Demografía

El 32,4% de los nacidos en 2021 en España tenía padres extranjeros

Un informe de la Universidad CEU San Pablo indica que «el cambio demográfico» que ha registrado España en los últimos años «no tiene precedentes»

Prueba del talón a un bebé recién nacido
Prueba del talón a un bebé recién nacidoDreamstimeDreamstime

En el año 2021 el 32,4% de los bebés nacidos en España contaba con al menos un progenitor extranjero (en la gran mayoría de casos, ambos), siendo por procedencia el origen más común el hispanoamericano, africano, europeo y asiático, según se recoge en el informe «Inmigración» del Observatorio Demográfico CEU, adscrito a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo.

Los expertos que han realizado este trabajo han explicado que «el cambio demográfico» que se está registrando en el país en los últimos años en este sentido «no tiene precedentes», informa Efe.

Según el estudio, Gerona es la provincia que más bebés de padres extranjeros vio nacer hace dos años. De hecho, más de la mitad de ellos (50,9%) reunían esta característica; le seguían Lérida, Barcelona y Baleares, con el 45%; Madrid, con el 39%;y Valencia con el 31%.

En líneas generales, los expertos indicaron que, desde la segunda mitad de los años 90, la inmigración creció en España de forma exponencial, pasando de 1.067.478 extranjeros empadronados en mayo de 1996 a unos 7,5 millones a comienzos de 2022, es decir, un crecimiento de más de un 600%. A su juicio, esta magnitud de la transformación sociodemográfica «es histórica», tanto por la magnitud como por la brevedad temporal en la que se ha producido.

Como consecuencia, el documento advierte también de que la población autóctona española decrece y la de origen extranjero aumenta a un buen ritmo, especialmente en las grandes capitales de provincia.

La disminución de población española se debe principalmente a la brecha negativa creciente que hay entre nacimientos de madres españolas de origen –cada año menos– y defunciones de españoles nativos, que tienden a crecer, cuyo saldo acumulado en los últimos 10 años supone una merma superior a 1,2 millones de españoles.

En las grandes ciudades, según apunta el texto, en el último cuarto de siglo se ha producido una apreciable marcha neta (más salidas que entradas) de población de origen español, que se ha ido a vivir a otros municipios de la misma provincia, otras provincias o al extranjero.

En el estudio del Observatorio dirigido por Joaquín Leguina, y cuyo coordinador es Alejandro Macarrón, las regiones que cuentan con mayor población extranjera son Cataluña, Madrid, Baleares, Canarias y Comunidad Valencia. Por el lado contrario, las que menos son Extremadura, Asturias, Castilla y León y Galicia.

En este sentido, los expertos apuntan que la razón reside en que la población inmigrante opta por destinos pujantes, en los que exista variedad de oportunidades de empleo, y que sean menos envejecidos.

Además, señalan que existen variables a tener en cuenta sobre la procedencia de los extranjeros a las diferentes regiones. Aunque la gran mayoría de los extranjeros son americanos (94% de los cuales hispanoamericanos), africanos, europeos orientales o asiáticos en menores de 65 años, en el caso de Canarias, Baleares, provincias como Alicante, Málaga y otras áreas del arco mediterráneo, la población foránea incluye también muchos ciudadanos europeos en edad de jubilación.

Debido a este factor, la edad media de los extranjeros residentes en Baleares y Canarias es de 2,1 y 1,6 años (respectivamente) superior a la edad media nacional.

Baja fecundidad

El estudio también señala que, desde hace 20 años, cuando el INE comenzó a publicar el indicador de natalidad de las extranjeras en España, la fecundidad de éstas ha caído apreciablemente, pero sigue siendo, en promedio, superior a la de las mujeres españolas.

La principal diferencia radica en que las inmigrantes procedentes del continente africano tienen de 2,5 a 3 veces hijos de media más que las españolas. En el resto de nacionalidades, la fecundidad es baja o muy baja, y apenas dista del caso español.