Dr. Ramón y Cajal: «Queremos impulsar un cambio de paradigma científico»

Aunque se entregó por conseguir que España figurase en la órbita mundial, Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel, se lamentaba en aquellos años de que «al carro de la cultura española le faltaba la rueda de la ciencia». Precisamente, él fue uno de los grandes perjudicados de que la apuesta de nuestro país por el impulso de la producción científica fuera nula. Sin embargo, nunca se doblegó. Encorvado, a veces sobre su microscopio, a veces sobre su inseparable cuaderno, exprimió su talento artístico como ilustrador y lo conjugó con su prometedora vocación investigadora para editar los libros de histología y anatomía patológica que durante años utilizarían y consultarían los estudiantes de Medicina. Santiago Ramón y Cajal quería asegurarse así la disponibilidad de lo único que le impedía seguir elaborando hipótesis proféticas acerca del funcionamiento del cerebro: la necesaria financiación.

El doctor Santiago Ramón y Cajal Agüeras es sobrino biznieto del Nobel, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Vall d’Hebron en Barcelona y Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina de España. Pero a esta encomiable biografía se le ha sumado recientemente el honor de presidir el Comité Científico de la Cátedra Santiago Ramón y Cajal, perteneciente a la Universidad de Zaragoza.

Gracias a esta iniciativa, que enaltece la honradez científica y humana que, en vida, demostró nuestro Premio Nobel, se seguirán dando pasos en el avance de la ciencia de nuestro país que, quizá –¿quién sabe?–, podría volver a ser referente mundial en investigación.

¿Qué aspectos han motivado la creación de la Cátedra Ramón y Cajal?

Esta Cátedra se creó el pasado mes de abril con el objetivo de promover las investigaciones más innovadoras en Ciencias Biomédicas, aquellos trabajos que propicien un cambio de paradigma científico. Para ello, convocaremos ayudas anualmente para impulsar el desarrollo de proyectos que se consideren rompedores.

El doctor Ramón y Cajal siempre fue consciente de la necesidad de apoyar a los jóvenes, implicándose en la búsqueda de soluciones sostenibles para fomentar la ciencia y la investigación científica en España.

La Cátedra Cajal nace con el fin de seguir avanzando y generando conocimiento gracias al legado que él nos dejó, la oportunidad de unir esfuerzos y apoyar a los investigadores con los proyectos más innovadores.

¿Con qué objetivos nace?

Santiago Ramón y Cajal llegó a Madrid en 1892, a la edad de 40 años. Por aquel entonces, ya era reconocido internacionalmente: cuatro años antes, durante su etapa en Barcelona, había descubierto los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas de la materia gris del sistema nervioso cerebroespinal. Cuando cumplió 46 años recibió el Premio Moscú, el primer reconocimiento público que llegó a sus manos. Fue a partir de entonces que empezó a recibir financiación pública. Mientras se financiaba, básicamente, con la venta de sus libros de Histología y Anatomía Patológica, básicamente.

La Cátedra nace con tres objetivos. El primero de ellos es difundir la vida y la obra de Santiago Ramón y Cajal y de sus discípulos. El segundo es transmitir su lado más humano y generoso. El propio Santiago Ramón y Cajal, al morir, dedicó un tercio del dinero a crear premios de investigación y ayudas a la investigación a jóvenes brillantes de universidades en las que él había estudiado y de las dos academias en las que él fue académico. Estas ayudas se fueron diluyendo con la guerra civil.

El tercer objetivo es evitar que se repita la historia de Cajal, el caso que Ortega y Gasset catalogó como una «vergüenza para España». No se refería a la aportación del Premio Nobel español en Ciencias, sino a la decepción que le merecía el hecho de que el caso de Ramón y Cajal fuera una excepción. En esta Cátedra encontrarán apoyo investigadores del ámbito biomédico –ya sean médicos, biólogos, matemáticos o ingenieros– con talento científico cuyos proyectos no han conseguido financiación pública y se encuentran con que tienen que trasladarse al extranjero para poder desarrollarlos. Por todo ello, queremos coger el testigo que dejó Cajal de generosidad y ayudar a que puedan surgir nuevos «cajalinos».

¿En qué consistirá esta primera convocatoria de Ayudas a la Investigación que concede la Cátedra y qué continuidad tendrán?

En esta primera edición de la convocatoria de Ayudas vamos a dar dos premios de 80.000 euros durante dos años. La primera convocatoria termina el día 25 de este julio y el acto de entrega de galardones se celebrará el último jueves de noviembre cada año. Por ahora, se han planteado ideas que van desde la aplicación de algoritmos de inteligencia artificial a nuevos abordajes y aproximaciones diagnósticas y terapéuticas.

El número de ayudas dependerá de la financiación disponible. La selección de candidatos será realizada por el Comité Científico de la Cátedra, priorizando aquellos candidatos que presenten proyectos de investigación donde impere la innovación, el ingenio y las propuestas más rompedoras.

¿Cuáles son los retos presentes de las personas que han constituido esta Cátedra?

La Cátedra se ha constituido con la colaboración de la Fundación Merck Salud, la Fundación del Hospital Universitario Vall d’Hebron y la Sociedad Española de Anatomía Patológica.

Esta Cátedra constituye una oportunidad de aunar esfuerzos y apoyar a los investigadores en distintos proyectos. Sin embargo, nuestros planes son mucho más ambiciosos. La Cátedra requiere donaciones para que podamos conceder Ayudas a un mayor número de proyectos. Desde aquí hago una llamada a la generosidad de grandes familias y fortunas españolas.