Los audios del PSOE

Selectividad
La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) comienza este mes de junio y miles de alumnos se enfrentan a los últimos exámenes antes de proceder a la elección de grados. Se trata del último paso para aquellos que desean acceder a la universidad y seguir con su trayectoria educativa.
Más de 300.000 estudiantes se presentarán a estas pruebas en las diferentes Comunidades Autónomas, lo que implica que existen diferencias tanto en el contenido y la materia como en la forma de evaluación de cada región.
Tanto es así, que a la hora de corregir y calificar existen diferencias entre las comunidades, con criterios distintos entre sí. Cada región cuenta con unos requisitos establecidos, por lo que el alumno deberá atender a estas exigencias teniendo en cuenta dónde realice el examen.
Las pruebas de acceso muestran grandes diferencias según la comunidad donde se realicen. Una de estas diferencias reside en las faltas de ortografía permitidas y la cantidad de puntos que se restan tras cometer una.
Extremadura y Castilla La Mancha son las regiones más duras, puesto que si existen más de cinco faltas, el alumno suspende el examen. Por su parte, comunidades como Madrid y Murcia permiten perder hasta tres puntos en el examen.
En el caso de Madrid, se quita medio punto por falta de ortografía, mientras que en Baleares no se penaliza hasta la sexta falta. Además, otra de las diferencias es que en Aragón hacer la PAU cuesta 124 euros, mientras que en Castilla La Mancha, 52 euros.
Pero esto no es lo único, puesto que también hay diferencias en cuanto a extensión, contenido y corrección. En un examen de Lengua y Literatura en Cataluña es posible rellenar como máximo una cara cara de folio, mientras que en el País vasco, más de dos.
Con la llegada del Covid-19, los alumnos que se presentaban a la selectividad tenían una serie de facilidades nunca antes vistas. Desde la llegada de la pandemia en 2020, la dificultad de las pruebas se vio reducida notablemente, por lo que los alumnos tenían más facilidad de acceso a la universidad a pesar de que las notas de corte crecieron.
Esta ayuda fue concedida puesto que se creía que los estudiantes estaban menos preparados para afrontar la prueba debido a que no habían podido acceder a clase de manera presencial, sino que todo se desarrolló de manera online.
Sin embargo, de cara a este 2025 estas facilidades van a desaparecer. Y es que el Consejo de Ministros aprobó en 2024 un proyecto de Real Decreto donde se endurecían los exámenes de acceso a la universidad a partir del curso 2024/2025. El cambio principal es que se suprime la cláusula que permitía al alumno escoger las preguntas que más dominaban, lo cual provocaba que los estudiantes no estudiasen parte del temario de las asignaturas.
Con el modelo Covid, aumentaban las posibilidades de elección de los estudiantes. El alumnado podía elegir entre muchas preguntas y descartar otras muchas, lo que conllevaba no estudiar parte del temario. Por ejemplo, en las pruebas de la Comunidad de Madrid se contaba con dos opciones de examen: A y B, con subapartados en cada letra (A1, A2, A3, A4 y B1, B2, B3 y B4).
De esta forma, los alumnos podían escoger cuestiones de modelos distintos, siempre que no coincidiese con el número de pregunta. Por ejemplo: A1; B2; B3; A4, en función de la conveniencia. Esta posibilidad ha facilitado durante cuatro años la conocida anteriormente como EBAU, ya que antes la elección sólo se limitaba a la opción A en bloque y la B en bloque.
Y ahora, este modelo anterior al Covid ha vuelto para quedarse. Los alumnos de selectividad se encontrarán con que habrá un único modelo de ejercicio para cada materia, y los ejercicios estarán estructurados en diferentes apartados, con la posibilidad de que haya una o varias tareas.
Además, se podrá incluir la posibilidad de elegir entre varias preguntas, sin que ello implique la disminución del número de competencias evaluadas, es decir, la opcionalidad no implicará poder estudiar menos temario.
En cuanto al tipo de respuestas, algunas requerirán respuestas cerradas; otras, semiconstruidas y otras, abiertas. En cada uno de los ejercicios, la puntuación asignada al total de preguntas o tareas de respuesta abierta y semiconstruida deberá alcanzar como mínimo el 70%.
Historia de España e Historia de la Filosofía son las asignaturas que consiguen el mayor porcentaje de estudiantes con sobresaliente, casi el 23 % frente a las asignaturas con menos sobresaliente, que son Lengua Cooficial y Literatura II. Química es la más elegida en la fase específica y en 2024 la aprobó el 81,8 % de los matriculados y un 19,8 % obtuvo sobresaliente.
Por comunidades autónomas, la nota media en la fase general se situó entre 6,41 puntos en Baleares y 7,4 en Cantabria. En cuanto a las notas medias de acceso más altas se registraron en Murcia (7,88), Extremadura (7,80), Andalucía (7,77) mientras que Baleares, Cataluña y Valencia obtuvieron las más bajas (7,15, 7,25 y 7,28 puntos, respectivamente)
Existen además, diferencias significativas entre regiones en cuanto al porcentaje de alumnos que consiguen la calificación de sobresaliente (nota igual o superior a 9). Las comunidades donde menos sobresalientes se registran son Islas Baleares (1,9 % de los aptos), Comunidad Valenciana (2 %), Cataluña (2,8 %), Galicia (4,5 %) y País Vasco (4,8 %).
En contraste, Extremadura (15,1 %), Cantabria (12,5 %), Región de Murcia (12,4 %), Principado de Asturias (10,8 %) y Andalucía (10,5 %) son las regiones con mayor proporción de sobresalientes en la fase general ordinaria.
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