Consumo

A partir de mañana dejan de venderse bombillas de halógeno en toda la Unión Europea

La prohibición de comercialización de este tipo de bombillas supondrá un ahorro de energía equivalente al consumo de electricidad de Portugal durante cinco años

Las bombillas de halógeno "intensivas e ineficientes"dejarán de ser comercializadas en toda la Unión Europea a partir de este sábado con el fin de reducir el consumo de energía y el precio de las facturas de la electricidad en los hogares, así como las emisiones de efecto invernadero, tras la ratificación en 2015 del acuerdo alcanzado entre la Eurocámara y los estados miembro.

Así, la prohibición de comercialización de este tipo de bombillas supondrá un ahorro de energía equivalente al consumo de electricidad de Portugal durante cinco años, según ha informado la Comisión Europea en un comunicado.

Una vez que entre en vigor esta medida, que inicialmente se había fijado para septiembre de 2016 pero que se aplazó dos años ante la imposibilidad de llevarse a cabo en tiempo y forma, las halógenas serán sustituidas por las bombillas de tecnología LED, que pueden ahorrar hasta el 80 % del consumo de energía.

No obstante, el IDAE ha explicado que aunque las bombillas halógenas dejarán de fabricarse, la legislación comunitaria permitirá vender todas aquellas unidades que los establecimientos tengan como excedente y que hayan sido fabricadas antes de 2016, cuando se retiraron del mercado los focos halógenos.

Por su parte, el director general del portal Kelisto.es, ha destacado que las bombillas LED pueden suponer un ahorro de más de 150 euros al año en la factura de la luz.

Desde la entrada en vigor de la normativa europea en 2009 se han ido eliminando del mercado las bombillas incandescentes, en primer lugar, seguidas de las de 100 vatios.

Más tarde se retiraron las bombillas de 75 y 60 vatios, las de 40 y 25 vatios, y por último, los focos halógenos, que fueron sustituidos en 2016; una medida prosigue con las bombillas halógenas a partir de mañana.

El calendario de prohibición que maneja la UE es parte de su compromiso con la reducción de emisiones de CO2 y la huella de carbono implícita, según ha destacado el IDAE.

Además, el objetivo para los futuros diseños de luminarias es establecer requisitos de eficiencia energética en el nivel de la clase A, lo que garantiza la compatibilidad de las luminarias puestas en el mercado con las nuevas lámparas de alta eficiencia.

El mercado a día de hoy está preparado para asumir la sustitución de las luminarias menos eficientes, ya que existen tecnologías capaces de superar los mínimos exigidos, como por ejemplo las LED, que pueden suponer ahorros de hasta el 80 % en el consumo de energía con respecto a otras tecnologías, sostiene el IDAE.

Además, destaca que el desarrollo de nuevos productos y la mejora de los ya existentes jugarán un papel fundamental en los próximos años, todo ello en un sector en "continuo avance".

En Europa, el 30 % del consumo energético proviene del sector doméstico, de donde el 16 % corresponde con la iluminación.

Por ello, el IDAE recomienda elegir la lámpara idónea que se adapte a las necesidades de consumo.

Por ejemplo, el instituto recomienda elegir las lámparas que cuenten con una etiqueta de eficiencia energética A.

También indica que los usuarios deben tener en cuenta el tono de la luz -blanco frío, puro o cálido- o los lúmenes de las bombillas en vez de los vatios.

Asimismo, recomienda tener en consideración el ángulo de las lámparas, ya que las de ángulo menor (40 grados) conseguirán un foco para iluminar un espacio menor y más localizado, mientras que las que cuentan con un ángulo más abierto (120 grados, por ejemplo), aportan más capacidad para iluminar más espacio.

Las nuevas normas que entran en vigor este 1 de septiembre afectan únicamente a las bombillas de halógeno estándar, si bien excluyen las utilizadas para las lámparas de escritorio tipo flexo o los focos de halógeno. Las bombillas LED reemplazarán por completo las de halógeno estándar, ya que actualmente, y gracias a la innovación, son más "seguras, asequibles y eficientes".

En 2009, los estados miembro y el Parlamento Europeo llegaron a un acuerdo para retirar del mercado las bombillas estándar de halógeno, que fue ratificado en 2015, si bien se estableció un periodo de dos años, hasta septiembre de 2018, para asegurar que las alternativas fueran suficientemente asequibles.