Alzheimer
Caminando por los recuerdos
Es la marcha solidaria celebrada por Centro Alzhéimer Fundación Reina Sofía y Clece para sensibilizar sobre el «olvido» de la enfermedad .
Es la marcha solidaria celebrada por Centro Alzhéimer Fundación Reina Sofía y Clece para sensibilizar sobre el «olvido» de la enfermedad .
Comienza lentamente. Primero empiezas a olvidar pequeños detalles de tu vida cotidiana. ¿Qué comí ayer? ¿Dónde he guardado las llaves? Pero este leve deterioro cognitivo poco a poco se va transformando en una molestia más severa. Los nombres de las personas que conoces empiezan a ser una tarea ardua de recordar y los recuerdos de toda una vida se vuelven difusos. El Alzhéimer es una enfermedad que afecta a más de medio millón de personas en España y que según la Sociedad Española de Neurología podría ascender hasta las 800.000. Es una de las causas más comunes de demencia, representa en torno al 70% de los casos y cada año son diagnosticados 40.000 nuevos en nuestro país. ¿Qué podemos hacer para frenarlo? Desgraciadamente, no existe una cura como tal, pero sí algunas claves que permiten ralentizar cada vez más la enfermedad. Entre ellas, concienciar. Esto, junto a motivar a las personas que la padecen , se acaba convirtiendo en algo esencial. Sin olvidar a los familiares, afectados también por el deterioro que ocasiona y que «desgasta emocionalmente, y mucho, al entorno familiar», señala Cristina Rodríguez Fernández, directora y gerente del Centro Alzhéimer Fundación Reina Sofía, que gestiona Clece Servicios Sociales. Esta residencia pública es un referente en la Comunidad de Madrid y un complejo asistencial pionero especializado en la atención a personas mayores afectadas por el Alzhéimer gracias a la intachable labor que desarrolla con la ayuda de Clece, filial de ACS.
«Caminando por los recuerdos» es el nombre de la marcha solidaria que se celebró ayer en los alrededores del centro con el objetivo de sensibilizar.
Esta iniciativa, en la que han participado también familiares y los empleados de la residencia, ha dado el pistoletazo de salida a las 11:00 de la mañana en las puertas del Centro Alzhéimer Fundación Reina Sofía y ha continuado su recorrido por las calles que lo rodean.
Los primeros pasos solidarios se dieron por las calles de Valderrebollo entre «confeti», para después continuar por Puerto de Porzuna y Navamures de Villa de Vallecas.
El ánimo, la unión y el calor que ampara a los afectados por una vida sin recuerdos crean un mapa imaginario a través de estas calles que, tal vez, impregnen su cabeza construyendo nuevos recuerdos. Algo que parece imposible. Muchos de estos ancianos apenas reconocen ya a las personas de su entorno. Las trabajadoras del centro encabezan la «carrera» mientras que los pacientes saludan ilusionados a los vecinos que se asoman por las ventanas curiosos. Y cuando lo hacen, se encuentran con que un «ejército» de la tercera edad ha tomado las calles y la carretera de Villa de Vallecas. «No nos mires únete», les gritan al mismo tiempo que siguen el ritmo de la música que suena a través del megáfono. Y si no, cantan ellos. La marcha prosigue. Cerca de 15 minutos de alegría y «jolgorio» que acaban con el recibimiento de los 173 participantes entre besos y aplausos a las puertas del centro nuevamente. Allí, un plátano y un zumo les esperan para reponer fuerzas. A ellos y a sus acompañantes, que han sido los que han empujado las sillas de muchos que, a causa de la edad, no han podido realizar la marcha a pie.
Antonia, en compañía de su marido y su hija, ha sido solo una de los 156 residentes del centro que ha querido unirse a «Caminando por los recuerdos». El equipo interdisciplinar hace una labor asombrosa con estas personas, además de con las 40 que asisten al centro de día y las 20 que forman parte del programa de «respiro familiar». «A través de este tipo de iniciativas queremos que sepan que no están solos y que existe una gran parte de la sociedad implicada con su situación», cuenta a LA RAZÓN Cristina Rodriguez. «Este centro es pionero a nivel nacional e internacional por la forma en la que trabaja sobre la enfermedad. Se divide en diferentes unidades, según el grado de deterioro que presenten los enfermos, y la abordan a través de tres áreas: asistencial, investigación y con su centro de formación».
«Esta carrera ha sido el “broche de oro” que echa el cierre a una semana llena de actividades como “Zumba”, teatro o talleres de repostería que permiten que las personas con esta dolencia ganen independencia a la vez que se sienten arropados por los suyos».
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