Religion

Un sacerdote español tendrá la última palabra en el Vaticano sobre las nulidades

El Papa Francisco nombra a Francisco Arellano como decano del Tribunal de la Rota Romana

Francisco Arellano, nuevo decano del Tribunal de la Rota Romana
Francisco Arellano, nuevo decano del Tribunal de la Rota RomanaLa RazónLa Razón

Desde esta mañana, un sacerdote de Toledo será el máximo responsable de dictar sentencia en lo que a las nulidades se refiere, cuando los contenciosos matrimoniales lleguen hasta el Vaticano.

Y es que Francisco, ha elegido a Alejandro Arellano para que sea el nuevo decano del Tribunal de la Rota, el juzgado de la Santa Sede que, entre otras competencias tiene la misión de resolver las causas apeladas por la justicia eclesiástica local en relación a las nulidades matrimoniales, pero también en los que se refiere a las dispensas relacionadas con los sacerdotes y los diáconos. De la misma manera, la Rota también se encarga de enjuiciar todos aquellos asuntos clericales en los que los acusados sean obispos o superiores de congregaciones religiosas.

El Papa confía esta responsabilidad a este cura vinculado a los Operarios Diocesanos del Reino de Cristo que nació en Olías del Rey hace 59 años. Y lo hace, sabedor de que es uno de los canonistas más reputados del orbe católico. Doctor por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, desde 2007 era prelado auditor del tribunal romano. También ha sido vicario judicial adjunto de la Archidiócesis de Madrid y juez del Tribunal de la Rota en la Nunciatura Apostólica de España.

Arellano toma el relevo del italiano Pío Vito Vinto, que se jubila a los 79 años, cuando Francisco busca aterrizar su reforma en materia familiar en el quinto aniversario de la exhortación apostólica ‘Amoris laetitia’, que afecta directamente a la Rota. Prueba de ello, es el encargo que el Papa hizo el pasado mes de enero cuando se reunió con los jueces del tribunal.

Con el nuevo decano entre ellos, el Pontífice les instó a que los procesos legales relativos a las nulidades sean de una vez “más accesibles, ágiles y en lo posible completamente gratuitos”. Y es que, a pesar de que Francisco puso las bases para que se pudiera declarar no válida una unión matrimoniales en tan solo mes y medio, se vio obligado a leerles la cartilla a los magistrados. Así, les compartió que es consciente de que existen “ciertas resistencias” en diócesis de todo el mundo para allanar este camino.

“Os confieso que tras la promulgación, he recibido cartas, muchísimas, sobre todo de abogados que iban a perder la clientela. Y ahí está el problema del dinero. En España se dice ‘por la plata baila el mono’”, les dijo el Papa, que ahora precisamente sitúa a un español para depurar estas cuestiones.

En aquel encuentro, también instó a los jueces de la Rota a que sitúen en el centro de su trabajo a los niños en tanto que son “víctimas inocentes de tantas situaciones de ruptura, divorcio o nuevas uniones civiles”. Desde esta mirada, el Papa no dudó en lanzarles una pregunta más que interpelante: “¿Cómo explicar a los niños que -por ejemplo- su madre, abandonada por su padre y muchas veces reacia a establecer otro vínculo matrimonial, recibe la Eucaristía dominical con ellos, mientras que el padre, conviviendo o esperando la declaración de nulidad del matrimonio, no puede participar en la mesa eucarística?”.