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Nuevo Papa

¿Cuál es el origen de la expresión "Habemus Papam" y qué simboliza en la elección de un nuevo pontífice?

Es el anuncio que confirma que la Iglesia tiene un nuevo Papa al frente

Plaza del Vaticano llena a rebosar para despedir al Papa Francisco Vaticano News

"Habemus Papam", que en latín significa "Tenemos Papa", es una de las frases más emblemáticas de la tradición católica. Se pronuncia públicamente desde el balcón central de la Basílica de San Pedro en el Vaticano una vez que se ha elegido a un nuevo Pontífice.

El anuncio lo realiza el Protodiácono, el cardenal de mayor rango entre los diáconos, y tiene una estructura fija en latín:"Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!", que se traduce como "Os anuncio una gran alegría: tenemos Papa!". A continuación, se dice el nombre civil del cardenal elegido y el nuevo nombre pontificio que ha adoptado.

El origen de esta aclamación

El origen de esta proclamación se sitúa en un contexto donde la Iglesia no solo era una institución espiritual, sino también una fuerza política de gran poder. Anunciar rápidamente la elección del Papa era una manera de confirmar la continuidad del liderazgo de la Iglesia y enviar un mensaje de estabilidad tanto a los fieles como al resto del mundo.

La icónica frase en latín no formó parte del cristianismo primitivo. En los primeros siglos de la Iglesia, la elección del obispo de Roma más adelante conocido como Papa era un proceso local y mucho menos formalizado, sin un anuncio oficial y estructurado como el que conocemos hoy. No existía una fórmula estandarizada que proclamara públicamente al nuevo pontífice.

La Plaza de San Pedro durante la misa exequial del Papa Francisco Gregorio BorgiaAP Photo

Fue a partir de la Edad Media cuando se empezó a utilizar una expresión similar para dar a conocer la elección del Papa. Aunque los registros sobre su origen exacto son escasos, los historiadores coinciden en situar su aparición tras el cisma de Occidente, un periodo de profundas divisiones dentro de la Iglesia.

El uso oficial de esta fórmula se habría consolidado con la elección del Papa Martín V en 1417, perteneciente a la familia Colonna, momento en que la Iglesia buscaba restaurar la unidad y reforzar la legitimidad papal.

Con el paso del tiempo, la fórmula se convirtió en tradición, y hoy es un elemento inseparable del rito que sigue al cónclave.

Cabe señalar que, a lo largo de la historia reciente, ha habido ligeras variaciones. En 2005, por ejemplo, al anunciar la elección de Benedicto XVI, el cardenal Jorge Medina Estévez incluyó saludos en varios idiomas antes de pronunciar la fórmula clásica, algo inédito hasta entonces.