger al organismo del cáncer, también a través de lo que comemos.
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