Cáncer

Barbacid logra la desaparición total del cáncer de páncreas más agresivo en ratones

El equipo del jefe del Grupo AXA-CNIO de Oncología Experimental ha logrado descubrir nuevas estrategias para desarrollar terapias efectivas contra el cáncer de páncreas

Los doctores Mariano Barbacid, Marta Puyol y Alfredo Carrato presentan los últimos avances en la investigación del cáncer de páncreas
Los doctores Mariano Barbacid, Marta Puyol y Alfredo Carrato presentan los últimos avances en la investigación del cáncer de páncreaslarazon

Tras diez años de investigación, Barbacid ha logrado descubrir nuevas estrategias para desarrollar terapias efectivas contra el cáncer de páncreas.

Mariano Barbacid ha vuelto a lograrlo. Tras diez años de investigación, el equipo del jefe del Grupo AXA-CNIO de Oncología Experimental ha conseguido descubrir nuevas estrategias para desarrollar terapias efectivas contra el cáncer de páncreas. En concreto, del adenocarcinoma ductal de páncreas, una de las formas más agresivas de cáncer y una de las que más se resiste a los tratamientos actuales, ya sean de Medicina Personalizada o de Inmunoterapia. De hecho, en la actualidad, la curación de los adenocarcinomas ductuales se limita a aquellos casos en los que el tumor está localizado y puede ser eliminado quirúrgicamente, lo que representa menos de un 10% de los pacientes.

En más del 95% de los casos de este tipo de cáncer de páncreas, la mutación iniciadora tiene lugar en el oncogén KRAS. A medida que estas lesiones progresan en malignidad se van acumulando otras mutaciones. De ahí, que el equipo del doctor Barbacid se haya centrado en evaluar el potencial terapéutico de dos dianas implicadas en la señalización de las oncoproteínas KRAS. Se trata del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR por sus siglas en inglés) y la quinasa c-RAF. “Hemos utilizado ratones modificados genéticamente a los que se les ha inducido las mutaciones KRAS y TP53, responsables de la mayoría de tumores humanos. Se los inducimos a los ratones cuando son jóvenes y a los seis meses hemos logrado eliminar por primera vez las dianas terapéuticas y de forma sistemática, es decir, en todo el organismo y si causar toxicidad”, afirma Barbacid.

Este logro, que los ratones respondan a esta terapia, se ha alcanzado en “la mitad de ellos”, precisa Barbacid. Por eso, el siguiente objetivo “es encontrar dianas adicionales para poder bloquear los casos que -hoy- se nos resisten”.

Asimismo, también se ha conseguido un efecto terapéutico en nueve de cada diez tumores de páncreas en modelos PDX obtenidos de pacientes con cáncer mantenidos en ratones inmunodeficientes. Aunque, como recordó Barbacid, él prefiere destacar el logro en ratones de laboratorio.

“Me preocupa crear falsas esperanzas. Quiero dejar claro que lo que hoy se presenta no va a servir para curar a las personas que ya tienen cáncer de páncreas. Como muy pronto -esta terapia- llegará dentro de cinco o diez años, que es el tiempo en el que se tarda en desarrollar los fármacos. De modo que la utilidad será para los que desgraciadamente tengan cáncer de páncreas en el futuro, no hoy”, ha hecho hincapié Barbacid.

Un tipo de cáncer, el de páncreas, que “se diagnostica muy tarde”, recordó Alfredo Carrato, del Hospital Ramón y Cajal. “Estamos ganando terreno al cáncer con nuevos tratamientos, pero no es el caso del de páncreas: su incidencia y su mortalidad siguen subiendo y ya es un tumor que causa más muertes en Europa que el cáncer de mama y es la cuarta parte de veces más frecuente. Es decir, tenemos -casi- 8.000 casos de cáncer de páncreas en España frente a 30.000 de mama y aún así fallecen más personas por el de páncreas que el de mama. Esto denota que estamos ante una urgencia sanitaria de primer orden. Hay que invertir en investigación para ganarle terreno a la enfermedad. Es una realidad que llegamos tarde al diagnóstico y que sólo se puede operar al 20% de los pacientes con cáncer de páncreas y de ellos más de la mitad recaen. Eso quiere decir que en el momento del diagnóstico que nosotros pensábamos que era una enfermedad localizada” no era así, de ahí la recaída de estos pacientes tras la operación, añade Carrato.

“La supervivencia media en pacientes con cáncer de páncreas -prosigue- es muy baja, pacientes metastásicos apenas llegan al año de media, cuando los pacientes son localmente avanzados es un poco más y cuando se operan superan los dos años de media de supervivencia”.

Pero ¿por qué es tan difícil de detectar?

“Hay que hacer un buen diagnóstico. El cáncer de páncreas es un tumor que está lejos de la posibilidad de tocarlo con la mano, está al fondo del abdomen, detrás del estómago y da unos síntomas inespecíficos que clínicamente es muy difícil de interpretar como cáncer de páncreas. Y luego a la hora de obtener tejido para un diagnóstico no se pueden obtener biopsias, grandes trozos de tejido, porque dentro del páncreas existen las enzimas digestivas que nos ayudan a hacer la digestión de los alimentos y si hacemos un agujero en el páncreas por ese agujero se descarrillan las enzimas y puede derivar en una peritonitis química. Desgraciadamente las biopsias son con aguja fina. Se obtiene poco tejido porque el tumor tiene pocas células y mucho estroma. Los diagnósticos y los biobancos son escasos para poder estudiar la biología y el comportamiento de esta enfermedad. Son retos que tenemos. Es importante saber bien cómo se comporta nuestro enemigo para poder atacarle con mayor eficacia”, recuerda Carrato.

“Necesitamos que se conciencie la sociedad y los médicos de cabecera porque es una amenaza para la vida. Es muy frecuente que los pacientes que llegan con síntomas con dolor de espalda se les diagnostique al año cáncer de páncreas cuando se ponen amarillos. Tenemos que conocer los síntomas y signos para hacer un diagnóstico temprano”, insiste

El logro del equipo del doctor Barbacid “es una muy buena noticia por su alto impacto que puede tener” en un futuro, destacó Marta Puyol, directora de Investigación de la AECC, durante la presentación del logro.

“En España anualmente se diagnostican 7.700 casos de cáncer de páncreas, es el noveno cáncer en incidencia, pero el tercero en mortalidad. De hecho a los cinco años después de haber sido diagnosticado sólo sobrevive el 5% de los pacientes. Es necesario y urge tomar medidas contra esta enfermedad. Hay que crear una Estrategia Nacional de Investigación del Cáncer con un objetivo: llegar a un 70% de supervivencia del cáncer para 2030 y este reto se hace mucho más complejo en cáncer de páncreas. Para ello, es necesario duplicar la inversión en investigación para los próximos diez años; es decir, pasar de los 1.500 millones que venimos financiando a 3.000 millones”, añadió Puyol.

El logro del equipo de Barbacid es el resultado de diez años de investigación que no hubiera sido posible sin la financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el Consejo Europeo de Investigación, el Ministerio de Economía y Competitividad, etc. Barbacid destacó el esfuerzo de la AECC en este proyecto. De hecho, hace menos de dos años, la AECC anunciaba la financiación de este gran proyecto del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO): 1,2 millones de euros de ayuda para que se investigara a tres bandas el adenocarcinoma pancreático, con Barbacid, Alfredo Carrato, del Hospital Ramón y Cajal, y Bruno Sainz, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).