Otorrinolaringología

Los síntomas sutiles de la apnea del sueño en mujeres

Las tasas de infradiagnóstico son mucho más elevadas en las féminas que en los hombres

Las pausas respiratorias durante el sueño es por el colapso de la vía aérea
Las pausas respiratorias durante el sueño se producen por el colapso de la vía aéreaDREAMSTIMELA RAZÓN

«El ronquido puede ser solamente una molestia acústica, pero cuando va acompañado de pausas respiratorias que duran al menos 10 segundos y se repiten varias veces por hora, estamos ante apnea obstructiva del sueño (AOS)», explica el doctor Carlos O’Connor, otorrinolaringólogo especializado en trastornos respiratorios del sueño del Hospital Quirónsalud Marbella y Quirónsalud Campo de Gibraltar.

Sus síntomas y su gravedad pueden variar según el sexo, de ahí que las mujeres consulten menos. «Culturalmente, se cree que los ronquidos son un problema masculino, lo que hace que muchas mujeres no lo mencionen. Además, en ellas, los síntomas pueden ser más sutiles, como insomnio o fatiga persistente, lo que complica el diagnóstico», afirma el doctor O’Connor.

«También existe la idea equivocada de que solo los pacientes obesos sufren AOS, lo que deja fuera a mujeres delgadas con poca fuerza muscular en la zona orofaríngea y que corresponde al fenotipo hipotónico cada vez más frecuente en nuestra práctica», añade el otorrinolaringólogo.

Además, las tasas de infradiagnóstico son más elevadas en mujeres que en hombres, probablemente porque las mujeres consultan menos y por lo que decía el médico, los síntomas más sutiles, cuando un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en la calidad y la duración de la vida.

Pese a ello, «se estima que entre el 4% y el 8% de la población general padece apnea obstructiva del sueño, aunque hasta un 80% de los casos no se diagnostican. Cualquier paciente diagnosticado con hipertensión de nueva aparición sin causa conocida debería ser evaluado para descartar esta condición», aconseja el doctor.

En cuanto a la edad de diagnóstico, esta patología, según el especialista, «es más frecuente en hombres mayores de 40 años, pero también afecta a mujeres y niños». Y precisamente en ellas se diagnostica a edades más avanzadas, entre los 50 y los 60 años, se estima.

La apnea obstructiva del sueño puede ser hereditaria. «Existe un componente genético. Si uno de los progenitores padece apnea obstructiva del sueño, la probabilidad de que los hijos desarrollen la enfermedad es del 25-50%. Las características anatómicas y otros factores de riesgo también pueden heredarse», recuerda el doctor. Los genes ayudan a determinar el tamaño y la forma del cráneo, la cara y las vías respiratorias superiores y por ende que una persona pueda ser más propensa o no a sufrir esta patología asociada a «graves consecuencias para la salud, incluyendo incremento del riesgo de hipertensión, arritmias, infarto y accidentes cerebrovasculares; diabetes tipo 2 y resistencia a la insulina; depresión, ansiedad y deterioro de la memoria, y alta probabilidad de accidentes por somnolencia diurna», precisa el doctor O’Connor.

Además, «conlleva un mayor riesgo oncológico, ya que estudios recientes sugieren un aumento en la incidencia de ciertos tipos de cáncer en pacientes con AOS», añade este especialista.

Tratamientos

La presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), un compresor de aire que produce una presión positiva y constante, lo que permite mantener abierta la vía aérea, es el principal tratamiento para la apnea obstructiva del sueño. «Es el estándar de oro para casos moderados y severos», asegura el otorrinolaringólogo.

«Aunque puede ser difícil adaptarse al CPAP inicialmente, los beneficios a largo plazo son evidentes: mejor calidad del sueño, más energía, mejor estado de ánimo y reducción de riesgos graves para la salud», incide.

Otros tratamientos son los dispositivos de avance mandibular (DAM), «especialmente útiles en casos leves y moderados», y la «terapia miofuncional: una opción no invasiva para fortalecer los músculos orofaríngeos. Somos líderes en esta técnica y hemos comprobado su eficacia como tratamiento único o complemento a otras terapias», asegura el especialista. Y es que esta terapia, «además de ser cómoda y sencilla, produce mejoras en pocas semanas. Es fundamental acompañar al paciente durante todo el tratamiento para garantizar la adherencia y el éxito», destaca.

En cuanto a cirugías en sí, existen avances «como las nuevas faringoplastias ofrecen soluciones anatómicas más eficaces», añade el doctor.

Ahora bien como parte del tratamiento resulta crucial la pérdida de peso en aquellos pacientes con obesidad, así como en general mejorar la higiene del sueño, evitar alcohol y tabaco, y corregir malos hábitos respiratorios desde la infancia, tal y como recomienda O’Connor.