Entrevista con Manuel Gallardo, nuevo presidente de la Real Federación Española de Caza

- En la asamblea celebrada para elegir al nuevo presidente de la RFEC usted ganó con una clarísima solvencia: 88 votos a su favor frente a los 8 obtenidos por el otro candidato. ¿se esperaba este resultado? ¿A qué cree que se debe una victoria tan clara?

Siempre que una persona se presenta a un proceso electoral la incertidumbre de los resultados está presente. Sin embargo, a raíz de los diferentes encuentros que tuve con los asambleístas pude comprobar que el proyecto de nueva Federación que habíamos presentado gozaba de una enorme aceptación. De ahí se podía percibir que el resultado sería positivo.

- ¿Qué le llevó a presentarse para ser presidente de la Federación?

Desde hacía tiempo veníamos debatiendo sobre la caza en el Siglo XXI. De esos foros entendimos la necesidad de plantear un proyecto de Federación que pudiese hacer frente a los importantes retos de futuro a los que tendrá que hacer frente el sector cinegético. Esa enorme preocupación, junto al apoyo de muchos federados, hizo que optase por presentar primero un proyecto, y luego una candidatura.

- ¿Cómo define usted la caza?

La caza es una forma de relacionarse con la naturaleza y la herencia de cientos de miles de años de evolución que permitió el progreso de los seres humanos. Cazar es una emoción arraigada en lo más profundo de la psique que te induce inevitablemente a practicarla.

- ¿Es usted cazador?

Sí.

- ¿Qué tipo de caza practica?

Practico todas las modalidades de caza, excepto cetrería y caza con galgos, debido al tiempo y dedicación que requieren estas dos actividades.

- ¿Para qué sirve la federación? ¿En qué aspecto es útil federarse?

La Federación es la única organización que tiene un especial reconocimiento como interlocutor válido para las Administraciones Públicas y la sociedad respecto a la actividad cinegética. Federarse es más que tener el mejor seguro que existe para los cazadores. Significa formar parte de los miles y miles de personas que luchamos por defender nuestro derecho a cazar.

- ¿Cuáles van a ser las principales medidas de su proyecto? ¿Cuáles son las más urgentes?

En mi programa de RFEC Siglo XXI establecí tres grandes pilares en los que se va a basar la actividad de la Federación durante los próximos cuatro años: las Relaciones Institucionales, la Comunicación y la Investigación.

Entre las medidas más urgentes se encuentran normalizar las relaciones con los principales actores sociales y políticos, y reordenar los órganos de Dirección de la RFEC con base a un modelo de participación y liderazgo compartido. Pero, sobre todo, trabajar en la aceptación social de la caza.

- La sociedad cada vez está más polarizada entre amantes y detractores de la caza. ¿A qué cree que se debe esto?

Se debe, sin duda, a la desconexión entre el mundo rural y el mundo urbano. Sin embargo, estamos convencidos que son muchas más las personas que, aunque no cazan, no están en contra de la actividad.

- ¿Cómo piensa liderar desde su presidencia el continuo enfrentamiento existente entre los cazadores y los animalistas? ¿Qué relación espera con corrientes antagónicas como PACMA?

Nosotros basamos nuestra defensa en criterios técnicos y científicos que demuestran la importancia social, económica y medioambiental de la caza. Nuestro ideario no será nunca la imposición a los demás de nuestra forma de vivir. Por tanto, esperamos y exigimos que nadie trate de someter a una parte importante de la ciudadanía de este país.

- ¿En los países europeos parece que la caza está asumida como una herramienta necesaria y de gestión sin tantos detractores como están apareciendo últimamente en España? ¿Qué opinión le merece esto?

Europa, durante mucho tiempo, ha sido avanzadilla de desarrollo y evolución. Quizás en este campo estemos en la misma tesitura y, posiblemente, en un plazo breve de tiempo y gracias al trabajo que se realice desde la RFEC, esperamos que la mayor parte de la ciudadanía entienda el importante papel de la actividad cinegética en la conservación de nuestro medio ambiente.

- ¿Hay algún país que le cause envidia en cuanto a su relación con la caza?

Existe la idea de que en EEUU hay una enorme aceptación de la caza como actividad lúdica y deportiva. Sin embargo, creo que España ha sido tradicionalmente rural y la caza sigue teniendo una gran aceptación en entornos más allá de las grandes urbes.

