Sociedad
Los muertos que el Gobierno esconde
Según los datos del Instituto Carlos III, a partir del sistema de control diario de la mortalidad, en marzo y abril murieron 110.680 personas, 43.361 más que en los mismos meses de 2019
Al finalizar el mes de abril, mientras el Gobierno que preside Pedro Sánchez comunicaba el fallecimiento de 24.824 personas a causa del Covid-19, el sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MOMO) daba cuenta de un incremento de las muertes en España para los meses de marzo y abril de un 65 por ciento, es decir, 43.361 más que en el mismo período del año anterior. Pese a que el director del servicio de alertas sanitarias, Fernando Simón, señaló la imposibilidad de relacionar la totalidad de ese repunte con la pandemia –llegó a afirmar que podía deberse al tráfico rodado, entre otras causas–, lo cierto es que el desglose de fallecimientos por segmento de edad apunta hacia la única explicación posible: la matanza causada por el virus entre los más mayores, muchos de los cuales murieron en los centros asistenciales o en sus domicilios sin un diagnóstico sustentado por análisis clínicos. Así, en marzo fallecieron 36.703 personas con 75 años o más, cifra que se elevó en abril hasta los 39.013, o lo que es lo mismo, un incremento del 63 por ciento de muertes con respecto a los mismos dos meses del año anterior. El aumento de mortalidad producido entre los que tenían más de 64 años y menos de 74 fue del 46 por ciento, y el de los menores de 65 de «sólo» el 20 por ciento. El día más mortífero para nuestros ancianos fue el 31 de marzo de 2020, cuando fallecieron 2.295 mayores de 74 años. Las comunidades de Madrid y Cataluña se llevaron la peor parte. En el mismo segmento de edad, la sobremortalidad en Madrid fue, en números aproximados, de 11.000 personas; en Cataluña, de 10.000. Cifras menores se dieron en Andalucía, con más de 1.200 fallecimientos, y en Castilla-La Mancha, con un número similar. Como dato de referencia, en enero de 2019 habían fallecido en España unas 43.000 personas de todas las edades. Este último enero el número de muertes registrado era sensiblemente menor: 41.000 fallecidos. Es decir, había bajado la mortalidad por una menor incidencia de la gripe estacional. Luego, llegó el coronavirus y todo se descontroló.
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