Opinión

Subastas y reversiones desmontan al PP en sanidad

Hay contradicciones en las que están incurriendo algunos de sus dirigentes en Andalucía y la Comunidad Valenciana

Fachada del Hospital de Manises, en Valencia
Fachada del Hospital de Manises, en Valencialarazon

Si el actual Gobierno de Pedro Sánchez no parece llamado a protagonizar grandes gestas sanitarias, como les sucedió a los anteriores, el PP tampoco tiene pinta de pasar a la historia por su gestión autonómica en este área. Traigo esto a colación por las contradicciones en las que están incurriendo algunos de sus dirigentes en Andalucía y la Comunidad Valenciana. Contradicciones que desmontan los mensajes que lanzaban desde la oposición y que dejan sin argumentos a los parlamentarios populares en parcelas concretas cuando tratan de tirarles de las orejas al PSOE.

Resulta que durante años el PP ha defendido la colaboración público-privada como fórmula para mejorar una gestión sanitaria anquilosada por el régimen funcionarial. Esta defensa de cambios imprescindibles se vino abajo cuando, ya en el poder, los populares tumbaron en Andalucía la fórmula de las empresas públicas que impulsaba esa gestión privada y eficiente en los centros. Por si fuera poco, ahora preparan una suerte de subasta edulcorada de medicamentos como la que tanto criticaban a María Jesús Montero.

En la Comunidad Valenciana, la situación es casi más grave, pues el Gobierno de Mazón no sólo no ha reactivado la fórmula concesional de Alcira, sino que tampoco ha frenado la reversión de los Hospitales de Denia y Manises, con un régimen similar. La integración de Denia en el modelo público arcaico supone de golpe un incremento de 300 empleados públicos más y un coste extra de 92 millones. La de Manises implicará 400 trabajadores más y un sobrecoste de 124 millones. ¿Mejorarán sus resultados? No lo parece. ¿No era mala la gestión tradicional de la sanidad? ¿Tenía razón entonces Carmen Montón en sus críticas a las concesiones sanitarias? ¿En qué quedamos?