Sexta ola

Europa va semanas por delante de España en medidas contra la pandemia

Países Bajos ha vuelto al confinamiento, y Reino Unido baraja restricciones aún mas severas para esta Navidad

Personas pasan por el centro de Ámsterdam, casi vacío por el confinamiento impuesto por el gobierno de los Países Bajos
Personas pasan por el centro de Ámsterdam, casi vacío por el confinamiento impuesto por el gobierno de los Países BajosRamon van FlymenEFE

La postura del Gobierno español ante la nueva ola de contagios de Covid-19 contrasta con la actuación de gran parte de nuestros socios europeos, que llevan tomando medidas desde hace semanas, incluso antes de que Ómicron entrara en escena, para contener el incremento de la transmisión del virus, con cifras diarias de positivos que baten récords durante la pandemia.

De esta manera, Europa se enfrenta a la Navidad en un escenario de restricciones, incertidumbre y llamamientos a la calma por parte de los dirigentes públicos.

El estado que ha ido más lejos ha sido Países Bajos, que ha decretado hasta el 14 de enero un confinamiento con cierre de todas las actividades no esenciales y de la actividad de los centros educativos, y que ha limitado a dos personas los grupos en exteriores y las visitas a domicilios, ante el temor de que Ómicron sea la variante dominante en diez días.

Este país se convierte así en posible referencia de otros estados que piensan en aplicar medidas aún más contundentes, como Reino Unido, cuyo Gobierno no descartó implantarlas antes de Navidad. Con 90.000 casos diagnosticados en la última jornada, el sábado Londres declaró el estado de «incidente mayor» para reforzar la lucha contra el coronavirus. Anteriormente ya había impuesto el regreso al teletrabajo o al uso de la mascarilla en la mayoría de los espacios públicos, y la obligatoriedad del certificado de vacunación para entrar en discotecas o espacios públicos concurridos.

Ante la situación epidemiológica en Reino Unido, Alemania ha endurecido las condiciones para la entrada en su territorio de viajeros procedentes de territorio británico. Además, los no vacunados no pueden acceder a determinados espacios públicos, incluidas tiendas (a excepción de las de productos de primera necesidad). Los encuentros privados de no vacunados se han limitado al ámbito familiar y a otras dos personas de otra burbuja de convivencia, sin contar a los menores de 14 años.

Aunque Francia se opone al confinamiento y a otras medidas más estrictas, ante el aumento de las infecciones el Ejecutivo galo decretó el cierre de las discotecas (que estará vigente hasta principios de enero), el uso de mascarilla en los colegios en primaria y el teletrabajo siempre que sea posible.

En Italia, las personas no vacunadas contra el coronavirus no pueden asistir a cines, teatros, conciertos o eventos deportivos importantes hasta el próximo 15 de enero. Además, los trabajadores del sector público y privado deben presentar desde el pasado mes de octubre al menos un test covid negativo.

Después de constatar que la variante Ómicron «ha cambiado las reglas» que se conocían hasta ahora sobre la expansión de la Covid-19, el Gobierno de Dinamarca acordó el viernes el cierre de lugares públicos como cines, museos o teatros. La primera ministra, Mette Frederiksen, lamentó que los niveles de contagio son «muy, muy altos» en Dinamarca y anticipó que, «sin duda», será necesario adoptar nuevas restricciones.