Mascotas
Ellie, la gata con sangre de perro
Cuestión de vida o muerte. Un grupo de veterinarios ha salvado la vida de una gata gracias a la transfusión de sangre del perro de una de estas médicas
Donar sangre es sinónimo de regalar vida. Unos minutos de nuestro tiempo pueden hacer que otra persona pueda vivir años. Es el mayor exponente de la solidaridad: se da todo a cambio de nada. Y aunque cada vez la sociedad está más concienciada con ello, no es consciente de que esta práctica también puede darse entre animales.
En multitud de ocasiones los centros veterinarios no cuentan con la suficiente cantidad de sangre, lo que deriva en la muerte de cientos de seres por no ser transfundidos a tiempo. Por suerte, no fue el caso de Ellie, una gata de cuatro meses que gracias a una transfusión de sangre canina que le proporcionó un equipo de veterinarios de la clínica británica Gateshead, logró sobrevivir. El felino fue rescatado por la voluntaria Maureen Franklin, fundadora de un refugio para gatos abandonados llamado «New Beginnings». «Estaba completamente cubierta de pulgas cuando la rescatamos y, tras llevarla al veterinario, los profesionales detectaron que tenía una baja cantidad de glóbulos rojos», indicó la voluntaria.
Los veterinarios se vieron obligados a utilizar sangre de perro dado que no tuvieron tiempo suficiente para encontrar un donante felino. «Necesitaba una transfusión y, como revestía urgencia, la realizamos con sangre de perro», señaló la enfermera veterinaria Helen Spry, que ofreció a su propia perra Bella como donante.
En este sentido, instituciones como el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad CEU Cardenal Herrera, en España, han puesto de relieve la importancia de las transfusiones en la medicina veterinaria. Por ello, algunos centros, como la Clínica Veterinaria San Jorge han llegado a pedir donaciones de sangre para poder realizar transfusiones.
Una solución temporal
Este procedimiento entre especies se conoce como xenotransfusión, y sirvió para mantener a la pequeña gata a salvo al menos durante un corto periodo de tiempo, tras el cual su salud empeoró. por lo que era ya necesario buscar un donante felino. «Ellie sufría de anemia severa», destacó la veterinaria Sara Jackson, quien subrayó que, aunque «las transfusiones de sangre entre dos especies no son comunes», si no se hubiera realizado «la gata habría muerto».
Tras empeorar su salud después de la xenotransfusión, los veterinarios se vieron obligados a buscar un donante felino, «aunque la xenotransfusión la mantuvo con vida durante varios días, no había sido suficiente. La sangre de gato es un poco más difícil de encontrar que la de perro», indicó Maureen, quien a través de la ONG VetsNow hizo un llamamiento y en muy poco tiempo se encontró un donante para la gatita. «Encontramos uno perfecto», añadió la voluntaria. Después de la transfusión mostró una rápida mejoría. «Es impresionante el trabajo que realizaron los veterinarios, ya que cuando entró en la clínica estaba tan débil que apenas podía levantar la cabeza», explica Maureen.
La veterinaria Jackson agradeció a su equipo la labor desempeñada en una noche muy ajetreada: «Tuvimos múltiples casos en esa noche, mientras estaba transfundiendo al gatito, seguía de cerca a otro paciente crítico en el que estaba trabajando. Fue un trabajo de equipo increíble».
Desde Vets Now, el centro médico donde fue atendida Ellie, informaron que la gata se recuperó de forma satisfactoria. «Fue increíble. Los veterinarios hicieron un trabajo increíble y estamos muy agradecidos, justo la semana anterior tuve dos gatos que murieron antes de que pudiera ayudarlos», señala la rescatadora.
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