De camino a la normalidad
Adiós a las mascarillas 400 días después
Dentro de una semana su uso no será obligatorio en exteriores. Algunos expertos creen que es pronto.
«Este será el último fin de semana con mascarillas en los espacios exteriores». Con ésta y otras frases optimistas anunciaba el presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, el fin de las mascarillas al aire libre para el próximo 26 de junio, una medida sobre la que se lleva debatiendo desde hace más de un mes. El primero en mencionarlo fue el director del CCAES, Fernando Simón, que pronosticó que este paso se daría a finales de junio, cuando se produjeran las condiciones idóneas para ello. Otros países de nuestro entorno ya la han tomado, como Francia, Andorra, Reino Unido, Polonia y Estados Unidos, entre otros.
Y como todo llega, ya podemos empezar la cuenta atrás de siete días para decir adiós a esta medida de prevención con la que hemos convivido cerca de 400 días, pese a que la evidencia mostraba que los contagios en espacios exteriores eran inferiores al 10%.
Así, el sábado 26 de junio pasará a la historia de la pandemia como el principio del fin. Hasta entonces no se conocerán con detalle las condiciones en las que se podrá prescindir de ella, aunque el sentido común señala que a partir de ese momento serán las comunidades autónomas las encargadas de levantar la restricción. Varias han estado presionando para que se tomara la medida con celeridad, dado el inicio de la temporada estival. «Cada vez nos vamos acercando a la normalidad», aseguró Sánchez en su intervención en las jornadas del Cercle d’Economía que se celebraron ayer en Barcelona. «Nuestras calles, nuestros rostros, empezarán a recuperar en los próximos días su aspecto normal», explicó.
Toda una declaración de intenciones para un país que, junto con Italia, ha sido uno de los más estrictos en la regulación de su uso. No en vano, las sanciones relacionadas con el incumplimiento de la obligación o uso inadecuado podían llegar hasta los 3.000 €.
Para poder dar el paso, el presidente ha anunciado que el próximo jueves 24 de junio se celebrará un consejo de ministros extraordinario que aprobará un decreto que entrará en vigor el sábado, y que dejara sin efecto la Ley 2/2021 del pasado 29 de marzo, que establecía la obligatoriedad del uso de este producto tanto en exteriores como en interiores hasta que finalizara la emergencia sanitaria derivada de la pandemia.
El Gobierno y Sanidad han dado sonados «bandazos» con respecto a la normativa referente a este protector. Desde decir que no eran necesarias para personas sanas al principio de la pandemia, hasta obligar a su uso en playas y piscinas, aunque se pudiera mantener la distancia.
Los datos están de su parte para justificar este gran paso. El avance de la vacunación en toda España, que se sitúa en el 28,7% de la población completamente inmunizada, ha permitido que los contagios vayan bajando sustancialmente hasta el punto de que la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes se encuentre ya por debajo de 100 (96 en concreto), un dato que no se registraba desde agosto.
En estos momentos, solo cuatro autonomías están por encima del umbral de 100 (Andalucía, con 177; La Rioja, 155; País Vasco, 126; y, Navarra, 108). Cataluña está en 98, mientras que en la Comunidad de Madrid en 91.
Asimismo, la positividad (media de casos registrados divididos por el número de test diagnósticos que se hacen) está situada en estos momentos en 4,28%; es decir, por debajo del 5% que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para dar la pandemia por controlada.
Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Microbiología de la Universidad San Pablo CEU, de Madrid, respalda la iniciativa del Gobierno. «La medida es correcta, ya que la incidencia dentro de una semana va a estar en torno a los 60 casos por cada 100.000 habitantes, la más baja que se haya registrado desde el inicio de la pandemia. En exteriores hay muy poca trasmisión, y estamos en verano. A esto hay que sumar que hay un alto porcentaje de los grupos de riesgo inmunizados», explica este experto.
El club de los «liberados»
Un numeroso grupo de países había decretado esta medida antes que España. Otros, como Grecia o Italia, mantienen aún esta norma vigente. En el «club de los liberados» están Reino Unido, Estados Unidos, Andorra, Polonia, Hungría, Suiza, Bélgica (solo en Bruselas), Macedonia del Norte, Austria, Albania, Francia –que se ha incorporado hace escasos días–, o Países Bajos, que lo anunció ayer. En Alemania se mantiene el uso obligatorio en el exterior, pero el ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, dijo hace dos días que está a favor de eliminar gradualmente las mascarillas ante la positiva evolución de la pandemia. En los países nórdicos (Finlandia, Suecia, Noruega, Islandia y Dinamarca) la mascarilla nunca ha sido obligatoria en exteriores.
La amenaza de «Delta»
El avance de esta variante en Europa, que se contagia con «rapidez extrema», amenaza la relajación de las restricciones. Mientras Alemania ya ha dado la voz de alarma sobre su expansion, ya que el porcentaje de casos se ha duplicado en solo una semana e Italia ha endurecido los controles a viajeros británicos, en España no parece preocupar demasiado a Sanidad, aunque reconoce «brotes importados y autóctonos».
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