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Muerte de Francisco

El cónclave del nuevo Papa, entre el 5 y el 10 de mayo

Comienzan los movimientos, con Parolin y Tagle entre los que más suenan

Caen a 133 los cardenales que entrarán al Cónclave, tras las bajas del español Cañizares y del bosnio Puljic EUROPAPRESS

Aunque todavía no se ha hecho pública la fecha en la que comenzará el cónclave del que saldrá el nuevo Papa –que está previsto que comience entre el 5 y el 10 de mayo, después de que finalice el día 4 el luto de nueve días por Francisco–, el engranaje del proceso ya se ha puesto en marcha. Los primeros encuentros entre los cardenales, donde se empieza a analizar a los posibles «rivales», sus puntos fuertes y sus debilidades, ya han empezado.

Vestidos con sus respectivos hábitos corales, ayer mismo por la mañana se reunieron en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde residía el Papa Francisco, antes de que se realizara el traslado del féretro del Obispo de Roma hasta la basílica de San Pedro. Esos primeros momentos pueden pasar desapercibidos, pero sin duda es donde empieza a tejerse la red de posibles alianzas y a definirse los candidatos con más posibilidades.

Lo que hay que tener siempre presente en este caso es la famosa frase de «quien entra Papa sale cardenal», que se refiere a que los nombres que más suenan como favoritos al trono de Pedro son los que finalmente no logran alcanzarlo. En este caso, suena sin cesar en casi todas las quinielas el del italiano Pietro Parolin. Nacido el 17 de enero de 1955 en Schiavon, Vicenza, fue secretario de Estado del Vaticano con el Papa Francisco, y llegó a ser el principal asesor del pontífice. Además, dirige la Curia Romana, la administración central de la Iglesia y ha sido el sustituto de Francisco en varias ocasiones, cuando este se encontraba enfermo o indispuesto.

Gran diplomático, fue la cabeza visible del acuerdo con China sobre los obispos, y a priori sería una figura serena tras Francisco, considerado por algunos sectores como un «revolucionario» y con actitudes en algunos aspectos un tanto polémicas, especialmente en lo relacionado con Ucrania y Gaza.

Otro de los nombres que más se repiten es el del filipino Luis Antonio Tagle, de 67 años, que ya estuvo en las quinielas del cónclave de Francisco. En el mundo asiático, especialmente Oriente y China, se le equipara con lo que fue Juan Pablo II para Europa del Este. Como el Papa argentino, es públicamente conocido su apoyo a pobres, migrantes y personas marginadas, hasta el punto de haberse ganado el apodo del «Francisco asiático».

Hay que tener en cuenta el hecho de que Francisco intentó asegurar la continuidad de las reformas que él inició, ya que nombró al 80% de los cardenales que elegirán al nuevo Papa, hasta un total de 108 de 133. Según el último censo, 53 de los candidatos son europeos, 23 de Asia, de Latinoamérica y Caribe 23, de África 18, de América del Norte 14 y 4 de Oceanía. Muchos de ellos no se habían conocido hasta ahora, y juntos, los novatos en estas lides junto a los «grandes electores» que ya han vivido otros cónclaves, tendrán que deliberar sobre quién es el mejor sucesor de Bergoglio.

En este sentido se pronunció ayer el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, uno de los seis españoles que entrará en la Capilla Sixtina, quien indicó que el debate no debe centrarse en elegir a un Papa «progresista» o «retrógrado» sino «fiel al Evangelio» y que pueda dar respuesta a los «desafíos» actuales en la Iglesia y en la sociedad, señala Ep.

Omella hacía referencia a la división que los medios de comunicación están haciendo entre los candidatos «bergoglianos» frente a los conservadores, entre los que se encuentran el guineano Robert Sarah o el estadounidense Robert Burke, a quien se considera el candidato del presidente de EE UU, Donald Trump.

En los últimos días el arzobispo de Budapest, Peter Erdö, parece liderar las apuestas entre los candidatos más tradicionales. Nacido en Hungría el 25 de junio de 1952, es un experto canonista, sería el «tapado» de los conservadores para ofrecer un candidato que no pareciera rupturista pero que en la práctica sí que lo sería. Fue elegido dos veces jefe del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas, en 2005 y 2011, motivo por el que conoció a muchos cardenales africanos, lo que sería un punto a su favor.

Precisamente desde África suena el nombre de Fridolin Ambongo, de 65 años, cardenal arzobispo de Kinshasa, en la República Democrática del Congo, que parece imponerse frente a los demás purpurados de este continente. A pesar de ser considerado durante años aliado de Francisco, hace unos meses se convirtió en uno de los mayores críticos de una de las decisiones más controvertidas del pontificado de Bergoglio: la bendición pastoral de parejas homosexuales. Hay que recordar que en África la homosexualidad sigue siendo un tabú arraigado tanto cultural como legalmente.

También hay que seguir de cerca al cardenal surcoreano Lazarus You Heung-sik, de 73 años, nombrado prefecto del Dicasterio para el Clero del Vaticano por Francisco en 2021. De personalidad alegre, quienes le conocen le califican como franco, directo y comunicativo, a la vez que entusiasta, cualidades que sin duda le han sido útiles a la hora de dirigir a los sacerdotes de todo el mundo.

Otras apuestas

Muy lejos de la curia también se producen apuestas, y que en este caso sacan mucho provecho de las conjeturas sobre el sucesor del Papa Francisco.

Pocas horas después de producirse su muerte, las casas de apuestas dejaron espacio en sus marcadores para apostar por quién será futuro Pontífice, e incluso por qué nombre llevará. En este caso el italiano Parolin (con 2,75 euros por cada euro apostado) y el filipino Tagle (con 3,20) también lideran los primeros puestos, informa Efe. Por detrás de ellos se colocan el ghanés Peter Tukson y el italiana Matteo Zuppi, así como el húngaro Peter Erdö. No hay ningún cardenal español entre los primeros puestos.

¿Qué nombre llevará?

Otro de los aspectos que despierta más expectación es el nombre que llevará el futuro Papa. Para la casa William Hill, el favorito es Francisco, lo que supondría que, de producirse, el nuevo Pontífice sería conocido como Francisco II. Por detrás aparecen Benedicto, y en tercer lugar Juan Pablo. En cuarto lugar se coloca el nombre de León.

En países como Estados Unidos está prohibido apostar por el nombre del próximo Papa. La Asociación Americana de Juego (AGA) explicó en 2013, cuando tuvo lugar el cónclave tras la renuncia de Benedicto XVI, que no se puede apostar por la elección de un papa, ni siquiera en Nevada.

Pese a que los claros favoritos en diferentes ámbitos son Parolin y Tagle, no hay que olvidar que Francisco, en 2013, nunca llegó a entrar en las quinielas, y a pesar de ello fue elegido en cinco votaciones, en menos de 48 horas.