- ¿Cuál cree que es el mayor problema al que se enfrenta el panorama cinegético español?

El mayor problema es la gestión del hábitat. La pérdida de cultivos tradicionales y la agricultura intensiva sin haber realizado acciones paliativas ha ocasionado una evidente pérdida de biodiversidad. Por otro lado, el aumento exponencial de predadores, sumado a diferentes enfermedades, ha ocasionado una disminución de las especies de caza menor. No cabe duda que la ofensiva eco-animalista y su participación en diferentes estructuras del poder son un problema más sumado a los anteriores.

- La reciente decisión por parte del Gobierno de declarar al lobo como especie protegida hace desaparecer la gestión cinegética de esta especie que se estaba llevando a cabo en el norte de nuestro país. ¿Qué opinión le merece esta medida? ¿Qué propone la Federación y cómo piensa llevar a cabo sus medidas?

Creemos que es una de las medidas más desacertadas que puede tomar este Gobierno. Hay que tener en cuenta que en las zonas donde se hacían controles poblacionales de lobo, sus poblaciones han ido aumentando durante décadas.

Por ello, proponemos que se abra un debate en profundidad con las principales organizaciones implicadas para que se establezca un adecuado plan de gestión del lobo que permita el mantenimiento de sus poblaciones y, sobre todo, la convivencia y supervivencia de nuestro sector ganadero.

- El furtivismo sigue siendo la eterna lucha de los cazadores. ¿Tienen pensada alguna medida especial para acabar con esta lacra que rodea a la actividad cinegética?

El furtivismo no es caza, el furtivismo es la comisión de un delito perpetrado normalmente por bandas organizadas. Desde la RFEC colaboraremos con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado aportando todo aquello que pueda contribuir para terminar con esta práctica delictiva. Seremos implacables.

- La RFEC organiza diversos campeonatos. ¿Cuál es su proyecto para el ámbito deportivo?

La caza es un deporte. De hecho, somos la tercera Federación más importante en número de deportistas del país. Por ello, hemos diseñado y desarrollaremos un programa de gestión del deporte que permitirá, a todos aquellos federados que así lo deseen, participar en multitud de diferentes competiciones y modalidades. Nuestro objetivo es impulsar el reconocimiento de la RFEC como parte imprescindible en la configuración del modelo deportivo español.

- ¿Van a hacer algún cambio en la política de los campeonatos? ¿Prevé alguna mejora o nuevos apoyos a los deportistas?

En los últimos años ha habido un aumento muy importante de participantes en las diferentes competiciones. Continuaremos en esa línea de trabajo y daremos todo el apoyo a nuestros deportistas, tanto en el ámbito nacional como internacional.

-En España tenemos un reglamento de armas que es de los más restrictivos de nuestro entorno. Recientemente salieron a la luz ciertos rumores sobre una posible prohibición de calibres como el tan famoso y extendido 30-06 Springfield que ya se han desmentido. ¿Cuál va a ser su postura respecto a estos temas? ¿Qué medidas les gustaría proponer o corregir?

La normativa sobre armas de este país es suficientemente restrictiva como para ahondar más en ello. Es cierto que existe una tendencia para dificultar la acción cinegética. Por ello esperamos que los diferentes gobiernos no entorpezcan con normativas absurdas el legítimo derecho que la ciudadanía española tiene para practicar la actividad cinegética.

- ¿Quiere citar algún tema que crea de interés o alguna opinión que desee expresar que no hayamos tratado en esta entrevista?

Nos preocupa especialmente la gestión medioambiental que se realiza en este país. Los cazadores somos el colectivo que más invierte en conservación, y desde aquí hacemos un llamamiento a que las diferentes Administraciones Públicas tomen conciencia de que, sin la participación del sector cinegético, resultará imposible mantener nuestra riqueza natural y su biodiversidad. Los Parques Nacionales son un ejemplo en el que prohibir la caza sólo significará el empobrecimiento, no sólo de las poblaciones de su ámbito de influencia sino, además, de su patrimonio natural.

Igualmente, resulta preocupante la deriva eco-animalista de la Comisión Europea. Un asunto en el que estamos trabajando intensamente desde la RFEC con otras Federaciones Europeas.