J. J. Abrams
Los fiascos del niño bonito de la TV
Como productor ejecutivo, sus proyectos han sido un fracaso
El universo televisivo de J. J. Abrams lejos de expandirse en los últimos años ha sufrido una regresión que, si no deja en entredicho su talento, sí su ojo clínico para las series que elige para figurar en los créditos sólo como productor ejecutivo, sin coger las riendas del guión y la dirección con resultados decepcionantes. Tras «Perdidos» llegó «The Catch», con un piloto que debió de ser tan rudimentario que ni siquiera fue emitido. En la temporada 2006/2007 fue el productor de dos series: «Waht About Brian» y «Seis grados». La primera era una comedia dramática para la ABC que duró tan sólo dos temporadas. La ficción tiene como protagonista a un chico que es el único soltero de un grupo de amigos. La audiencia media fue de 7,5 millones de espectadores. Aunque para la segunda entrega estaban previstos 22 capítulos, la cancelaron en el 19, dejando a los espectadores sin saber cuál era el final. «Seis grados» fue un bluf que, afortunadamente para él, casi nadie se acuerda o no quieren recordarlo. La cadena ABC volvió a confiar en él. En principio prometía, ya que su argumento se centraba en los vínculos que unen a un grupo de desconocidos. Sin embargo, la propia ABC y la audiencia le dieron la espalda. Se rodaron 13 episodios que no se emitieron en «prime time». Tras ser cancelada, volvió a la rejilla de programación. Con una audiencia media de 7,9 millones desapareció del mapa definitivamente tras emitirse ocho episodios. «Person of interest», de la que es productor ejecutivo, me mantiene con éxito en antena desde 2011, pero está muy lejos del espíritu creativo de Abrams.
En 2012 estrenó una serie fiel a sus esencias: «Alcatraz», una ficción en la que el misterio y la incertidumbre presidían la trama, en la que un agente federal que se encarga de investigar la reaparición de presos y policías de la célebre cárcel después de su extraña desaparición. La serie arrancó con diez millones de espectadores pero, capítulo a capítulo cayó hasta los cuatro. La producción postapocalíptica «Revolution» fue otro fiasco, que empezó muy bien en número de espectadores (11,6 millones en su inicio), aunque después se fue desinflando hasta no superar las dos temporadas. «Almost Humans» era un punto y seguido a su trayectoria descendente hasta culminar, por ahora, con «Believe», que aguantó una temporada.
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