Lenguaje

Un español crea un sistema para escuchar música a través de los glúteos

Rodrigo García González, inventor de Wow
Rodrigo García González, inventor de Wowlarazon

Hasta ahora era impensable escuchar cualquier sonido si no era a través de los oídos. Sin embargo, esta situación puede cambiar en el futuro gracias al invento de Rodrigo García González, un joven español que estudia Diseño en el Royal College of Art de Londres. García ha inventado un dispositivo, Wow, que se coloca justo debajo del sillín de la bicicleta y, a través de un transductor, convierte las señales eléctricas de la música en pulsaciones que se transmiten por el sillín hasta los glúteos del ciclista. En ese punto, las vibraciones entran en contacto con el cuerpo y viajan hasta la cabeza. Este efecto se llama alucinación auditiva: uno escucha la música, aunque no a través del aire. La sensación es algo desconcertante hasta que el cuerpo termina de procesar mentalmente lo que está ocurriendo, informa BBC.

Y aunque la calidad de sonido es razonable, no es lo suficientemente efectivo como para acabar con el uso de auriculares. Al menos, de momento. La sensación es como si se escuchara la música proviniente de algún lugar lejano, como si se tratara de la fiesta de unos vecinos.

En opinión de González, la gran ventaja del Wow es su diseño. "Es difícil escuchar música cuando uno está montando en bicicleta, necesita tener las orejas despejadas para saber por dónde vienen los coches. Además, evita ir con los incómodos cables colgando.

Wow no es el único dispositivo que busca reemplazar la función de los oídos con otras partes del cuerpo. El Subpac es una especie de mochila que se carga en la espalda y busca complementar lo que ofrecen los auriculares. Mientras los oídos reciben el sonido normalmente, por la espalda llegan vibraciones que buscan extender la experiencia auditiva.

Sebastian Merchel, de la Universidad Técnica de Dresde, Alemania, llama a este fenómeno "ilusion de volumen audio-táctil". Él llevó a cabo experimentos que demuestran que la gente tiene la sensación de que el sonido está mas alto si va acompañado de vibraciones. "Simplemente piensa en cómo se escucha, y se siente, un órgano de iglesia, cuando estás sentado en uno de los bancos madera", dice. "A las grabaciones de esos sonidos en sistemas de audio le falta la información que proporcionan las vibraciones".

Sophie Scott, del University College London, también investiga en este campo de estudio. "Mucha de la información sonora del mundo real proviene de vibraciones que van directamente a la cóclea, u oído interno, que procesa el sonido, a diferencia de la conducción a través del aire", indica. "Es la forma en que los bebés escuchan dentro del vientre materno". La técnica se ha utilizado para permitir a adultos a escuchar música bajo el agua. Varias compañías fabrican auriculares para nadadores que aprovechan la conducción a través de los huesos.

Google Glass también utiliza un transductor que se apoya sobre el cráneo como forma principal para transmitir sonido sin necesitar el uso de auriculares. Estas tecnologías tienen sus límites", opina Scott.