«La tapadera»: Grisham, diez años después

Los responsables de las editoriales que rechazaron la primera novela de John Grisham, «Tiempo de matar», todavía se deben de estar tirando de los pelos. El autor pronto les demostró su equivocación, convirtiéndose en una auténtica máquina en eso de vender libros. Y es que el escritor estadounidense obstenta el récord de ser el creador que más tomos ha vendido de la historia de ese país. El lanzamiento de cada una de sus nuevas novelas se convierte en todo un acontecimiento de dimensiones planetarias, y las ventas de sus ejemplares se cuentan por miles de millares (de hecho, es uno de los dos autores que ha sido capaz de superar la barrera de los dos millones de copias de una primera edición).

Con su segunda novela, Grisham dio un verdadero «pelotazo». «The Firm» («La tapadera») se convirtió en el libro más vendido de 1991 (55 millones) y catapultó al estrellato de la literatura. Esta obra fue llevada al cine por Sydney Pollack en 1993. En la película, Tom Cruise, en su primer papel maduro que le distanciaba del fenómeno fan, se metía en la piel de Mitch McDeere, el joven y brillante abogado de Harvard que se deja seducir por las promesas y regalos del bufete Bendini, Lambert & Locke de Memphis. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y muy pronto tendrá motivos para sospechar de que en el despacho de abogados está sucendiendo algo muy extraño. No se equivoca, ya que detrás de la fachada de prestigio se esconde una empresa que no es otra cosa que la tapadera del negocio de la mafia de Chicago. McDeere colaborará con la Policía, lo que será el fin de la firma de abogados, pero también de la vida que ha conocido hasta entonces, ya que entra junto a su familia en un programa de protección de testigos.

Casi 20 años después del estreno de la película, Sony Picture recuperó al personaje, haciendo su particular adaptación televisiva. La ficción sitúa la acción diez años después de los hechos que relatan el libro y la película. McDeere (Josh Lucas) y su esposa Abby (Molly Parker) piensan que una década es suficiente para olvidar, por lo que regresan a Washington dispuestos a recuperar su identidad. Sin embargo, la mafia tiene buena memoria y no olvida la traición del letrado.