Ciencia
«El hormiguero» tiene mucha ciencia
El programa de Pablo Motos potencia la sección presentada por Marron con la presencia de investigadores internacionales de alto nivel.
El programa de Pablo Motos potencia la sección presentada por Marron con la presencia de investigadores internacionales de alto nivel.
Con permiso de «Teletienda», los programas de ciencia suelen estar en los lugares más recónditos en las parrillas televisivas de los canales generalistas. Con la excepción de «El Hormiguero 3.0», que está potenciando esta sección con una mayor presencia de investigadores internacionales de gran nivel. Tenaz como pocos, Pablo Motos se atrevió hace diez años a ofrecer a sus invitados y a los espectadores unas píldoras científicas, presentadas por Marron, que se han convertido en una de sus señas de identidad, hasta el punto de dar en muchas ocasiones el minuto de oro al programa.
«Sin olvidar a los españoles, cada vez buscamos más a eminencias internacionales. Con los años, y ante la evidencia de que ‘‘El Hormiguero 3.0’’ es un programa serio, contamos con el apoyo del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y la universidad de Harvard, entre otras muchas instituciones con el fin de que sus investigadores vengan al plató para presentar sus proyectos», comenta Almudena Cerrudos, responsable del equipo de ciencia. Gracias a esos contactos, durante esta temporada han presentado sus descubrimientos, robots y lo más innovador en tecnología expertos de Estados Unidos, Suecia, Reino Unido, Israel, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda.
El robot Da Vinci
Detrás de esos cinco o diez minutos de emisión del espacio hay un equipo de doce personas –entre físicos, ingenieros y expertos en telecomunicaciones– que buscan los hallazgos más importantes y que sean factibles de llevar a un plató. En esta temporada se ha podido ver el robot Da Vinci, que puede realizar operaciones quirúrgicas a distancia; unas esponjas con la propiedad de intentar salvar a heridos de bala; Emily, un robot salvavidas que emplean los servicios de salvamento marítimo en California, y a Alyssa Carson, la niña de quince años que, apoyada por la NASA, quiere ser la primera persona que pise Marte en 2033.
Estos son los pilares sobre los que se construye una pieza del programa que, además de ser divulgativa, es imprescindible que sea muy visual. «A las siete hacemos un ensayo previo con las cámaras y la iluminación para ver las condiciones de temperatura y humedad. Esto es vital porque los pequeños detalles pueden hacer que el experimento no salga, aunque siempre hay un plan B. Por ejemplo, si se hace uno con pompas de jabón éste pueden explotar por la respiración del público. Luego hay que contar con la complicidad de los invitados. Las celebridades de Hollywood, más bien sus agentes, son los que miran con lupa lo que va a hacer Marron por si hay explosiones y fuego, aunque nunca se ha producido un accidente. Cerrudos explica que «intentamos que sean propuestas muy sorprendentes e incluso personalizadas para que se vayan encantados». Para esta científica, el ritmo infernal de trabajo compensa. Gracias a «El hormiguero 3.0» conoce en las distancias cortas a colegas por los que siente admiración. La sección de ciencia está calando tanto entre los espectadores que los colegios contactan con ellos para ponerlas en práctica. «Esa es una de las consecuencias más gratificantes y de la que nos sentimos más orgullosos», comenta Cerrudos. A su equipo le queda mucho por hacer. La audiencia así lo demanda, ya que el programa continúa con su trayectoria ascendente. El jueves, «El hormiguero 3.0» logró su segundo mejor dato de la temporada con un 18,2 por ciento de cuota.
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