¿Bebemos demasiado?

España se ha tomado en serio la mezcla letal de alcohol y menores, pero no son los únicos que consumen una sustancia que causa 60 enfermedades.

A los escoceses les va a costar más emborracharse. Su Gobierno ha aprobado esta semana un precio mínimo por unidad de alcohol: exactamente 57 céntimos de euro. Se trata de una noticia histórica, ya que nunca un país ha legislado el precio mínimo de las bebidas espirituosas. Pero, sobre todo, se trata de una medida muy rentable. Y no solo porque las arcas del estado ingresarán más debido a los impuestos, sino porque se reducirá considerablemente el número de muertos por alcoholismo al año que ahora se cuentan por miles.

En España todavía no hemos llegado tan lejos, aunque el alcohol, sobre todo entre los adolescentes, es un verdadero problema de salud pública. Los datos que ilustran esta página son escalofriantes: cada año se registran en nuestro país un total de 6.000 comas etílicos entre menores. La buena noticia es que, después de un año de trabajo, la subcomisión del Congreso de los Diputados encargada del asunto ha concluido un informe que servirá de base a la nueva normativa sobre jóvenes y alcohol. La idea principal es ponérselo más difícil, impedir el famoso «botellón» e, incluso, sancionar a los padres cuyos hijos lo consuman.

Es verdad que nuestro país tiene una larga tradición de bebedores sociales, pero también lo es que al menos el diez por ciento de la población consume a diario una sustancia tóxica que está relacionada con más de 60 tipos de enfermedades y lesiones, tanto físicas como psíquicas. Muy pocos reconocen tener un problema con la bebida, quizá porque su ingesta está totalmente integrada en nuestros usos y costumbres. Comparados con el resto de nuestros vecinos europeos no estamos tan mal. Nos encontramos a medio camino entre Reino Unidos, los más bebedores, y los lituanos, los más abstemios.

De todo lo anterior surge la pregunta del millón: ¿qué es beber demasiado? La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera de riesgo el consumo de entre 4 y 6 unidades (de dos a cuatro para las mujeres) de bebida estándar al día o entre 28 y 46 a la semana. Tres de cada diez españoles consideran esta ingesta como razonable. Hagan sus cálculos: un vaso de vino equivale a una unidad de alcohol.