Quinta ola
Más del 70% de las infecciones por Delta se producen en la fase presintomática
Durante casi dos días, la persona infectada, que se siente bien, puede estar infectando a otras sin saberlo.
Las personas portadoras de la variante Delta del SARS-CoV-2 tienen más probabilidades de propagar el virus antes de desarrollar síntomas que las personas infectadas con versiones anteriores, sugiere un análisis detallado de un brote en Guangdong, China “Es más difícil de detener”, dice Benjamin Cowling, epidemiólogo de la Universidad de Hong Kong y coautor del estudio, que se publicó en preprint el pasado 13 de agosto.
Cowling y sus colegas analizaron datos exhaustivos de pruebas de 101 personas en Guangdong que se infectaron con Delta entre mayo y junio de este año, y datos de los contactos cercanos de esas personas. Encontraron que, de media, las personas comenzaron a tener síntomas 5.8 días después de la infección con Delta, 1.8 días después de que dieran positivo por primera vez. Por lo tanto, durante casi dos días en los que la persona contagiada no tiene ningun síntoma, puede estar infectando a otras.
Una ventana peligrosa
Un estudio anterior, y un análisis inédito de Cowling y otros colaboradores, estima que antes de que Delta emergiera, los individuos infectados tardaron un promedio de 6,3 días en desarrollar síntomas y 5,5 días en dar positivo en las pruebas de ARN viral, dejando una ventana más estrecha, de 0,8 días, para contagiar.
En el último trabajo, los investigadores también encontraron que las personas infectadas con Delta tenían concentraciones más altas de partículas virales, o carga viral,en sus cuerpos que las personas infectadas con la versión original del SARS-CoV-2. “De alguna manera el virus está apareciendo más rápido y en cantidades más altas”, dice Cowling.
Como resultado, el 74% de las infecciones con Delta tuvieron lugar durante la fase presintomática, una proporción mayor que para las variantes anteriores. Esta alta tasa “ayuda a explicar cómo esta variante ha sido capaz de superar tanto al virus de tipo salvaje como a otras variantes para convertirse en la cepa dominante en todo el mundo”, dice Barnaby Young, un clínico de enfermedades infecciosas en el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas en Singapur.
La vacuna reduce las cargas virales
Los investigadores también calcularon el “número básico de reproducción” de Delta, o R0, que es el número promedio de personas a las que cada persona infectada propagará el virus en una población susceptible. Estimaron que Delta tiene una R0 de 6,4, que es mucho más alto que el R0 de 2 a 4 estimado para la versión original del SARS-CoV-2, dice Marm Kilpatrick, investigador de enfermedades infecciosas de la Universidad de California en Santa Cruz.
Por otro lado, aunque un pequeño número de participantes del estudio se contagió con Delta después de recibir dos dosis de una vacuna contra el virus inactivado, la vacuna redujo las cargas virales de los participantes en el pico de la infección.
Los individuos vacunados también tenían un 65% menos de probabilidades que los no vacunados de infectar a otra persona, aunque la estimación se basó en un tamaño de muestra muy pequeño. Esta reducción “es significativa y tranquilizadora de que las vacunas contra la covid sigan siendo efectivas y una parte vital de nuestra respuesta a la pandemia”, dice Young.
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