Navidad
Advierten de un grave problema de salud común el 25 de diciembre: "Son guardias muy malas"
"Si una persona en la cena se desmaya, lo primero que tenemos que hacer es ver si respira o responde. Si no lo hace, y no tiene signos externos de vida habría que hacer una reanimación cardiopulmonar (RCP) y llamar a emergencias (112)"
La Navidad es época de celebraciones y reencuentros pero también de comilonas y exceso de alcohol y esto puede suponer un grave riesgo para la salud. La Fundación Española del Corazón (FEC) alerta de la importancia de prestar especial cuidado a nuestro corazón en invierno y específicamente en diciembre, puesto que el número de eventos cardiovasculares incrementa notablemente durante esta época.
Un estudio realizado por la Universidad de Duke (Estados Unidos), certifica que las muertes por fallo cardiaco se disparan un 8% respecto a noviembre, que es, a su vez, el segundo mes de mayor riesgo. El día de Navidad, el 25 de diciembre, es el que registra más fallecimientos por esta causa en todo el año, seguido del 26 de diciembre y del 1 de enero.
Según la FEC, las principales causas del aumento de fallecimientos cardiacos durante este periodo es que existe un menor control de determinados factores de riesgo cardiovascular. La emotividad y la nostalgia habituales de las fechas navideñas, junto con el estrés y la típica desconcordia familiar, son factores externos que afectan a nuestra salud, especialmente en Navidad
Sobre ello, habló el doctor César Carballo, urgenciólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, en su reciente visita al plató al programa Más Vale Sábado de La Sexta. "Son guardias muy malas", confesó el doctor, y recuerda un refrán relacionado con los excesos de las navidades: "Dicen que 'de buenas cenas, están las tumbas llenas'". "Y es verdad que esto pasa".
Carballo pidió que tengamos especial cuidado en las cenas navideñas con las personas mayores y las que ya hayan padecido problemas cardiovasculares, y que en cualquier caso estemos preparados para auxiliar a alguien que pueda sufrir una situación de este tipo. El médico mostró, paso a paso, cómo hay que proceder en estos casos: "Si una persona en la cena se desmaya, lo primero que tenemos que hacer es ver si respira o responde. Si no lo hace, y no tiene signos externos de vida habría que hacer una reanimación cardiopulmonar (RCP) y llamar a emergencias (112) para contar qué ha pasado". "El boquear no es respirar", advierte el médico.
La FEC recuerda que aunque se trate de una época festiva repleta de compromisos familiares, donde la comida y la bebida son las protagonistas, es importante controlar los excesos, pues estos no son buenos para nadie, pero menos aún para pacientes con enfermedades cardiovasculares, como los que padecen hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, diabetes o angina de pecho. La ingesta desproporcionada de sal, alcohol, azúcares y grasas puede producirles descompensaciones y conllevarles problemas mayores.
Las personas sanas también deben controlar su dieta. En estas fechas, se tienden a consumir muchas más calorías de las habituales, lo que genera un aumento de peso que normalmente suele incrementar la grasa visceral, la que se deposita en el abdomen. Esta grasa tiende a aumentar mucho el riesgo de enfermedad de los vasos del corazón y del cerebro.
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