Pandemia

Médicos y enfermería suspenden su asistencia a eventos científicos

Los consejos generales de las dos profesiones piden precaución a 600.000 colegiados por el avance de Ómicron

Sanitarios atienden a un paciente en el hospital Puerta de Hierro de Madrid
Sanitarios atienden a un paciente en el hospital Puerta de Hierro de MadridJesús Gómez FeriaLa Razón

Los Consejos Generales de Colegios Oficiales de Médicos y de Enfermería han pedido a los profesionales sanitarios a los que representan que extremen las precauciones, no acudan a congresos u otros eventos científicos y sean cautos en las interacciones profesionales y sociales que mantengan ante el avance sin control de la sexta ola y de la variante Ómicron, más transmisible que Delta.

Así lo han asegurado las cúpulas de ambas organizaciones a LA RAZÓN. Fuentes del Consejo General de Enfermería señalan que esta corporación transmitió la semana pasada sus instrucciones a los colegios oficiales que la componen para que éstos a su vez se las comuniquen a los alrededor de 310.000 enfermeros y enfermeras que hay colegiados en nuestro país. Por su parte, fuentes del Consejo General de Médicos aseguran que esta corporación profesional aprovechó la asamblea mitad virtual y mitad mixta que celebró el pasado viernes para transmitir el mismo mensaje de alerta a los colegios provinciales y hacérselo llegar después a los cerca de 270.000 colegiados registrados.

Se da la circunstancia de que en el encuentro informó de la situación epidemiológica de nuestro país a los representantes de los médicos Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad durante toda la pandemia y jefa directa del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES), Fernando Simón.

A diferencia de lo que ocurrió en la primera ola, en esta sexta embestida del virus la petición de suspender la asistencia a actos y eventos ha partido de los consejos generales y no del Gobierno. Como informó este periódico, el 1 de marzo de 2020, antes del estallido de la pandemia, dos altos cargos de Sanidad contactaron con la cúpula del Consejo de Enfermería para que desaconsejara «la asistencia a cualquier evento o acto que suponga a aglomeración de profesionales sanitarios tales como congresos, reuniones o eventos científicos».

Los altos cargos que transmitieron la petición días antes de que el Gobierno avalara las manifestaciones del 8 de marzo fueron destituidos meses más tarde del Ministerio: Faustino Blanco, entonces secretario general, y Rodrigo Gutiérrez, director general de Ordenación Profesional. Unos días antes, el Ministerio que entonces comandaba Salvador Illa, sustituido después por Carolina Darias, también se comunicó con el Consejo de Médicos para desaconsejar la asistencia a eventos, incluyendo las sesiones clínicas con gran afluencia de profesionales.

A pesar de que en la actualidad los sanitarios cuentan con materiales y equipos de protección individual (EPI) de los que carecieron en la primera ola de la pandemia, el avance de Ómicron y la elevada transmisibilidad de esta nueva variante, mucho mayor que Delta, hacen especialmente peligrosa la situación para los sanitarios, agotados tras casi dos años de lucha contra el virus en centros de salud, hospitales y dispositivos de emergencias.

En concreto, a lo largo de la última semana han dado positivo por Covid-19 un total de 2.599 profesionales sanitarios, cifra disparada con respecto a los incrementos semanales registrados durante los últimos meses, cuando no se superaban los 500 casos. 158.890 sanitarios se han infectado desde que estalló esta grave crisis de salud pública, en marzo de 2020, siendo la Comunidad Valenciana la más afectada en este apartado desde que finalizara la primera ola, en mayo del año pasado.

España se sitúa en el grupo de cabeza mundial en cuanto al número de médicos, profesionales de la enfermería, auxiliares y otros trabajadores de los centros de salud, hospitales y centros sociosanitarios infectados. El ritmo actual de contagios actual pone en riesgo la asistencia sanitaria, ya que la infección conlleva cuarentenas y España podría quedarse sin profesionales suficientes en un momento en el que se están disparando los contagios y, con ello, las hospitalizaciones de pacientes.

Se trata de un problema que ya está sacudiendo a ciudades extranjeras como Londres. El sábado, su alcalde, Sadiq Khan, alertó de la falta de trabajadores esenciales como policías, bomberos y sanitarios como consecuencia del avance imparable de la pandemia. Las infecciones entre los profesionales de la salud han estado en los últimos días envueltas en la polémica en España, tras registrarse brotes hospitalarios generados durante la celebración de comidas, cenas e, incluso, la asistencia a casas rurales.