Investigación
El caso de Traspinedo se estanca a punto de cumplir medio año
La jueza que instruye la investigación por el asesinato de Esther López no ha «comprado» la investigación de la UCO
Traspinedo comenzó hace dos días las fiestas patronales más tristes de su historia. Apenas faltan diez días para que se cumpla medio año desde que una joven vecina, Esther López, de solo 35 años, desapareció. Su cadáver fue encontrado el 5 de febrero y, a pesar de la minuciosa autopsia practicada y de la exhaustiva investigación de la Guardia Civil, lo cierto es que no hay ningún responsable que esté pagando por este homicidio. La jueza que instruye la causa, la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid, Soledad Ortega, no ha tenido muy en cuenta la investigación desarrollada por la Guardia Civil, de la que se desprendían claros indicios contra la última persona que estuvo con la chica, Óscar S. M.
Lo cierto es que la relación investigadores-jueza y Fiscalía no comenzó con buen pie cuando detuvieron a finales de enero a otro sospechoso, Ramón «El Manitas» y se llegó a prorrogar su detención para que finalmente llegaran a la conclusión de que no tenía relación con los hechos. Nada que ver con el caso de Óscar, la última persona que la vio con vida. El rosario de indicios que fueron acumulando contra él fue contundente pero la jueza ni siquiera ha accedido a prorrogar la intervención de sus comunicaciones, algo que, por otra parte, tampoco era de gran utilidad porque él era conocedor de ello y, según constató la Guardia Civil, se ha comunicado mediante otras aplicaciones.
Esta suspensión de las intervenciones las comunicó la jueza esta semana en un escrito donde también pedía explicaciones a la Guardia Civil sobre las filtraciones a la prensa. El coronel al mando de la UCO, Alfonso M. L., ha eludido cualquier responsabilidad de su grupo en este sentido.
La respuesta del jefe de la UCO coincide en el tiempo con la recepción por parte del juzgado del informe en el que se constata que los restos de pintura azul hallados en los pantalones que vestía la joven la noche de su desaparición no se corresponden con las partículas de pintura extraídas del paragolpes delantero del vehículo Vokswagen T-Roc propiedad del hasta ahora principal sospechoso, lo que supone un nuevo varapalo para la investigación y, sobre todo, para los familiares de la chica, que siempre se han mostrado muy pacientes y comprensivos con los tiempos de la investigación.
Aunque el geoposicionamiento de los teléfonos de Óscar y Esther coincidían en su recorrido por el pueblo aquella madrugada y se constató la supuesta manipulación del equipo de navegación del coche del sospechoso, el último informe apunta a que el Xiaomi que utilizaba Esther posiciona a las 8:49 horas de la mañana del día 13 de enero a la altura del número 65 de la calle Estación de Valladolid. Lo que no se sabe si ella estaba allí o alguien con su teléfono.
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