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Los trasplantes de córnea, más precisos y con menos riesgos
Las técnicas lamelares son las más modernas y permiten reemplazar solo la parte enferma
Actualmente para llevar a cabo un trasplante de córnea, que es el lente externo transparente que hay en la parte frontal del ojo, hay disponibles varias técnicas, que se aplican en función de la patología que presente el paciente y el grado de evolución. Por un lado, está la denominada «técnica penetrante». Es una cirugía «clásica», en la que reemplazan un botón corneal de espesor completo.
Por otro lado, se pueden practicar también «técnicas lamelares». «Son las más modernas. Consisten en sustituir solo la parte de la córnea que está enferma. Puede ser cirugía anterior (DALK) o posterior (Dsaek y DMEK)», señalan Francisco Rosales y Miguel Contreras, del Servicio Integral de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, que practican ambas técnicas y trabajan con un equipo de oftalmología formado por otros diez profesionales más.
Se pueden beneficiar de estas nuevas técnicas todos aquellos pacientes con disminución de visión por enfermedad corneal que sean candidatos a trasplante. Las patologías que pueden precisarlo son todas aquellas que comprometan la transparencia y función de este órgano.
En función de la cantidad de tejido que esté dañado, se indicará queratoplastia penetrante (afecta a todas las capas), queratoplastia endotelial (incumbe solo al endotelio) o queratoplastia lamelar anterior (impacta en las capas anteriores corneales respetando el endotelio).
«Las causas de enfermedad de córnea pueden ser patologías degenerativas, traumatismos, infecciones, o defectos genéticos conocidos como distrofias. Así mismo, recurrimos a la queratoplastia como técnica de rescate para complicaciones graves que proceden de otro tipo de cirugías», indican Rosales y Contreras.
Precisamente, el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla acaba de realizar sus dos primeros trasplantes de córnea. «Los resultados han sido muy favorables. El primer paciente, intervenido mediante una técnica lamelar endotelial (DMEK) ha evolucionado de forma rápida y favorable.
El segundo paciente ha recibido un trasplante mediante la técnica penetrante (QPP) y también experimenta una evolución positiva, aunque a un ritmo más lento como es propio de esta cirugía», explican ambos doctores.
Implante de tejido
Para realizar estas dos intervenciones, el centro hospitalario ha tenido que elaborar un protocolo para el implante de tejido en colaboración con la Coordinación Autonómica de Trasplantes. Rosales y Contreras, con amplia experiencia en el campo de los trasplantes corneales, han sido los responsables de su elaboración. «El protocolo consiste en hacer una revisión de las técnicas y de los medios disponibles así como del personal capacitado. El hospital cuenta con los medios necesarios, ya que además de quirófanos bien dotados, dispone de unidad de recuperación y planta de ingreso para aquellos pacientes que lo precisen», afirman estos expertos.
Rosales y Contreras habían realizado ya el año pasado sus primeros trasplantes de membrana amniótica para pacientes que presentaban patología de superficie ocular –un caso de pterigium y otro de papiloma conjuntival–. «Este tejido, proveniente de donaciones altruistas de mujeres tras el parto, actúa como una nueva piel para el ojo (conjuntiva) y aporta factores de crecimiento que regeneran la superficie ocular», detalla el doctor Contreras. Según explica, el pterigium es una enfermedad donde la conjuntiva avanza sobre la córnea y la invade, provocando disminución de agudeza visual y fuerte impacto estético, con la posibilidad de afectar a ambos ojos. La cirugía consiste en eliminar este tejido y, cuando el defecto es grande, para rellenarlo, se utiliza el trasplante de membrana amniótica.
Papiloma conjuntival
Por su parte, el doctor Rosales apunta que el papiloma conjuntival es una patología tumoral de la superficie ocular, en su mayor parte de carácter benigno, pero que, a menudo, precisa de intervención quirúrgica. Cuando esto sucede, dependiendo de la localización anatómica y de la extensión del defecto, puede indicarse el trasplante de membrana amniótica.
Tras la autorización por parte del Servicio Andaluz de Salud después del informe favorable de la Coordinación Autonómica de Trasplantes para la extracción y el implante de tejidos, entre los que se encuentra el tejido ocular –córnea, esclera y membrana amniótica–, se abre la puerta para la donación de tejidos tras el fallecimiento y la realización de trasplantes de tejido ocular, convirtiéndose en una nueva herramienta de enorme importancia para los pacientes.
Posoperatorios distintos para cada cirugía
El posoperatorio de los trasplantes de córnea es diferente en función de la técnica que se haya utilizado. En el caso de las operaciones endoteliales durante los primeros días es necesario guardar reposo boca arriba, ya que el injerto se mantiene herido con aire o gas. Si para la intervención se ha recurrido a la técnica lamelar anterior no es necesario tratamiento postural, aunque la recuperación visual es más lenta. No es hasta a partir de los seis-ocho meses cuando se empiezan a retirar suturas. La técnica penetrante es la que tiene un posoperatorio más largo, ya que sustituye la córnea entera por una donada y las suturas no se retiran hasta que pasan entre ocho y 12 meses.
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