Sociedad
La corrupción anónima
LaSexta estrena el domingo a las 21:30 horas «Malas compañías», un programa de investigación presentado por Cristina Pardo.
LaSexta estrena el domingo a las 21:30 horas «Malas compañías», un programa de investigación presentado por Cristina Pardo.
Son muchos los tentáculos que tiene la corrupción. Se extienden rápidamente y con sigilo. Llamadas telefónicas que pueden parecer intrascendentes, operaciones de ingeniería económica supuestamente sin mácula, maletines que pasan de mano en mano... Podría ser el argumento de una película, pero ha sucedido y sucede –aunque la Justicia tiene la última palabra– en nuestro país. Cristina Pardo debuta en solitario con el programa de investigación «Malas compañías», que laSexta estrena mañana a las 21:30 horas y cuya segunda entrega se emitirá la próxima semana. Producido por Producciones del Barrio, de Jordi Evolé y Ramón Lara, en el epicentro están las tramas que han surgido en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, lejos de centrarse en los nombres que han acaparado los titulares de Prensa, opta por dar visibilidad a personas anónimas que no eran conscientes de lo que estaban haciendo hasta que han sido imputados y están a la espera de juicio. «Al espectador se le puede plantear un dilema, porque cuando se pone el foco en un hombre a punto de jubilarse que firmó donde no debía, en un enfermero... en gente normal a los que les cambió la vida para mal porque se les cruzó en su día a día un político y que ahora deciden tirar de la manta», comenta Pardo.
SUEÑOS ENVENENADOS
Y es que este entramado significó para muchos de ellos la oportunidad para despegar laboral y económicamente. Es el caso de Esteban Cuesta. Era enfermero y terminó siendo gerente de la depuradora pública de Pinedo, en Valencia. Cuesta cuenta lo que vivió en el «caso Emarsa», en el que se desviaron 23 millones de euros de fondos públicos. «Todos comparten una peculiaridad: gracias a sus implicaciones en las tramas veían cómo podían cumplir sus sueños. Ahí está el ejemplo del director del equipo técnico de Canal Nou, al que le ofrecieron la retransmisión de la visita del Papa, y el caso de un cooperante que obtuvo una subvención por los favores prestados para construir un hospital de Haití. La respuesta de la mayoría es la misma: ‘‘Si no lo hago yo, lo hace otro’’». Lo que sí ha notado es que «son muy benévolos con ellos mismos». El encuentro que más le sorprendió fue el que tuvo con Vicente Torres, el fiscal anticorrupción de Valencia, que lamentó la falta de recursos que dispone y las presiones políticas.
Frente a la rapidez de las ruedas de prensa y recoger las declaraciones de los políticos a pie de calle, Pardo se ha manejado en las entrevistas con un ritmo pausado. «He aprendido la importancia de los silencios. Hay personas que no los toleran y su reacción inmediata es hablar, por lo que te dan más información», comenta. ¿Y ha practicado el hábito de saber escuchar? «Sí, es importante estar alerta, aunque con las que he estado no han sido muy habladoras. Tengo la sensación de que no sé si deseaban darnos pena y se querían ver mejor de lo que son. Algunos lo están pasando muy mal por sus familias, bien porque están sufriendo mucho o, como ha sucedido en algunos casos, porque han visto que han renegado de ellos», puntualiza.
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