Alimentación
El "truco de la abuela" para cocinar la carne congelada si no has podido descongelarla antes
Se trata de uno de los alimentos que más propiedades y necesario para la salud por sus vitaminas, minerales y sobre todo proteínas
La carne es uno de los platos que siempre acompañan los platos de la gran mayoría de las personas. Pollo, ternera, pavo, cordero, cerdo... son muchos los animales de los que comemos pechugas, muslos y demás, y al igual que muchos alimentos necesitan un proceso para ser cocinados y después comidos. Ya no solo recién salidos de la carnicería, sino incluso cuando ha pasado tiempo en el congelador. Sin embargo el hecho de que nos olvidemos de descongelar el producto puede provocar que nos prive consumirla. Pero existe el "truco de la abuela" viral en TikTok, definitivo e ideal para cocinar la carne congelada si no has podido descongelarla antes.
En general, la carne es un alimento ampliamente consumido por su alto valor nutricional, y es que es una fuente de proteínas casi inigualable en el resto de alimentos. La carne contiene todos los aminoácidos esenciales para la recuperación y crecimiento muscular. A su vez, tiene un amplio aporte de hierro, presente en la carne roja que se absorbe mejor que el hierro de origen vegetal, y es rica en vitamina B12, clave para la producción de glóbulos rojos, el sistema nervioso o el metabolismo energético (su deficiencia puede causar anemia y problemas neurológicos).
Entre las propiedades de la carne también está el zinc, que fortalece el sistema inmunológico y fortalece la cicatrización, así como fósforo (esencial para huesos fuertes y producción de energía) o el selenio, un potente antioxidante que protege las células. La carne también es una importante fuente de creatina y carnosina.
Muchos de sus consumidores optan por comprar las carnes con bastante antelación y congelarla, para posteriormente descongelarla e ir cocinándola cada vez que va a ser consumida. La congelación, en sí, no afecta ni a los minerales ni a las proteínas ni las vitaminas A y D. Si bien durante la descongelación suele perderse líquido que contiene vitaminas y minerales, este proceso se produce igualmente al cocinar el producto.
Así debes cocinar la carne congelada si se te ha olvidado descongelarla antes: el truco viral de TikTok
Así, hay diversos estudios que matizan que la carne congelada en el punto máximo de frescura puede ser de mayor calidad e incluso más fresca que la carne envasada y vendida como fresca. Pero si optamos por cocinar la carne congelada, debemos saber la forma correcta de descongelarla antes de cocinarla.
Además, debemos descongelar la carne con antelación, pero a veces, se nos puede olvidar De esta forma, la usuaria de TikTok @soylayayajulia en Instagram, con decenas de miles de seguidores, ha compartido su "truco de la abuela" para poder cocinar la carne congelada en aquellos momentos en los que se nos olvida descongelarla y no morir en el intento.
"He comprobado que no hace falta dejarlo descongelando", aseguraba, recomendando sacar del congelador el filete en cuestión y posteriormente ponerlo directamente en la sartén o plancha. La tiktoker añade que es importante "no tenerlos mucho rato". "Le das la vuelta y que se dore también. Cuando se ha dorado el filete por los dos lados, bajamos el fuego y que se quede bajito para que se vaya haciendo por dentro".
De esta forma, este sería el truco definitivo para descongelar la carne rápido y de forma sencilla para cuando olvidemos descongelarla con antelación: primero, sacar la carne del congelador y ponerla en una bolsa de plástico, para posteriormente poner una olla vacía debajo del fregadero y colocar la bolsa con carne encima. Después, llenamos otra olla con agua caliente sin que llegue a hervir y echarla sobre la otra olla, esperar unos cinco minutos y cuando se descongele, retirar la bolsa y cocinar la carne.
Diversos estudios matizan que una vez que descongelamos la carne, es aconsejable consumirla antes de que hayan pasado veinticuatro horas, y que si queremos alargar su vida útil, podemos cocinarlo y refrigerarlo más tarde, aunque nunca más de 72 horas, e incluso volver a congelarlo.