Investigación
Depresión resistente al tratamiento: un “viaje” con setas alucinógenas, la esperanza para curar este trastorno
Una única dosis de psilocibina, junto con el apoyo psicológico, tiene “un impacto significativo” en la reducción de los síntomas
Aproximadamente 230 millones de personas en todo el mundo sufren dedepresión resistente, lo que significa que no han respondido al menos a dos tratamientos antidepresivos que existen en la actualidad. En nuestro país hay cerca de tres millones de afectados por este trastorno cuya prevalencia es casi el doble en las mujeres que en los hombres. Suele empezar en la adolescencia, sobre todo en las mujeres, y luego se produce otro pico importante en los mayores de 55 años. Según diferentes estudios, el 30-40% de quienes sufren una depresión podrían englobarse bajo el “paraguas” del concepto “resistente al tratamiento”. Ahora, resultados preliminares de un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine, acaban de demostrar que la psilocibina, una variante sintética de una sustancia contenida en algunas setas, puede ayudar a aliviar la depresión severa.
El ensayo clínico de fase 2b reclutó a 233 participantes con depresión resistente en 22 centros de países europeos, entre ellos España, y de Canadá y EE.UU. Los voluntarios fueron asignados al azar para recibir una dosis única de 25 miligramos, 10 miligramos o 1 miligramo de psilocibina, junto con apoyo psicológico. Ni ellos ni los investigadores sabían qué dosis había recibido cada persona. El medicamento fue administrado en salas especializadas diseñadas para proporcionar una atmósfera tranquilizadora. Un terapeuta estuvo presente en todo momento para garantizar que los pacientes estuvieran seguros. Los efectos psicodélicos duraron entre 6 y 8 horas y cuando se disiparon por completo, pudieron volver a casa. Los voluntarios continuaron con las sesiones de terapia al día siguiente de tomar el fármaco y una semana después.
Los pacientes que recibieron la dosis de 25 miligramos de psilocibina mejoraron significativamente en la reducción de los síntomas. Tres semanas después de recibir el fármaco, el 29 % de este grupo estaba en remisión, en comparación con el 9 % y el 8 % de los grupos de 10 mg y 1 mg, respectivamente. A las 12 semanas, los beneficios persistieron en una quinta parte de los voluntarios del grupo de dosis alta, en comparación con uno de cada 10 en el grupo de dosis más bajas. Los resultados del mayor ensayo clínico hasta la fecha sobre el uso de la psilocibina para la depresión fueron descritos como “excepcionales” por el profesor Guy Goodwin, director médico de Compass Pathways, firma de salud mental que dirigió el ensayo. “Estamos viendo tasas de remisión de alrededor del 30 % a las tres semanas del tratamiento.. ese es un resultado muy satisfactorio”.
“Se trata de un estudio de gran calidad, que demuestra que la combinación de una sustancia con propiedades de imitar la acción de la serotonina, un neurotransmisor cerebral, puede mejorar de forma muy notable la depresión con una sola toma, asociada a una psicoterapia breve”, opina Eduard Vieta, jefe del servicio de psiquiatría y psicología del Hospital Clínic de Barcelona y profesor en la Universidad de Barcelona. Vieta, que no ha participado en el trabajo, apunta que se trata todavía de un estudio preliminar, pero si sus resultados se reproducen en uno mayor “podríamos estar hablando de un cambio revolucionario en el tratamiento de aquellas formas de depresión que no responden a los tratamientos habituales”. Son buenas noticias pero deben tomarse todavía con cautela, añade a Science Media Centre España.
A pesar de los beneficios, muchos pacientes informaron efectos secundarios a lo largo de las 12 semanas que duró el ensayo, siendo los más comunes dolores de cabeza, náuseas, mareos y fatiga. Como es habitual en los casos de depresión resistente al tratamiento, varios pacientes informaron de pensamientos relacionados con el suicidio o autolesiones. Se observaron comportamientos suicidas al menos un mes después de tomar el medicamento en tres pacientes que no respondieron a la dosis de 25 mg de psilocibina. David Nutt, profesor de neuropsicofarmacología en el Imperial College de Londres, que no participó en el ensayo, señala que estos casos probablemente fueron eventos aleatorios y no relacionados con la dosis de psilocibina, que se habría eliminado por completo del cuerpo de los pacientes. El ensayo clínico en fase III, con más participantes, empezará a finales de año.
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