Bandas latinas

Cae la cúpula de los «Blood» antes de cometer un asesinato

Once de los 13 miembros de esta banda latina ya están en prisión provisional

No era la primera vez que William Samuel Cañizares Arias había inducido a sus secuaces a asesinar a una persona por haberse atrevido a abandonar la banda latina «Blood», que lleva años liderando con mano de hierro. En 2013 ya fue condenado a 17 años de prisión como ideólogo del asesinato de Daniel Martínez, un joven de 21 años abatido a tiros en un parque de Hospitalet de Llobregat el 17 de septiembre de 2009 por querer salirse de la violenta banda. La condena no supuso ningún punto de inflexión en la trayectoria de William; ni siquiera dejó de liderar esta una banda latina poco conocida, que está «hermanada» con los «Trinitarios» y que tienen, por tanto, de enemigos acérrimos a los «Dominican Don’t Play» (DDP). Fue precisamente porque el bloque de Madrid estaba de «machetazos» (en su argot) contra gente de los «Trinitarios» por lo que William comenzó a enfadarse con su lugarteniente en Madrid y le acabó ordenando, como castigo, la ejecución de otro «díscolo» del grupo. Tenía una semana de plazo para cometerlo.

Crimen frustrado

El responsable de Madrid, un español de 27 años sin ningún origen latino y que tenía a tres magrebíes como principales «empleados», se atrevió y ordenó a éstos la ejecución del joven en un barrio de las afueras de Madrid. Afortunadamente la Guardia Civil frustró el crimen porque los agentes de Información llevaban siguiendo los pasos de esta gente desde mediados de 2020, cuando arrancó en Álava la investigación tras detectar a estos grupos latinos detrás del incremento de varios delitos. Gracias a las pesquisas supieron que, además del bloque del Norte, había grupos en Madrid y Barcelona, donde vivía William, el líder.

“Bajar la patria”

La forma de funcionar de esta banda no difiere mucho del resto. Como ya ocurre en DDP o Trinitarios, hace tiempo que ya no es ningún requisito ser de origen «latino» y los últimos años han captado a menores magrebíes, españoles o cualquiera en situación de desamparo que requiera de una «familia». Se financian, como el resto, mediante el cobro de cuotas a sus miembros (50 euros mensuales) y con robos con violencia. Según los investigadores eran muy violentos y se estaban haciendo fuertes en algunas localidades de Madrid ya que les resultaba sencillo salir a la «caza» de miembros rivales para pegarles palizas o hacerles, por ejemplo, «bajar patria», lo que en su argot significa obligar a un «trinitario» a hacer con las manos el gesto de los «DDP» para luego difundirlo en redes sociales y que sea su propia banda quien le fulmine por traidor. Afortunadamente, once de los 13 detenidos ya están en prisión provisional.