Coronavirus

Una familia atrapada en Boracay pide ayuda urgente para volver a España con su hija de tres años

“En esta isla no hay agua potable, no hay medicinas, han cerrado el hospital y mañana nos echan del hotel”, relata angustiado Álvaro. Aún no tienen respuesta del consulado

“Necesito de vosotros. Llevo 40 días en Filipinas con India, de 3 años. Atrapados en Boracay. Hemos aguantado mental y físicamente todo lo posible para dar prioridad a tanta gente mayor que lo necesita en nuestro país. Ahora debo tocar el botón. Os queremos. Mucho ánimo a todos. Esta es una película de todos, que nadie esperaba. Fuerza”. Así comienza el llamamiento de Álvaro Lorezana. Su familia y él han quedado atrapados en una isla de apenas 7 kilómetros donde acaba de “saltar el coronavirus”.

Hasta este momento no habían tenido ningún problema, pero según relata el propio Álvaro, la persona infectada es el doctor de la isla. Este hecho ha provocado que el ambulatorio se haya cerrado y hayan puesto en cuarentena a todas las enfermeras y personas que trabajan en ese pequeño hospital. “No tenemos asistencia”, cuenta este padre de familia asustado. La situación ha puesto en jaque a todo el mundo, incluso a los militares y la dueña del hotel les echa: “Nos han dicho que nos tenemos que ir hoy o mañana. En esta isla no hay agua potable, en esta isla no hay mascarillas, no se pueden comprar guantes, no hay antiséptico para las manos...”.

Tampoco hay medicamentos. Confinados en una habitación de ocho metros cuadrados sienten “agobio, claustrofobia y angustia por estar a 17.000 killómetros de España, de casa”. Y ya no pueden más. No saben qué harán mañana con una pequeña de tres años en la calle y no tienen respuesta del consulado. Horas y horas sin una contestación y sin que nadie les diga por qué no pueden alojarse en otro hotel ni qué van a comer, ya que también cierran los supermercados.

Y en medio de esta difícil situación, Álvaro atisba una solución. El aeropuerto de Borocay es internacional, por lo que no haría falta ir hasta Manila. “Aquí es posible que venga un vuelo y se lleve a cientos de personas, ya que quedan muchos turistas”, explica. Necesitan ayuda y con urgencia. Así lo intenta explicar también su pareja, Mara: “El único hospital que hay está cerrado y es una barbaridad. Que el único médico que hay haya contagiado a todas las enfermeras es lo que nos ha terminado de provocar un miedo terrible”.

Recuerdan que las medidas allí son muy estrictas y señalan a los jóvenes que fueron encerados en jaulas de perros en Manila por saltarse la cuarentena. “Ayudadnos por favor. Nosotros ya no podemos hacer nada. Sabíamos que la prioridad era la gente mayor en España, pero ahora sí estamos en una situación de urgencia”. Mara cuenta cómo allí no son conscientes de cómo se propaga el coronavirus. “Es aterrador no poder ir a un hospital, no poder acudir a ningún lado. Nos miramos los unos a los otros preguntándonos qué pasa aquí. Que nos saquen de aquí. Si nos pasa algo a alguno de nosotros, no tenemos con quién dejar a la niña".

Les echan del hotel, nadie les coge el teléfono ni les dice dónde pueden ir. “La situación es desesperante. Irse a Manila tampoco es solución. Hay 4.500 personas esperando un avión... Esperamos su ayuda, por favor”.