Paro

El drama del paro juvenil

Grupo Albatros, es una empresa de ámbito nacional líder en sector de la formación, con 30 años de experiencia, apostando por la formación para el empleo, destinada fundamentalmente a trabajadores en activo, y concretamente a jóvenes de 16 a 25 años

Celia Pajuelo Bravo, Product Manager, José María Rodríguez Carretero, Dirección Comercial, en Grupo Albatros -Área 10-.
Celia Pajuelo Bravo, Product Manager, José María Rodríguez Carretero, Dirección Comercial, en Grupo Albatros -Área 10-.Área 10La Razón

Entrevista con Celia Pajuelo Bravo, Product Manager de Grupo Albatros -Área 10-.

Desde la perspectiva profesional de Grupo Albatros, ¿cuál es vuestra visión del mercado laboral?

En el entorno socioeconómico en el que nos encontramos asolado por la pandemia, el mercado laboral se ha visto gravemente afectado, de tal forma que la Encuesta de Población Activa (EPA), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente al mes de noviembre, revela el acuciante problema que ha venido arrastrando España de forma continuada, el desempleo entre los menores de 25 años, se ha incrementado en el tercer trimestre del año en 112.000 personas, hasta un total de 622.400 personas. Elevando la tasa de paro juvenil al 40,45% de la población activa, duplicando las cifras de nuestros países vecinos de Europa, y siendo dispar en función de las Comunidades Autónomas.

Y todo ello sin contar con los trabajadores que continúan en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que no aparecen en las estadísticas como desempleados.

¿Cómo consideráis que deben intervenir los organismos públicos?

Desde los organismos públicos, o se aportan soluciones y alternativas para mitigar este grave problema, o estas cifras seguirán incrementándose exponencialmente. Desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se está recomendando, que la comisión parlamentaria para la reconstrucción económica y social del país contemple un plan especial de garantía juvenil para que a los jóvenes sin trabajo y sin estudios se les ofrezca un empleo o una propuesta formativa.

¿Existe alguna modalidad contractual destinada a mejorar la empleabilidad de los jóvenes?

El Contrato de Formación responde de una manera real, coherente y proporcional al problema de desempleo juvenil. Está dirigido a jóvenes entre 16 y 25 años que no tengan cualificación para un Contrato en Prácticas, y que en la mayoría de los casos han abandonado el sistema educativo, con una duración mínima de un año y máximo de 3 años y un salario no inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en proporción al tiempo efectivo de trabajo, y con incentivos para la empresa: reducción de las cuotas a la Seguridad Social; si se transforma en indefinidos durante 3 años, bonificación de 1.500 o 1.800 euros para mujeres; y bonificación a la empresa por tutorización de 80 euros mensuales. Entre los beneficios para el trabajador, tiene total protección social y posibilita la obtención de un título oficial, a través de un certificado de profesionalidad.

Desde Área 10, empresa del Grupo, acreditada por el Servicio Público de Empleo Estatal, del Ministerio de Trabajo, para impartir la formación teórica asociada a estos contratos, desde hace 25 años, consideramos que esta modalidad contractual es la idónea para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, tanto es así, que diferentes estudios señalan que los contratos de aprendizaje, casi el 70% se convierten en indefinidos, dentro de la misma empresa, logrando así un doble objetivo inserción y estabilidad laboral.

¿Por qué pese a sus grandes beneficios, el porcentaje de contratos de formación es bajo?

En los últimos 5 años la media de Contratos Formativos en España no supera los 40.000 anuales, representando un 0,2% del total de Contratos frente al 35% que suponen los Temporales que no aportan dos elementos esenciales del Contrato de Formación: estabilidad en el empleo y cualificación profesional.

La respuesta a estas escasas cifras de contratación, hay que buscarlas, entre otras causas, en la rigidez legal, la excesiva carga burocrática y el tiempo que hay que esperar a la autorización del mismo, que puede llegar a un mes, que impide la inmediatez en la contratación laboral.

En las actuales circunstancias, y atendiendo al perfil de desempleados, lo más acertado sería elevar la edad para esta modalidad de contratos a los 30 años. La solución para conseguir incluir a estos jóvenes dentro de la población activa es el Contrato para la Formación y el Aprendizaje, una herramienta muy efectiva en este tipo de situaciones.

Hasta el año 2018, al estar la tasa de desempleo por encima del 15%, la edad para realizar contratos de formación era hasta los 30 años, a partir de ese año se disminuyó a los 25. Teniendo en cuenta que este porcentaje se ha vuelto a superar, queda absolutamente justificado elevar la edad para realizar contratos formativos.

Así mismo existen ocupaciones sin opciones para utilizar esta modalidad contractual, carpinteros, albañiles, electricistas, fontaneros, panaderos, mecánicos etc, que tradicionalmente siempre han recurrido a los contratos formativos, ya que la figura del aprendiz era fundamental en estos oficios, pero los cambios legislativos han obligado a modificar la modalidad de impartir la formación, que pasó de ser a distancia a presencial para estas especialidades, esto hace que sea del todo imposible para el empresario poder alternar la formación teórica presencial con la actividad laboral, no sólo por el tiempo de dedicación, sino también por la falta de cobertura formativa de centros a nivel nacional que impartan presencialmente estas ocupaciones. Por ello, consideramos que es fundamental que se busque una alternativa que de cobertura formativa a estas ocupaciones y permita a las empresas de estos sectores, poder recurrir nuevamente a esta modalidad de contratos.

¿Cuáles son las perspectivas de mejora por parte del gobierno, para mejorar la contratación de los jóvenes?

En estos momentos, el Ministerio de Trabajo, está consensuando con los agentes sociales, un programa de Garantía Juvenil, que potenciará los contratos formativos, tanto el de prácticas, y formación, con objeto de favorecer la entrada de los jóvenes en el mercado laboral, teniendo mayor peso los contratos formativos respecto del que representa en la actualidad, a través de programas públicos de empleo-formación, a través de la contratación laboral, en detrimento de las prácticas no laborales.

¿Cómo ha visto Grupo Albatros mermada su actividad profesional, en este momento?

Nuestra actividad principal gira en torno a la impartición de la formación teórica de los contratos formativos, por lo que dependemos de forma directa de de la situación socioeconómica y de la evolución del mercado laboral, por tanto si se incrementa el desempleo y por tanto no hay contratación, o los trabajadores están afectados por expedientes de regulación de empleo, disminuye nuestra actividad formativa, y consecuentemente afecta a todas las empresas del sector.

Ha descendido considerablemente el número de trabajadores a los que impartimos formación, hace 5 años realizábamos 200 contratos de formación diarios, en la actualidad apenas llegamos a 10. Hemos pasado de tener una plantilla de más de 200 trabajadores a 25 empleados.

A pesar de la situación actual, desde Grupo Albatros, creemos en nuestro trabajo y aprovechamos el know-how para reinventarnos y seguir aportando a nuestros clientes, que ya confiaron en nosotros, más de 150.000 empresas y 300.000 alumnos, las soluciones formativas que mejor se adapten a sus necesidades, apostando por la calidad y la innovación en la formación de los trabajadores.

www.grupoalbatros.org

Grupo Albatros, empresa de ámbito nacional líder en sector de la formación.
Grupo Albatros, empresa de ámbito nacional líder en sector de la formación.Grupo AlbatrosLa Razón