
Un nuevo Papa
Chicago vivió el día con más expectación de lo esperado
Prevost nunca dejó de implicarse en la vida religiosa y política de Estados Unidos

Dicen que uno no es de donde nace, sino de donde pace, quizá por eso Robert Francis Prevost en su primer discurso ante millones de feligreses como León XIV utilizó la lengua de Cervantes, español, y no la suya materna, inglés. El nuevo Papa ha pasado media vida religiosa en Perú, pero sus orígenes y raíces se remontan al barrio de Dolton, a las afueras de Chicago, en el estado de Illinois. Y allí se vivió ayer con más expectación de la esperada el inicio de su papado con un vicepresidente J. D. Vance al frente de la delegación de Estados Unidos.
Prevost creció con sus dos hermanos mayores, Louis Martin y John, con los que compartía iglesia y escuela en la parroquia de Santa María de la Asunción. Entonces su vocación ya empezaba a asomar, así lo contó Louis a la cadena BBC en una entrevista: «Yo solía jugar con pistolas, cuchillos, arcos y flechas. Y él jugaba a ser sacerdote. Yo le decía: ¡qué aburrido! Vamos a jugar a otra cosa, Rob». «No», decía, «¿te puedo dar la comunión?».
Los vecinos recordaban también a una familia muy devota, que nunca faltaba a misa y destacaban por su actividad en la parroquia, donde León XIV ejercía de monaguillo. Todos allí sabían que estaba destinado a ascender dentro de la Iglesia Católica. «Tuvo vocación desde muy joven», cuentan quienes entonces compartieron juegos con él.
El convertido en primer Papa estadounidense nació el 14 de septiembre del año 1955. Su padre, Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana –administrador de escuela y veterano de la Marina durante la Segunda Guerra Mundial–, y su madre, Mildred Martínez, de ascendencia española y ecuatoriana –bibliotecaria y muy involucrada en la vida parroquial–, le regalaron una buena combinación de raíces y apoyaron su idea desde pequeño de querer ser sacerdote. En aquella época la vida de la comunidad giraba en torno a la iglesia y así crece el actual Papa, en un barrio humilde en el que pasa 20 años en una modesta casa que ahora, tras su nombramiento, ha visto disparado su precio.
La zona donde creció el Papa ha cambiado drásticamente, y el número de parroquias allí se ha reducido de 445 en la década de los 70 a 216 en 2024. Incluso la población: cuando el Papa vivía allí el 94% de los residentes eran blancos y un 2% negros; ahora las cifras se han invertido y un 5% de la población de Dolton es blanca frente al 90% de habitantes negros.
Los Prevost vendieron la vivienda familiar en 1977, cuando falleció el patriarca de la familia. Seis años antes había muerto la madre de León XIV, y según cuentan los vecinos la casa no estaba en muy buen estado, así lo explicó una vecina al «Daily Mail». «Durante los últimos dos años me estaba volviendo loca. Una familia vendía drogas aquí mismo, luego otra familia se mudó, y hubo mucha violencia, peleas y tiroteos». Ahora con el nombramiento de León XIV esperan que un ambiente distinto llegue al barrio.
Después de octavo grado, León XIV ingresó en el Seminario de San Agustín, una comunidad religiosa enfocada en la educación y la vida comunitaria cuyos miembros tienen voto de pobreza y sobreviven de la caridad o de su propio trabajo. Vivía en un internado para chicos, cerca de Holland, en Michigan, comiendo, estudiando y compartiendo con sus compañeros.
El nuevo Papa es licenciado en Matemáticas y Filosofía por la Universidad de Villanova, en Pensilvania, y obtuvo una maestría en Teología en la conocida Catholic Theological Union, en el barrio de Hyde Park de Chicago antes de cursar en Roma sus estudios de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino.
En la ciudad italiana, el 29 de agosto de 1981, emitió sus votos solemnes y el 19 de junio de 1982 fue ordenado sacerdote. Más tarde fue enviado como misionero a Chulucanas, en Piura (Perú), y allí se ganó el respeto de los fieles y religiosos por su cercanía a las comunidades más castigadas.
Es en 2014 cuando el Papa Francisco, del que fue amigos muchos años incluso antes de que se convirtiera en Pontífice, lo nombra obispo de Chiclayo y en 2015 consigue la nacionalidad peruana.
Cuando en el 2023 es designado prefecto de Dicasterio para los Obispos se le abren las puertas de la diplomacia religiosa porque ese puesto clave para nombrar obispos en todo el mundo le permitirá conocer a los que el pasado 8 de mayo creyeron en él para dirigir a la Iglesia.
A pesar de sus múltiples viajes, el Papa Prevost ha estado volviendo a su Chicago natal para desempeñar cargos entre los agustinos, o para votar en las elecciones norteamericanas. Según consta en los registros públicos, en las elecciones del pasado noviembre emitió voto de ausencia, pero anteriormente el Papa habría participado en tres primarias republicanas desde 2012 y su última votación fue precisamente en las primarias del año 2016.
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