Ciencia y Tecnología
Crean ovarios fértiles impresos en tres dimensiones
La ciencia ha llegado a tal grado de desarrollo en algunos territorios que ya casi no nos sorprende ninguna noticia. Pareciera que todo es posible en manos del saber y la tecnología. Pero, de vez en cuando, surge otro avance de esos que obliga a mirar de nuevo el titular de la noticia, a repasar el texto y a pensar una y otra vez si el firmante de la nota está en su sano juicio. Quizás ésta sea una de esas noticias... y espero que al final de su lectura convengan que el firmante sí está en sus cabales.
Un equipo de ingenieros de las universidades McCormick y Northwestern de Estados Unidos ha lograd crear por primera vez ovarios impresos en 3D que tienen la facultad de desarrollarse dentro del organismo y convertirse en plenamente operativos, produciendo una ovulación sana. El nuevo órgano sinténtico ha sido probado con éxito con ratonas a las que se eliminaron los ovarios y que pudieron parir crías sanas.
Los ovarios artificiales (más técnicamente llamados bioprotésicos) están formados por material imprimible con el que se forma un andamiaje o plantilla previa. Este armazón sirve para acoger óvulos inmaduros. Una vez insertados en el cuerpo del animal, un tratamiento hormonal adecuado estimula el desarrollo y el crecimiento de las células sexuales hasta convertirlas en óvulos viables para la reproducción.
La investigación ha demostrado que estos nuevos ovarios bioprotésicos son duraderos y por lo tanto podrían servir para mantener el estado sano de la ratona durante el ciclo de vida fértil del animal. De hecho, este tipo de aplicaciones de la bioingeniería podría ser una estrategia a tener en cuenta para recuperar la fertilidad perdida sin necesidad de acudir al trasplante de tejidos donados.
Lo que convierte en especialmente atractiva a esta investigación es la materia prima que se ha usado.
En una impresora, la calidad del texto que imprimimos depende de la “tinta” utilizada. En una impresora 3D, la “tinta” es un material sólido capaz de formar estructuras tridimensionales. En este caso se ha utilizado un tipo de gelatina formada por colágeno. Con ella se ha formado un biogel compatible con el cuerpo del ratón y que en el futuro sería perfectamente aceptado por el cuerpo de un ser humano. El gel es suficientemente rígido como para ser manipulado e insertado en el cuerpo, pero tan poroso que permite la interacción con los tejidos naturales del ratón y, por lo tanto, su colonización rápida por células y vasos.
Imprimir un ovario en 3d es como jugar a un juego de construcciones. Hay que ir engarzando pequeñas piezas a modo de ladrillos para levantar la estructura que se ha diseñado previamente. Las piezas, en este caso, son pequeños filamentos que se apilan unos sobre otros siguiendo escrupulosamente las instrucciones de un programa establecido. Todos los órganos humanos tienen un “esqueleto”, una estructura interna. Los científicos han observado cuál es el esqueleto de un ovario y lo han convertido en diseño gráfico para la impresora.
Una vez impreso, ese esqueleto se inserta en el lugar exacto del aparato reproductivo de la hembra y se espera a que sea colonizado con tejidos y células del organismo. Cuando la colonización ha dado resultado, las células sexuales femeninas pueden encontrar cobijo y recibir el insuflo de las hormonas reproductivas para empezar a crecer.
El trabajo ha demostrado que se puede reestablecer la fertilidad de una ratona infértil mediante este mecanismo. De manera que se ha abierto el camino para utilizar impresión 3D en casos de mujeres que hayan perdido la capacidad de ovular tras un tratamiento médico agresivo (por ejemplo, quimioterapia).
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